Espa?a borgiana
La tierra penetra en todas las discusiones relevantes, como muestra la fractura en la opini¨®n p¨²blica sobre los indultos a los presos del ¡®proc¨¦s¡¯
En pol¨ªtica, el protagonista invisible es, como en los cuentos de Borges, la tierra. Se cuela por las rendijas del argumento hasta apoderarse de la trama. Hoy tenemos que leer todo relato pol¨ªtico con un mapa en la mano. No importa qui¨¦nes somos, sino d¨®nde residimos. Catalu?a y Madrid, entre otras comunidades, son realidades pol¨ªticas crecientemente aut¨®nomas y enfrentadas. Pens¨¢bamos que la globalizaci¨®n nos har¨ªa ciudadanos del mundo y nos ha hecho pueblerinos de nuestra aldea.
Tanto el voto como las actitudes pol¨ªticas se est¨¢n territorializando. En Catalu?a se hac¨ªan cruces con...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
En pol¨ªtica, el protagonista invisible es, como en los cuentos de Borges, la tierra. Se cuela por las rendijas del argumento hasta apoderarse de la trama. Hoy tenemos que leer todo relato pol¨ªtico con un mapa en la mano. No importa qui¨¦nes somos, sino d¨®nde residimos. Catalu?a y Madrid, entre otras comunidades, son realidades pol¨ªticas crecientemente aut¨®nomas y enfrentadas. Pens¨¢bamos que la globalizaci¨®n nos har¨ªa ciudadanos del mundo y nos ha hecho pueblerinos de nuestra aldea.
Tanto el voto como las actitudes pol¨ªticas se est¨¢n territorializando. En Catalu?a se hac¨ªan cruces con los resultados el 4-M: jam¨¢s hab¨ªa ganado en la capital del reino, y metr¨®polis cosmopolita, un voto tan duro contra el nacionalismo catal¨¢n. En Madrid se hab¨ªan santiguado en febrero: ?C¨®mo pod¨ªa ser que, despu¨¦s de todo lo sucedido, el independentismo catal¨¢n volviera a arrasar en las urnas? A un lado del Ebro se consolida una pol¨ªtica fundamentalmente espa?olista y de derechas y al otro lado una secesionista y de izquierdas. Pol¨ªticamente, no hay r¨ªo en la Europa democr¨¢tica m¨¢s caudaloso. Imposible tender puentes.
La tierra penetra en todas las discusiones relevantes, como muestra la fractura en la opini¨®n p¨²blica sobre los indultos a los presos del proc¨¦s. Como m¨ªnimo, siete de cada 10 espa?oles en contra, y subiendo. Como m¨ªnimo, siete de cada 10 catalanes a favor, y asimismo subiendo. Tienen razones los que se oponen. Es una anomal¨ªa jur¨ªdica, porque no hay informes jur¨ªdicos favorables, y pol¨ªticamente es arriesgado: no est¨¢ claro que el independentismo decida abandonar la confrontaci¨®n con el Estado. El precio es n¨ªtido y los beneficios difusos. Pero la situaci¨®n en Catalu?a es tambi¨¦n an¨®mala. Es imposible vertebrar un Gobierno coherente (no la extra?a coalici¨®n ERC-Junts) y un debate sobre los temas que importan a los ciudadanos cuando el 80% de la atenci¨®n medi¨¢tica se centra en lo que ocurre en la c¨¢rcel de Lledoners. ?Vamos a someter a los catalanes a 10 a?os m¨¢s de excepcionalidad?
Ante estas dudas razonables, un gobernante deber¨ªa optar por la soluci¨®n m¨¢s magn¨¢nima y cristiana: perdonar. Pero el perd¨®n es el concepto m¨¢s desterrado cuando la pol¨ªtica se vuelve terrosa. Los ciudadanos de este pa¨ªs estamos m¨¢s alejados los unos de los otros que nunca. Espa?a se ha convertido en un jard¨ªn de senderos que se bifurcan y bifurcan. @VictorLapuente