M¨¢s de 15.000 despidos

Los bancos se han hecho imprescindibles para el funcionamiento de la vida cotidiana de los ciudadanos, y ahora les ponen precio (tasas, cuotas de mantenimiento, gastos de gesti¨®n¡­) a sus ¡°servicios¡±, en un mercado dopado desde las Administraciones, que han alentado la desaparici¨®n de las cajas de ahorro y han favorecido la concentraci¨®n bancaria. Seguir¨¢n funcionando con un menor n¨²mero de oficinas y de trabajadores, a los que sustituyen por una cantida...

Los bancos se han hecho imprescindibles para el funcionamiento de la vida cotidiana de los ciudadanos, y ahora les ponen precio (tasas, cuotas de mantenimiento, gastos de gesti¨®n¡­) a sus ¡°servicios¡±, en un mercado dopado desde las Administraciones, que han alentado la desaparici¨®n de las cajas de ahorro y han favorecido la concentraci¨®n bancaria. Seguir¨¢n funcionando con un menor n¨²mero de oficinas y de trabajadores, a los que sustituyen por una cantidad ingente de ordenadores que ni siquiera son de los bancos, sino de todos y cada uno de nosotros. Usar¨¢n gratis los recursos de comunicaci¨®n y tecnol¨®gicos que necesitamos tener en casa, y que tambi¨¦n pagamos. Pero todos nos sentimos m¨¢s capaces y autosuficientes gestionando nuestra cuenta corriente. Es fant¨¢stico, de ciencia ficci¨®n.

Luis Fernando Crespo Zorita. Las Rozas de Madrid

Presi¨®n fiscal

La cuesti¨®n no es si se deben subir los impuestos para afrontar la problem¨¢tica de todo tipo tras las dos grandes crisis econ¨®micas que hemos tenido y tenemos. Hay una previa a la toma de esa decisi¨®n, sea cual sea el impuesto que se grave o se cree. Se trata de la disminuci¨®n dr¨¢stica de los gastos que pueden, y hasta deben, eliminarse: cargos de designaci¨®n directa, instituciones con funciones duplicadas, subvenciones innecesarias, gastos corrientes superfluos, etc¨¦tera. Prescindir de estas acciones previas hace que la subida de impuestos sea contestada por la ciudadan¨ªa, y con raz¨®n, porque se ve que siempre se rompe la cuerda perjudicando a la clase media.

Dionisio Rodr¨ªguez Castro. Villaviciosa de Od¨®n (Madrid)

Fin del estado de alarma

En la madrugada del s¨¢bado 8 al domingo 9 de mayo cesaba el estado de alarma. M¨¢s all¨¢ de las bochornosas im¨¢genes de plazas y calles atestadas de gente incumpliendo las m¨ªnimas normas de convivencia, algunas comunidades aut¨®nomas ve¨ªan rechazadas sus medidas por los tribunales. Mientras la covid sigue campando a sus anchas, con una tasa de vacunaci¨®n a¨²n insuficiente, nos encontramos hu¨¦rfanos del amparo normativo m¨¢s all¨¢ de la responsabilidad individual de cuya carencia muchos presumieron emborrach¨¢ndose sin mascarillas ni la m¨ªnima distancia social. Durante la vigencia del estado de alarma, desde los medios de comunicaci¨®n, el Congreso y las autonom¨ªas se solicitaban las reformas necesarias para prevenir este desamparo administrativo. El Gobierno se empecin¨® en decirnos que cont¨¢bamos con los medios necesarios para actuar. En unas pocas horas, sentencias judiciales y el comportamiento de miles de irresponsables demostraban que no era as¨ª. Nos hallamos inmersos en la inseguridad jur¨ªdica y una cogobernanza coja. La realidad ha validado los peores pron¨®sticos.

?ngel Domingo. Valladolid

Catalu?a sin Gobierno

Tras casi tres meses, seguimos sin un Gobierno en Catalu?a y parece que va para largo. ERC y J¡ÁCat est¨¢n condenados a entenderse aunque solo sea porque la poblaci¨®n acudi¨® a votar en pandemia. La gente est¨¢ harta de escuchar a los pol¨ªticos hablar de di¨¢logo y de promesas vac¨ªas, para luego encontrarse, otra vez, con la realidad. ?Tan dif¨ªcil es dejar de lado las diferencias y empezar a hacer un poco de pol¨ªtica?

?scar Borr¨¤s Vilella. Alforja (Tarragona)

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