Salir del desastre
El presidente S¨¢nchez ha captado una oportunidad para devolver el conflicto catal¨¢n a la pol¨ªtica y el aspirante Casado pretende convertirla en su gran oportunidad para conquistar el poder
Dicen que el arte de la pol¨ªtica est¨¢ en captar las oportunidades. ?Para qu¨¦? Para resolver un problema o para conquistar el poder. Generalmente, gana el que sabe combinar los dos planos. Por eso, es reconocido, aunque no siempre premiado, el que es capaz de arriesgar intentando abrir v¨ªas para la resoluci¨®n de un conflicto. El presidente S¨¢nchez ha captado una oportunidad para devolver poco a poco el conflicto catal¨¢n a la pol¨ªtica. Y el aspirante ...
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Dicen que el arte de la pol¨ªtica est¨¢ en captar las oportunidades. ?Para qu¨¦? Para resolver un problema o para conquistar el poder. Generalmente, gana el que sabe combinar los dos planos. Por eso, es reconocido, aunque no siempre premiado, el que es capaz de arriesgar intentando abrir v¨ªas para la resoluci¨®n de un conflicto. El presidente S¨¢nchez ha captado una oportunidad para devolver poco a poco el conflicto catal¨¢n a la pol¨ªtica. Y el aspirante Casado pretende convertirla en su gran oportunidad para conquistar el poder, sin reparar en gastos.
Aunque de sus palabras s¨®lo se ha retenido que ahora mismo no dar¨ªa el indulto, Felipe Gonz¨¢lez ha dicho tambi¨¦n ¡°que se hab¨ªa de haber hecho pol¨ªtica antes de llegar a los jueces¡± y que ¡°esta politizaci¨®n de la justicia es un desastre¡±. Salir de este desastre es precisamente lo que quiere intentar Pedro S¨¢nchez, mientras Casado sigue, erre que erre, imitando el camino que sigui¨® Rajoy para consumarlo. Fue el expresidente quien lanz¨® la campa?a contra el Estatut para debilitar a Rodr¨ªguez Zapatero y quien tuvo cinco a?os, de 2012 a 2017, para encarrilar el conflicto pol¨ªticamente, opt¨® por la desidia y acab¨® subrog¨¢ndolo a la justicia.
Los t¨®picos condicionan la mirada y no es f¨¢cil entender desde fuera lo que pasa en Catalu?a. Varios comentaristas se sorprenden de que las encuestas digan que m¨¢s del 60 % de los catalanes est¨¢n por el indulto. Y entre ellos muchos votantes socialistas. Por esa raz¨®n, el PSC ha capitalizado el hundimiento de Ciudadanos. Y la derecha se ha hecho casi residual. La sociedad catalana vive un momento peculiar: el apoyo al independentismo se mantiene y le permite seguir ganando elecciones y colocarse en el 52% el 14-F (a pesar de haber perdido m¨¢s de 600.000 votos respecto a las anteriores elecciones), pero a su vez la fatiga acumulada, por la combinaci¨®n entre la resaca de octubre de 2017 y la pandemia, pesa. Y gran parte de la ciudadan¨ªa, incluyendo amplios sectores del independentismo, quiere entrar en una fase nueva basada en el reconocimiento mutuo, la negociaci¨®n y los acuerdos. Que las instituciones funcionen y que vuelva la ambici¨®n a la vida econ¨®mica y social. Lo cual abre fisuras en el seno del independentismo, donde Esquerra y una parte de JuntsxCat apuestan por un efectivo gobierno de las cosas. Mientras, otros sectores siguen so?ando con el embate, aunque se le haya dado una pr¨®rroga de dos a?os. Esta es la coyuntura que S¨¢nchez quiere aprovechar.
Evidentemente si hubiera acuerdo en la estrategia con el primer partido de la oposici¨®n ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil. Pero Casado s¨®lo mira al poder sin querer ver que su posici¨®n da gasolina al unilateralismo y pone en evidencia su exaltaci¨®n de la unidad de Espa?a. Muy precaria debe ser esta si para reafirmarla hay que convertir en enemigo y fuente de la exaltaci¨®n patri¨®tica a una parte de ella.