La inacci¨®n y la desinformaci¨®n del?Gobierno de Bolsonaro agravan la pandemia en Brasil
La falta de gesti¨®n y la promoci¨®n de curas ineficaces causan muertes evitables y agudizan la epidemia hasta llevar los hospitales al colapso
La pandemia no da tregua en Brasil, al que el sistem¨¢tico aumento de muertes y contagios durante los ¨²ltimos meses ha colocado como epicentro mundial. Supera las 3.000 muertes diarias. Entre las m¨²ltiples causas de la grav¨ªsima situaci¨®n, una distingue a Brasil del resto de pa¨ªses: la inacci¨®n del Gobierno que dirige el presidente Jair Bolsonaro y su promoci¨®n de curas ineficaces, lo que ha causado muertes evitables y agravado la epidemia hasta llevar los hospitales al colapso, seg¨²n coinciden un estudio publicado en Science y la ONG M¨¦dicos Sin Fronteras. El Senado de Brasil acaba de aprobar una comisi¨®n de investigaci¨®n.
¡°La falta de voluntad pol¨ªtica en Brasil es inaceptable¡±, ha declarado este jueves en una rueda de prensa Meinie Nicolai, la directora general de MSF, que tiene equipos trabajando en la crisis sanitaria tanto en Brasil como en otros pa¨ªses. MSF cifra en miles las muertes causadas por la inacci¨®n oficial. ¡°La P.1 solo no explica la situaci¨®n actual en Brasil¡±, ha dicho en referencia a la denominada variante brasile?a del virus, que es mucho m¨¢s contagiosa que la cepa cl¨¢sica y est¨¢ muy extendida por Brasil. Nicolai ha comparado a continuaci¨®n la situaci¨®n brasile?a con Sud¨¢frica. ¡°All¨ª tambi¨¦n ha aparecido la P.1 y tienen muchos menos vacunados, pero el esfuerzo coordinado de las autoridades ha logrado que tengan menos casos¡±, ha detallado. La diferencia entre ambos pa¨ªses es enorme. Miembros de los BRICS, tienen una poblaci¨®n similar, pero Brasil acumula m¨¢s de 13 millones de contagios mientras Sud¨¢frica tiene seis veces menos, seg¨²n Our World in Data.
La ONG sanitaria acusa a las autoridades de ¡°haber dejado a los m¨¦dicos a su suerte en la l¨ªnea del frente¡±. Los hospitales de casi todo el pa¨ªs est¨¢n atestados y el personal sanitario improvisa UCIs como puede. Y todav¨ªa quedan m¨¦dicos que est¨¢n recetando medicamentos sin eficacia comprobada que el Gobierno federal promovi¨® con entusiasmo y que est¨¢n causando graves estragos e incluso muertes.
Brasil sigue con una curva ascendente y bate un r¨¦cord (negativo) tras otro mientras la epidemia va amainando en muchos otros pa¨ªses. En enero, un estudio de la Universidad de S?o Paulo, publicado en primicia por este diario, acus¨® a Bolsonaro de liderar ¡°una estrategia institucional de propagaci¨®n del virus¡±. Otras acusaciones no van tan lejos. Pero s¨ª son cada vez m¨¢s y m¨¢s expl¨ªcitos quienes se?alan directamente al Gobierno Bolsonaro por su responsabilidad en la acelerada expansi¨®n del virus.
¡°La respuesta (del Gobierno) federal (al virus) ha sido una combinaci¨®n peligrosa de inacci¨®n y negligencias, incluida la promoci¨®n de la cloroquina como tratamiento a pesar de la falta de evidencia cient¨ªfica¡±, seg¨²n describi¨® este mi¨¦rcoles en Science el equipo liderado por la investigadora brasile?a Marcia Castro, de la Escuela de salud P¨²blica de la Universidad de Harvard. Sostienen que ¡°ninguna narrativa explica sola la propagaci¨®n del virus¡± por Brasil, pero citan expresamente la influencia de la politizaci¨®n en el grado de adhesi¨®n a las recomendaciones b¨¢sicas.
Tambi¨¦n han contribuido a la expansi¨®n del virus, el tama?o y la desigualdad de Brasil, que las conexiones regionales no se cortaron en los picos y que las autoridades locales impusieron y relajaron las restricciones a su aire. Todo eso dio alas al coronavirus.
Reino Unido y Estados Unidos, dirigidos al principio de la crisis por negacionistas como Bolsonaro, enderezaron el rumbo. El primero, cuando Boris Johnson regres¨® al poder tras casi morir por la covid. El segundo, cuando Donald Trump perdi¨® las elecciones.
Brasil fue el primer pa¨ªs donde, en nombre de la libertad, hubo manifestaciones contra las restricciones. M¨¢s de 350.000 muertos despu¨¦s, todav¨ªa se celebran protestas contra los confinamientos mientras el presidente insiste en que ¡°el hambre mata m¨¢s que el virus¡±. Cient¨ªficos y m¨¦dicos brasile?os llevan meses insistiendo en que sin un confinamiento estricto de 3-4 semanas es imposible frenar la transmisi¨®n.
MSF reclama al Gobierno de Bolsonaro, que va por su cuarto ministro de Salud, un plan de gesti¨®n coordinado y nacional, directrices claras, una campa?a de informaci¨®n para promover las medidas b¨¢sicas de eficacia comprobada (mascarilla, mantener la distancia y lavarse las manos) y un plan amplio de test para poder detectar los nuevos casos y aislarlos.
El Gobierno est¨¢ concentrado en conseguir vacunas pese a que la OMS insiste en que solo las vacunas no atajar¨¢n la emergencia.
MSF sostiene que, sin un cambio de rumbo inmediato por parte del Gobierno federal, la cat¨¢strofe seguir¨¢ agrav¨¢ndose: ¡°La transmisi¨®n se acelerar¨¢, con lo que habr¨¢ m¨¢s enfermos graves, m¨¢s presi¨®n sobre los hospitales y m¨¢s muertos¡±.
Bolsonaro empez¨® banalizando la epidemia como ¡°una gripecilla¡±, declar¨® que ¡°de algo hab¨ªa que morir¡± y, a sus compatriotas espantados por los r¨¦cords de muertos, les espet¨® hace un mes: ¡°Dejad de quejaros y de lloriquear¡±. Solo las quejas p¨²blicas de la clase econ¨®mica le convencieron de la necesidad de impulsar la vacunaci¨®n. Y fueron esas mismas exigencias las que crearon el ambiente para que el Tribunal Supremo ordenara al Senado la apertura de una comisi¨®n de investigaci¨®n que a¨²n no ha echado a andar. Mucha m¨¢s celeridad mostraron los parlamentarios para tramitar una ley que permita a los empresarios importar vacunas por su cuenta para sus familias y empleados. El ¨²nico requisito es que donen la mitad a la sanidad p¨²blica.
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