Por fin alguien me ilumina
Los lectores opinan sobre la tribuna del exdirector del diario Antonio Ca?o, la fatiga pand¨¦mica, el conflicto entre Israel y Palestina, la renovaci¨®n de la socialdemocracia y sobre la necesidad de seguir llevando mascarillas
Acabo de leer el art¨ªculo de opini¨®n firmado por Antonio Ca?o publicado el 12 de mayo. Mi sensaci¨®n es que por fin alguien me ilumina sobre el trumpismo: ya no es de derechas, reaccionario, chabacano y divulgador de patra?as, ahora est¨¢ en la izquierda (as¨ª, en bloque). Parece que la demagogia, el fanatismo y el intento de crear una realidad alternativa rendido a su l¨ªder (sic), son las ¨²nicas y m¨¢s significativas caracter¨ªsticas del trumpismo y que estas est¨¢n en la izquierda. Hasta este momento, y dada la trayectoria profesional de Ca?o, hab¨ªa cre¨ªdo que su an¨¢lisis de la pol¨ªtica era fino y atinado. El art¨ªculo de este martes me permite borrar los dos adjetivos, pues la carencia de matices, el escamoteo de realidades y la audacia de sus propuestas (audaz=osado, atrevido) me llevan a hacerlo. Agradezco a su diario (del que soy lector desde su fundaci¨®n) la publicaci¨®n de semejantes colaboraciones, pues nos sit¨²an (para mi decepci¨®n) en su sitio a algunos analistas.
Blas Ferrero Celada. Madrid
A m¨¢s pandemia, m¨¢s amabilidad
La pandemia tiene muchas posibilidades de hacernos m¨¢s irritables. Hay m¨¢s incomodidad de la normal. Nos soportamos menos. Y sin embargo notamos m¨¢s necesidad de que nos traten mejor, con m¨¢s delicadeza, con m¨¢s inter¨¦s. Trato de aplicarme el cuento y de ser m¨¢s amable con los que trato. Y no es f¨¢cil porque yo tambi¨¦n siento molestias. Por eso necesitamos ocuparnos de hacer provisi¨®n de abundante amabilidad para derramarla en nuestro entorno. Caer en la cuenta de cu¨¢nto la necesitamos. Se ha convertido en art¨ªculo de primera necesidad y por eso me parece que es cada vez m¨¢s dif¨ªcil de conseguir.
Pablo Os¨¦s Azcona. Fuengirola (M¨¢laga)
Renovar la socialdemocracia
Recuperar la visi¨®n internacionalista, insistir en Europa, abordar la territorialidad de Espa?a desde un enfoque supranacional, potenciar los ejes comunes de la educaci¨®n y la sanidad a nivel nacional, actuar como nexo de coordinaci¨®n y cohesi¨®n pol¨ªtica, econ¨®mica y social dentro de un proyecto com¨²n llamado Espa?a, insistir en la concordia y la reconciliaci¨®n; reparaci¨®n de justicia apartando el odio. Cuando se desv¨ªa de su aut¨¦ntico sentido, la socialdemocracia es fagocitada por sus extremos tanto en versi¨®n jacobina como independentista. Necesita un horizonte, un futuro constructivo con el que conectar, el cual, desde Felipe, no ha vuelto a proyectar.
Ram¨®n Puchades. Rinc¨®n de Arellano, Valencia
El conflicto eterno
Otra vez israel¨ªes y palestinos odi¨¢ndose a muerte. Otra vez canallas subiendo a azoteas de edificios de viviendas para lanzar cohetes desde all¨ª. Otra vez miserables aprovechando esa excusa para bombardear el edificio, aun sabiendo que est¨¢ lleno de personas inocentes. Otra vez Israel y Palestina demostrando que no tienen raz¨®n. Otra vez sus gentes sufriendo la mediocridad de sus l¨ªderes pol¨ªticos. Y otra vez la guerra de un solo bando: el de los asesinos.
Pablo Gonz¨¢lez Caballero. Boadilla del Monte, (Canarias)
?Qu¨¦ hacemos con las mascarillas?
Ahora usamos mascarillas a diario, de usar y tirar. Yo me entretengo en cortar las gomas antes de tirarlas a la basura, pero ?sirve de algo? ?Es suficiente? ?Hay alg¨²n tipo de contenedor donde depositarlas? El uso de las mascarillas se alarga en el tiempo y no parece que haya respuesta a esta duda que supongo que es compartida. En el mundo se usan millones de mascarillas a diario, a toneladas, y el impacto ecol¨®gico de este desecho ser¨¢ probablemente brutal. Cada d¨ªa hay m¨¢s conciencia sobre la limitaci¨®n del uso de pl¨¢stico, toallitas, discos de algod¨®n, etc¨¦tera, y procuramos reutilizar y reciclar. Sin embargo, con las mascarillas, que sospecho que se van a quedar m¨¢s all¨¢ de esta crisis, no sabemos ¡ªo al menos yo¡ª qu¨¦ hacer.
Maite Sanz Hern¨¢ndez. Barcelona
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