El machismo de la nueva Comisi¨®n Parlamentaria de Investigaci¨®n en Brasil: 18 senadores y ni una mujer

La ONU ha confirmado que las mujeres son las que m¨¢s est¨¢n trabajando y sacrific¨¢ndose para salvar vidas durante la pandemia en los centros de salud. M¨¢s a¨²n, son tambi¨¦n ellas en el trabajo y en las familias las que m¨¢s est¨¢n sufriendo las consecuencias de la tragedia. Y sin embargo en Brasil, en la Comisi¨®n Parlamentaria Investigaci¨®n (CPI) reci¨¦n creada en el Senado para investigar los posibles cr¨ªmenes cometidos en lo que es considerado por muchos ya un genocidio, entre los 18 miembros escogidos no figura ni una sola senadora. ...

La ONU ha confirmado que las mujeres son las que m¨¢s est¨¢n trabajando y sacrific¨¢ndose para salvar vidas durante la pandemia en los centros de salud. M¨¢s a¨²n, son tambi¨¦n ellas en el trabajo y en las familias las que m¨¢s est¨¢n sufriendo las consecuencias de la tragedia. Y sin embargo en Brasil, en la Comisi¨®n Parlamentaria Investigaci¨®n (CPI) reci¨¦n creada en el Senado para investigar los posibles cr¨ªmenes cometidos en lo que es considerado por muchos ya un genocidio, entre los 18 miembros escogidos no figura ni una sola senadora. Es machismo en estado puro.

Es verdad que hoy, a pesar del incremento de las luchas para defender los derechos de la mujer en la sociedad y en la pol¨ªtica, Brasil se encuentra a la cola no solo de los pa¨ªses m¨¢s civilizados sino de muchos del continente americano. Mientras el porcentaje de mujeres en el Senado en Brasil es del 15%, en Chile es del 23%.

En el Parlamento Europeo la presencia de la mujer es muy superior y con cargos de responsabilidad. All¨ª el porcentaje femenino es del 40,4%, y 11 de los 22 presidentes de comisiones son mujeres.

En los pa¨ªses europeos en su mayor¨ªa la presencia femenina en la pol¨ªtica es ya considerable. En Suecia el 46,1% del Congreso es femenino. La palma se la lleva Espa?a con el 47,4% de mujeres en el Congreso y el 39% en el Senado. Y en los ¨²ltimos Gobiernos el n¨²mero de ministros mujeres ha alcanzado el 50%.

La mujer lleg¨® tarde a la pol¨ªtica. Para la mujer conseguir el derecho a poder votar han supuesto muchas luchas para superar los prejuicios masculinos de que la pol¨ªtica es algo para hombres. Luciana Oliveira Ramos, investigadora de la facultad de derecho de la Fundaci¨®n Getulio Vargas, afirm¨® a la BBC Brasil que la excusa para la escasa presencia femenina en la pol¨ªtica es porque se considera que las mujeres ¡°no expresan nada diferente a sus maridos¡±.

Y sin embargo la pol¨ªtica es sustantivo femenino. Es la que regula la vida de los pueblos y de las personas. Y son las mujeres las m¨¢s cercanas a las necesidades de las familias y de las ciudades. Y sin embargo ni siquiera en los gobiernos locales las mujeres tienen el papel que les corresponder¨ªa. En Brasil existe una sola gobernadora y el n¨²mero de alcaldes mujeres es a¨²n insignificante. Es cierto que de la antig¨¹edad a hoy las luchas de las mujeres para reivindicar sus derechos han conquistado mucho espacio. Basta ojear un libro de historia para ver el desprecio que por la mujer ten¨ªan, por ejemplo, los grandes pensadores griegos.

Es famosa la afirmaci¨®n del gran fil¨®sofo Arist¨®teles seg¨²n la cual la mujer es ¡°un hombre incompleto¡±. Seg¨²n el fil¨®sofo, el hombre es por naturaleza superior a la mujer. ¡°El hombre gobierna y la mujer es gobernada¡±, escribe. En Roma, la mujer no ten¨ªa derecho ni sobre los hijos. Cuando alguien nac¨ªa era el padre y no la madre quien decid¨ªa si deb¨ªa vivir o ser sacrificado.

Y ni siquiera las religiones en las que la primera diosa de la historia era mujer han contribuido para que la mujer tenga los mismos derechos y dignidad humana que los hombres. Santo Tom¨¢s de Aquino, el te¨®logo de la Iglesia m¨¢s influyente de la Edad Media lleg¨® a dudar que la mujer tuviera alma. Seg¨²n ¨¦l, cuando nace una mujer es ¡°porque el semen era d¨¦bil¡±. La mujer era una especie de ¡°monstruo de la naturaleza¡±. Y hasta hoy la mujer sea en el Islam que en el cristianismo sigue siendo vista como inferior.

En el catolicismo la mujer sigue sin poder participar en la jerarqu¨ªa, no puede acceder al sacerdocio, ni votar para la elecci¨®n del Papa y sigue siendo vista como una tentaci¨®n para el hombre. Y sin embargo el jud¨ªo Jes¨²s en una ¨¦poca en la que la mujer ni pod¨ªa ser testigo en un juicio ni estudiar y la ad¨²ltera era condenada a muerte, Jes¨²s escandaliz¨® a los hombres porque estaba siempre rodeado de mujeres. Y cuando fue crucificado solo las mujeres estuvieron a su lado bajo la cruz. Los ap¨®stoles desaparecieron por miedo o desilusi¨®n.

En la Biblia, en el libro del G¨¦nesis existen dos versiones sobre la creaci¨®n. Una en la que Dios cre¨® al hombre y a la mujer de la misma forma y otra, la machista, en la que primero cre¨® al hombre y despu¨¦s de una de sus costillas cre¨® a la mujer como propiedad del hombre. Y es curioso que la versi¨®n que usan siempre las iglesias es la machista.

En el para¨ªso fue la mujer Eva qui¨¦n enga?¨® y tent¨® a Ad¨¢n a comer del fruto del ¨¢rbol prohibido. Y a¨²n hoy la mujer, a pesar del gran salto cultural que ha dado la humanidad, en la religi¨®n es vista como tentadora del hombre y culpable de todos los males. Es incomprensible que en una sociedad que se prepara ya a conquistar el espacio y que sue?a con vencer a la muerte se siga a¨²n dejando a la mujer en la cuneta hasta en la pol¨ªtica.

La violencia dom¨¦stica contra la mujer se est¨¢ acrecentando durante la pandemia en Brasil y en el mundo. Una vez m¨¢s sobre las espaldas y el coraz¨®n de la mujer est¨¢ recayendo la mayor parte de esta hora de crisis y de muerte. ?Es que los senadores brasile?os a¨²n no se han dado cuenta de la importancia de la mujer en todo lo concerniente al drama de la pandemia dej¨¢ndola al margen de la CPI? No solo es una injusticia. Es algo de lo que debemos avergonzarnos. ?Nadie va a levantar su voz para condenarlo?