Colombia: Duque da marcha atr¨¢s
Las movilizaciones populares obligan al presidente a aparcar su reforma tributaria. Su gesti¨®n ha sido un fracaso, pero pensar que con ello se ha logrado un triunfo es equivocarse de plano. Los problemas que el proyecto pretend¨ªa paliar siguen ah¨ª
La decisi¨®n del presidente de Colombia, Iv¨¢n Duque, de retirar la reforma tributaria tras las fuertes protestas de los ¨²ltimos d¨ªas muestra un problema b¨¢sico de la convivencia nacional: la falta de consenso pol¨ªtico para enfrentarse a la pandemia. A nadie se le escapa que una ley que ten¨ªa como objetivo aumentar la recaudaci¨®n fiscal, por muy necesaria que fuese para paliar el da?o ocasionado por el coronavirus al erario, resultaba por definici¨®n impopular. Sac...
La decisi¨®n del presidente de Colombia, Iv¨¢n Duque, de retirar la reforma tributaria tras las fuertes protestas de los ¨²ltimos d¨ªas muestra un problema b¨¢sico de la convivencia nacional: la falta de consenso pol¨ªtico para enfrentarse a la pandemia. A nadie se le escapa que una ley que ten¨ªa como objetivo aumentar la recaudaci¨®n fiscal, por muy necesaria que fuese para paliar el da?o ocasionado por el coronavirus al erario, resultaba por definici¨®n impopular. Sacarla adelante requer¨ªa de un enorme esfuerzo did¨¢ctico, altas dotes negociadoras y acertar con el momento adecuado. No ha sido el caso. En un pa¨ªs estragado por la pandemia, apenas hubo consenso, el calendario elegido fue p¨¦simo y la respuesta a las primeras movilizaciones, desmesurada. La retirada, por tanto, no deja de ser una medida razonable. Pero pensar que con ello se ha logrado un triunfo es equivocarse de plano. Los problemas que la reforma pretend¨ªa paliar siguen ah¨ª y no har¨¢n m¨¢s que acrecentarse si no se toman medidas.
A Colombia, uno de los pa¨ªses m¨¢s desiguales del continente, le urge una ley que ayude a mejorar la distribuci¨®n del ingreso y que active la recuperaci¨®n de una econom¨ªa que el pasado a?o se contrajo un 6,8% y que ha visto aumentar desproporcionadamente su d¨¦ficit fiscal. En este sentido, no carec¨ªa de l¨®gica el intento de mejorar la recaudaci¨®n por el IVA, actualmente desarbolada, y sobre todo, su compensaci¨®n mediante fuertes transferencias monetarias hacia los hogares con menos recursos, una l¨ªnea que iba a beneficiar al 40% de la poblaci¨®n. Obviamente, un proyecto de esta magnitud ten¨ªa importantes obst¨¢culos sociales, entre ellos, su impacto en la clase media.
En caso de haber existido un consenso previo, esas dificultades hubieran sido la base de la discusi¨®n. Pero en su ausencia todo se vino abajo. El Gobierno se demor¨® demasiado en concretar la reforma, y sus titubeos aumentaron el malestar y el oportunismo en un ambiente fagocitado por las ansias preelectorales. Ni siquiera hubo paz en las filas del partido Gobierno, como demostr¨® que Duque recibiera un tir¨®n de orejas p¨²blico del l¨ªder de su formaci¨®n y mentor, el expresidente ?lvaro Uribe.
En este fracaso, la terrible situaci¨®n de la pandemia ha sido tan determinante como el atomizado contexto pol¨ªtico y las aristas de la reforma. El proyecto se present¨® cuando la vacunaci¨®n arrastraba un lamentable retraso y los contagios y las muertes se hab¨ªan disparado. Defender ante una poblaci¨®n harta, machacada y empobrecida la ley era una apuesta de alto riesgo. Una respuesta policial desmesurada y el recurso a la militarizaci¨®n enterraron sus ¨²ltimas posibilidades de supervivencia. Retirar la reforma ha servido para calmar las aguas. Pero el interrogante econ¨®mico permanece. Buscar una respuesta consensuada y realista al deterioro de las finanzas p¨²blicas deber¨ªa ser un objetivo prioritario de la clase pol¨ªtica. Aplazarla solo traer¨¢ m¨¢s dolor para Colombia.