El ba?o de sangre de la represi¨®n policial en Colombia
Las ONG calculan que 41 j¨®venes han sido asesinados en tan solo dos semanas de protesta
Desde el 28 de abril estall¨® en Colombia una ola de protestas sin precedentes. Tal vez el punto m¨¢s cercano de comparaci¨®n es 1978, a?o en el que se dio el ¨²ltimo gran paro nacional. El pa¨ªs tiene 1.122 municipios, y el pasado 28 de abril hubo protestas y manifestaciones en al menos 564 de ellos, seg¨²n los datos de la fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n. Desde ese momento las manifestaciones fueron constantes y los j¨®venes han sido los protagonistas. Bloqueos, plantones, marchas y actos culturales son el com¨²n denominador.
El Gobierno de Iv¨¢n Duque no lo esperaba y qued¨® totalmente descoloca...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Desde el 28 de abril estall¨® en Colombia una ola de protestas sin precedentes. Tal vez el punto m¨¢s cercano de comparaci¨®n es 1978, a?o en el que se dio el ¨²ltimo gran paro nacional. El pa¨ªs tiene 1.122 municipios, y el pasado 28 de abril hubo protestas y manifestaciones en al menos 564 de ellos, seg¨²n los datos de la fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n. Desde ese momento las manifestaciones fueron constantes y los j¨®venes han sido los protagonistas. Bloqueos, plantones, marchas y actos culturales son el com¨²n denominador.
El Gobierno de Iv¨¢n Duque no lo esperaba y qued¨® totalmente descolocado. Luego de algunos d¨ªas de desorientaci¨®n, la administraci¨®n de derecha opt¨® por crear cuatro estrategias para desactivar el paro nacional. Entre ellas, la principal estrategia fue la que se conoce popularmente como el modelo Venezuela o el modelo de Nicol¨¢s Maduro. Es decir, acabar las protestas con altos niveles de violencia. El saldo es terriblemente tr¨¢gico: decenas de v¨ªctimas.
El modelo Venezuela aplicado por el Gobierno Duque tiene tres fases. La primera se basa en la represi¨®n fuerte de la protesta social por parte de agentes estatales. Los datos en Colombia son, sencillamente, espantosos. Seg¨²n la ONG Temblores son 41 muertos, 12 agresiones sexuales, 28 personas v¨ªctimas de agresiones en sus ojos, 129 casos de disparo por arma de fuego por parte de la polic¨ªa y m¨¢s de un millar de detenciones arbitrarias. Todo ello cometido, presuntamente, por miembros de la polic¨ªa nacional. En un ejercicio comparativo los datos son muy altos en Colombia.
Por ejemplo, durante las protestas en Per¨² fueron asesinados Brian Pintado e Inti Sotelo, por ello cay¨® el presidente Manuel Merino qui¨¦n duro cinco d¨ªas en el poder. En Chile, durante todas las protestas que estallaron en 2019 hubo 36 muertos, de ellos seis en el contexto de enfrentamientos con fuerzas del orden. En Colombia habr¨ªan sido asesinados 41 j¨®venes en tan solo dos semanas de protesta. Tal vez el caso m¨¢s aberrante se produjo hace apenas unas horas, cuando una menor de edad de 17 a?os habr¨ªa sido violada por cuatro polic¨ªas y horas despu¨¦s se suicid¨®. Esto ocurri¨® en Popay¨¢n, en el suroccidente del pa¨ªs, lo cual caus¨® que la ciudad estallar¨¢ en rabia.
La represi¨®n ha sido brutalmente violenta, pero ha sido solo una fase. La segunda inici¨® hace apenas una semana: comenzaron a rodar v¨ªa WhatsApp mensajes para que civiles salieran a confrontar a los marchantes y a agredirlos. Poner a pelear civiles contra civiles. Esto se vivi¨® principalmente en Cali, cuando civiles atacaron la minga ind¨ªgena. A¨²n no hay claridad de d¨®nde o c¨®mo comenzaron estas cadenas, lo que s¨ª es cierto es que cuando se iban a producir estos enfrentamientos la polic¨ªa sencillamente desaparec¨ªa. Ni la primera, ni la segunda fase han funcionado. De hecho, la segunda fue un gran fiasco.
La tercera fase de esta estrategia es la judicializaci¨®n. En la ciudad de Popay¨¢n el ministro de Defensa ofreci¨® recompensas para capturar supuestos v¨¢ndalos. Sin embargo, mencion¨® alias de esos presuntos v¨¢ndalos que coincid¨ªan con seud¨®nimos de l¨ªderes sociales tradicionales en la regi¨®n. Tal situaci¨®n llev¨® a la reacci¨®n del gobernador del Cauca pidiendo aclaraciones y desconociendo ese ofrecimiento de recompensas. Para las organizaciones sociales es una persecuci¨®n desatada por parte del Gobierno nacional con el objetivo de desbaratar el movimiento social.
Durante a?os, la represi¨®n policial ha sido una constante, pero est¨¢ vez las cosas han cambiado. Por un lado, todos los gobiernos acusaron a los manifestantes de estar infiltrados por las guerrillas para deslegitimar y satanizar la protesta social. Esta vez intentaron hacer lo mismo, pero nadie les crey¨®. De hecho, las manifestaciones m¨¢s numerosas se han dado en zonas donde no operan grupos armados ilegales. Por otro, la violencia policial esta vez ha sido muy grande, sistem¨¢tica y, sobre todo, visible. La mayor¨ªa de los abusos policiales han quedado grabados en v¨ªdeos de los ciudadanos. La crisis de legitimidad es muy grande y la mayor¨ªa de los ciudadanos pide una reforma policial a fondo. Quiz¨¢s el principal punto es quitarle el fuero penal militar a un cuerpo que, en teor¨ªa, deber¨ªa ser civil.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.