Susto o Muerte
Deber¨ªa darnos miedo esa capacidad de los mentirosos para arrastrarnos al fango
Paseando por G¨¦nova, cerca del edificio desde el que lideraron el pa¨ªs esos exdirigentes que ahora, por puro gamberrismo insurrecto, declaran ante un tribunal enmascarados (y se les permite), me encuentro con un puesto de propaganda donde se exhibe en pancarta el hallazgo ideol¨®gico de esta derecha que se llam¨® a s¨ª misma desacomplejada para no llamarse extrema. El eslogan es popular: ¡°Comunismo o Libertad¡±. Se ve que en el abanico de posibilidades de este pa¨ªs democr¨¢tico no caben m¨¢s opciones. Susto o Muerte. Si por algu...
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Paseando por G¨¦nova, cerca del edificio desde el que lideraron el pa¨ªs esos exdirigentes que ahora, por puro gamberrismo insurrecto, declaran ante un tribunal enmascarados (y se les permite), me encuentro con un puesto de propaganda donde se exhibe en pancarta el hallazgo ideol¨®gico de esta derecha que se llam¨® a s¨ª misma desacomplejada para no llamarse extrema. El eslogan es popular: ¡°Comunismo o Libertad¡±. Se ve que en el abanico de posibilidades de este pa¨ªs democr¨¢tico no caben m¨¢s opciones. Susto o Muerte. Si por alguna raz¨®n ganara el Comunismo nos encontrar¨ªamos con una comunidad intervenida en su actividad econ¨®mica, los impuestos asfixiar¨ªan a los peque?os empresarios, las grandes empresas huir¨ªan a otras comunidades, nuestros movimientos estar¨ªan restringidos hasta hacernos la vida diaria insoportable. Comunismo del bueno, pero con el ingrediente caribe?o del caos y la delincuencia. Los menas (menores extranjeros no acompa?ados), que como sostiene Monasterio son todos inmigrantes, campar¨ªan a sus anchas violando a nuestras muchachas. En los colegios, ni?os y ni?as ser¨ªan adoctrinados en cuestiones de g¨¦nero. Los peque?os heterosexuales no levantar¨ªan cabeza crey¨¦ndose culpables del hist¨®rico patriarcado y las ni?as crecer¨ªan imbuidas en el victimismo. En cambio, si ganara la Libertad, como sostiene el eslogan, podr¨ªamos ir empoderadas haciendo jogging por nuestra ciudad, respondiendo a los saludos que nos dedicar¨ªan los agradecidos due?os de los bares. Madrid, por ponerle un nombre a esa ciudad id¨ªlica, ser¨ªa como una eterna calle de Ponzano, bar tras bar sin restricciones, sin vecinos aguafiestas que protestaran por el despiporre, con los coches fluyendo despacito a consecuencia de esos atascos que son la salsa del saturday night, seg¨²n glos¨® D¨ªaz Ayuso, quien tambi¨¦n afirm¨® que no estaba cient¨ªficamente demostrado que la contaminaci¨®n tuviera relaci¨®n con la salud de las personas. Si finalmente en este partido que jugamos ganara el equipo de la Libertad, el cien por cien de la ciudadan¨ªa estar¨ªa vacunada, porque la sociedad no depender¨ªa ni de S¨¢nchez ni de Europa, ya se buscar¨ªa la manera de encontrar una vacuna fet¨¦n que ser¨ªa adquirida y administrada en gran parte por las propias empresas y no con este ritmo paquid¨¦rmico de los centros p¨²blicos.
Es f¨¢cil en estos tiempos resumir los programas pol¨ªticos. Dicen los polit¨®logos que el populismo se nutre de mensajes simples y en ocasiones de mentiras que repetidas 100 veces se convierten en verdad. Bajo el paraguas del eslogan ¡°Comunismo o Libertad¡± caben los principios del PP madrile?o, pero tambi¨¦n los de Vox. La decidida utilizaci¨®n del bulo como arma pol¨ªtica para difamar al adversario es una manera de no rendir cuentas sobre la propia gesti¨®n. Desde luego, no es algo nuevo, siempre se han echado balones fuera en pol¨ªtica, pero la actual forma de eludir responsabilidades hace peligrar la convivencia: se basa en descalificar al contrario tild¨¢ndolo, por ejemplo, de criminal, como as¨ª hizo Monasterio con el presidente la otra noche en TVE, afirmando que sobre los hombros de S¨¢nchez pesan 100.000 muertos, defini¨¦ndolo como amigo de terroristas, sosteniendo luego que los centros de menas eran albergues de violadores, que en su cruzada estaban dispuestos a acabar con los chiringuitos, no solo los referidos a violencia de g¨¦nero, tambi¨¦n los creados en torno al chollo del cambio clim¨¢tico.
Ya de por s¨ª el lema, ¡°Comunismo o Libertad¡±, encierra una mentira grotesca; es obvio que solo quien est¨¦ dispuesto a tragarse una mentira para favorecer a los suyos es capaz de digerir semejante idiotez. Lo preocupante es que esta manera de articular un discurso, sobre mentiras repetidas tantas veces como sea necesario para convertirlas en veraces, est¨¦ aqu¨ª para quedarse. Luego est¨¢n los c¨ªnicos, aquellos con fineza intelectual que sin creerse la trola la toleran con una sonrisa ir¨®nica porque todo vale si de machacar al adversario se trata. Deber¨ªa darnos miedo esa capacidad de los mentirosos para arrastrarnos al fango.