Pongamos que no hablo de Madrid
La gesti¨®n de la pandemia de Isabel D¨ªaz Ayuso podr¨ªa analizarse como lo que ha sido: irresponsable y reprochable. Pero ese tema a nadie interesa ahora
Hubo un d¨ªa en que empezaron las elecciones generales en Madrid. Lo recuerdo bien, fue el 21 de septiembre de 2020. Isabel D¨ªaz Ayuso iba vestida de blanco y rojo, como la bandera de la Comunidad. Y Pedro S¨¢nchez iba, que no es poco. Por qu¨¦ y para qu¨¦ necesitaba ¨¦l aquella foto con la presidenta de la Comunidad es una cuesti¨®n sobre la que a¨²n debe de estar pensando. No fue una buena idea. El caso es que colocaron muchas banderas, much¨ªsimas, de hecho. Recuerdo memes brillantes comparando su encuentro con la feria de abril, pero en realidad era la feria de Madrid. ?O era la de Espa?a? Aquel d¨ªa empez¨® la confusi¨®n, porque aquellas banderas de Espa?a y de Madrid colocadas una junto a otra terminaron posando una frente a otra.
No s¨¦ si aquel d¨ªa S¨¢nchez sab¨ªa lo que hac¨ªa, pero la se?ora que ten¨ªa al lado, lo ten¨ªa bien claro. Isabel D¨ªaz Ayuso estaba inventando la nueva bandera espa?ola. Y adem¨¢s iba a coser ese s¨ªmbolo a su cuerpo para repetirnos una y otra vez la misma idea: yo soy Espa?a, yo soy Madrid. Y acert¨®. Sin duda, el mayor hallazgo pol¨ªtico de Isabel D¨ªaz Ayuso ha sido inventar una nueva bandera nacional, que es blanca y roja en vez de roja y gualda. Bien es verdad que el uso y abuso de la vieja bandera espa?ola se vino abajo para la derecha el d¨ªa que Pedro S¨¢nchez empez¨® a llevarla en el bozal. Punto de partido para S¨¢nchez. Aquel d¨ªa dej¨® a la derecha hu¨¦rfana de s¨ªmbolo y adem¨¢s le solt¨® un buen zasca. Porque si el PP se pone una bandera de Espa?a en el bozal, es una cosa, pero si se la pone Pedro S¨¢nchez, es una cr¨ªtica elegante a esa cosa. Pero entonces, lleg¨® D¨ªaz Ayuso y se invent¨® la blanquiroja, cuando nadie contaba con ello. Yo creo que S¨¢nchez entr¨® al ruedo aquel 21 de septiembre pensando que ten¨ªa todas las de ganar. Que ten¨ªa la bandera m¨¢s grande, la m¨¢s patri¨®tica de las dos, cuando se encontr¨® con una mujer dispuesta a torearlo a puerta gayola, sin miedo y con fe ciega. O ciega de fe, mejor dicho.
La nueva bandera de Espa?a, la blanca y roja es la de los espa?oles dispuestos a defender el centralismo que este pa¨ªs necesita, el desarrollo econ¨®mico, la innovaci¨®n, la alegr¨ªa de vivir, las terrazas, la hosteler¨ªa y el turismo. Una bandera que tiene los mismos colores que la Coca Cola y promete destapar felicidad con cada papeleta electoral. ?C¨®mo se llamaba aquella campa?a de tanto ¨¦xito de la bebida gaseosa? ?Ah s¨ª! Benditos bares. Fue un exitazo. Y es normal, porque Espa?a es un pa¨ªs de bares. Ya lo cantaba Sabina: ¡°solo en Ant¨®n Mart¨ªn hay m¨¢s bares que en toda Noruega¡±. Y ten¨ªa raz¨®n. Bueno, pues esta campa?a se llama Bendita Ayuso y ella tambi¨¦n es gaseosa y promete la felicidad. De tal modo que Ayuso ha creado la bandera de la sencillez, de los objetivos claros, de la fe ciega y de los que est¨¢n ciegos de fe. Mientras tanto, Pedro S¨¢nchez se ha quedado en la del di¨¢logo, el consenso entre los que piensan distinto, el Consejo Interterritorial, el l¨ªo de las autonom¨ªas y todo eso que nos suena antiguo y aburrido. ?Qui¨¦n querr¨ªa una bandera tan complicada? Mola m¨¢s la blanquiroja, la bandera de la Espa?a de Ayuso, donde va a parar.
?Pero no eran unas elecciones madrile?as? ?Qu¨¦ pinta S¨¢nchez en todo esto? Ayuso defiende la bandera de Madrid porque son las elecciones que ahora se celebran. Ja, ja, ja. Me r¨ªo de semejante idea. De Madrid no hablamos ni de lejos. De hecho, ?alguien sabe que pintan aqu¨ª los madrile?os? Digo m¨¢s ?alguien conoce alg¨²n madrile?o de nacimiento? Los madrile?os nacen por definici¨®n en todas las provincias espa?olas y votan donde les parece, lo mismo que Toni Cant¨® quiso presentarse a las elecciones aunque no forme parte del censo electoral. En realidad, habr¨ªa que definir qui¨¦n puede votar en estos comicios preguntando a todos los espa?oles qui¨¦n quiere participar. Porque si cualquiera es elegible entonces cualquiera puede ser tambi¨¦n elector. Si hici¨¦ramos esta pregunta, comprobar¨ªamos que estamos ante unas elecciones generales. En este sentido, los madrile?os son muy cansinos y poco solidarios queriendo hablar de lo suyo, cuando no toca. Estamos a punto de cambiar de bandera nacional y algunos pensando en el oso y el madro?o. Un poco de seriedad, por favor.
Si las elecciones trataran de Madrid entonces lo mismo se hablaba de cuando Isabel D¨ªaz Ayuso aliment¨® con comida basura a menores vulnerables durante el confinamiento. O cuando la Comunidad se confin¨® por zonas geogr¨¢ficas y decidi¨® que miles de personas no podr¨ªan bajar al centro a tomarse una cerveza pero s¨ª a servirla. Si estuvi¨¦ramos hablando de Madrid, Isabel D¨ªaz
Ayuso tendr¨ªa que responder del desastre de las residencias de mayores. Madrid es una ciudad tan rica y compleja que habr¨ªa muchos temas que tratar, en realidad. Y la gesti¨®n de la crisis de Isabel D¨ªaz Ayuso podr¨ªa analizarse como lo que ha sido: irresponsable y reprochable. Pero ese tema a nadie interesa ahora. Porque estas elecciones van de la Espa?a que nace de Madrid, de los bares y la libertad, ya me entienden. Y hay una candidata que lo tiene claro. Tenemos que votarla a ella porque ella es Madrid igual que Madrid es Espa?a.
El pobre S¨¢nchez, al darse cuenta de que las elecciones son generales, se ha sentido aludido y se ha presentado, como no pod¨ªa ser de otra manera. L¨¢stima que nadie podr¨¢ votarlo a ¨¦l, as¨ª que va a perder seguro. Igual que todos los madrile?os que, sin comerlo ni beberlo (o por haberlo comido y bebido todo en los bares siempre abiertos de Ayuso), nos estamos quedando sin elecciones.
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