Balcones y convivencia vecinal
Los lectores escriben del respeto entre vecinos, de los tribunales, la ultraderecha y la lucha de la generaci¨®n del ¡®baby boom¡¯
La pandemia nos ha mostrado la importancia del balc¨®n ¡ªel que lo tenga¡ª para disfrutar de la calle sin pisarla y poder respirar el aire fresco arrullados por el cantar de los p¨¢jaros, donde los haya. Buc¨®lico, ?no? Pero no siempre es posible. En m¨¢s ocasiones de las recomendables el entorno vecinal se vuelve insufrible. Me explico. Resulta dif¨ªcil concentrarse en una lectura, la que sea, si el vecino de al lado pone la m¨²sica a todo volumen o si los del tercero hablan a gritos de sus cuitas familiares. Por no hablar del carpin...
La pandemia nos ha mostrado la importancia del balc¨®n ¡ªel que lo tenga¡ª para disfrutar de la calle sin pisarla y poder respirar el aire fresco arrullados por el cantar de los p¨¢jaros, donde los haya. Buc¨®lico, ?no? Pero no siempre es posible. En m¨¢s ocasiones de las recomendables el entorno vecinal se vuelve insufrible. Me explico. Resulta dif¨ªcil concentrarse en una lectura, la que sea, si el vecino de al lado pone la m¨²sica a todo volumen o si los del tercero hablan a gritos de sus cuitas familiares. Por no hablar del carpintero del cuarto o de esos pitidos intermitentes cr¨®nicos de origen incierto y que amenazan con taladrar el cerebro del m¨¢s templado. Salir al balc¨®n para relajarse podr¨ªa no ser una misi¨®n imposible con un mayor respeto a las normas de convivencia.
Gonzalo de Miguel Renedo. Logro?o
Justicia lenguaraz
Algunos jueces y fiscales se han vuelto lenguaraces. Incluyen en sus textos razonamientos consistentes que bastan para sustentar sus conclusiones, pero los acompa?an de otras afirmaciones que sobran por improcedentes. ?Es necesario para oponerse a un indulto hablar con iron¨ªa de ¡°la sufrida madre maltratada¡±? Traer a colaci¨®n el gato de Schr?dinger, ?a?ade algo al argumento o se hace solo para lucimiento del autor? El cartel electoral de Vox ser¨¢ o no delito. Pero para determinarlo, ?hay que entrar en si los menores extranjeros no acompa?ados suponen un problema real? No parece. Ahora que tanto se habla de concordia, har¨ªan bien jueces y fiscales en practicar la contenci¨®n verbal. Un poco menos de verbosidad nos vendr¨ªa bien a todos.
Javier Calvo Garc¨ªa. Madrid
Desafecci¨®n y ultraderecha
El catedr¨¢tico franc¨¦s Sami Na?r alerta de dos graves peligros que acechan a la pol¨ªtica de nuestro tiempo. Por un lado, que la abstenci¨®n alcance niveles del 70%, lo que conduce a que la representaci¨®n parlamentaria no coincida con la realidad social de un pa¨ªs. Y, por otro lado, observa con preocupaci¨®n que la derecha tradicional se deslice hacia la ultraderecha. Dos problemas que pueden llevarnos a la falta de legitimidad de los gobiernos. Por ese camino vamos a gobiernos que no conecten con el inter¨¦s general. Macron y Merkel est¨¢n muy preocupados, ?y en Espa?a, por d¨®nde vamos?
Julio Garc¨ªa-Casarrubios Sainz. Valdepe?as (Ciudad Real)
La vida es lucha
Todas las generaciones tienen sus quejas sobre los caminos que se han encontrado cerrados. Yo pertenezco a la mal llamada generaci¨®n del baby boom. Cuando era joven me quejaba de que los mayores nos cerraban el paso. Y, aunque tengo una vida que me gusta, estoy de acuerdo con mis coet¨¢neos en que esto no fue lo prometido. Tengo 56 a?os me gano la vida con dignidad, pero nada m¨¢s. La vida es lucha y eso es parte de lo que le da sentido.
Alfonso Bola?os Alves. Sevilla
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