Contra el odio por ser distinto
Los lectores escriben del asesinato de Samuel en A Coru?a, de la anulaci¨®n del nombramiento de Rosa Mar¨ªa Mateo como administradora ¨²nica de RTVE, la atenci¨®n primaria y los contagios de coronavirus entre j¨®venes
Es triste e incomprensible asesinar a una persona solo por su inclinaci¨®n sexual. Pero alguien tiene que cortar algo que se est¨¢ potenciando desde un partido nefasto para este pa¨ªs y que es aplaudido por demasiados. Porque no quiero culpar al propio partido de las agresiones, pero s¨ª de crear un ambiente propicio por acciones absurdas: una negaci¨®n total a cualquier avance de nuestras vidas y de nuestra convivencia. La democracia avala pensamientos distintos, pero no la incitaci¨®n a la violencia contra el distinto. Y distintos somos muchos de esa Espa?a cerrada y negra a la que quieren hacernos volver. Si la democracia no es capaz de romper esta deriva, tenemos un problema grav¨ªsimo, que no tienen en Alemania, que fue cuna de esa ideolog¨ªa, la del no al futuro.
Cesar Moya Villasante. Madrid
Muy constitucional, pero muy lento
Dictar sentencia con una demora de tres a?os en una cuesti¨®n tan simple como el nombramiento de Rosa Mar¨ªa Mateo cono presidenta de RTVE, mueve a la risa si no fuera porque causa estupor. Y es que parece que se estuviera decidiendo una cosa juzgada de hecho, ya que la periodista ces¨® hace meses, o sea, la sentencia no tendr¨¢ efectos pr¨¢cticos. El Tribunal Constitucional tiene la obligaci¨®n, aunque sorprendentemente no la tenga desde la legalidad, de definirse en forma, pero tambi¨¦n en tiempo, porque de no ser as¨ª no sirve para nada. No es un caso, es reiterativo en su indolencia, muchas veces da la impresi¨®n de que no quisiera definirse cuando procede y as¨ª poder evitar conflictos con los poderes del Estado.
Dionisio Rodr¨ªguez Castro. Villaviciosa de Od¨®n (Madrid)
Los jubilados de la atenci¨®n primaria
Soy una de las miles de enfermeras y m¨¦dicos que en los a?os 80 llevamos a cabo la reforma de la atenci¨®n primaria. Entre todos creamos un sistema de atenci¨®n que fue mod¨¦lico, as¨ª como un ejemplo a imitar por otros pa¨ªses. Los ciudadanos tuvieron su m¨¦dico de familia y su enfermera, que les conoc¨ªa y segu¨ªa sus procesos, se efectuaban visitas a domicilio a los pacientes que deb¨ªan estar en la cama, hab¨ªa grupos de educaci¨®n sanitaria para pacientes cr¨®nicos, se ofrec¨ªan consejos de salud... Hoy el Gobierno auton¨®mico de Madrid nos quiere robar lo que no es suyo, lo que es de todos los madrile?os. ?Vamos a permit¨ªrselo?
Mar¨ªa Victoria Anton Nardiz. Madrid
Los j¨®venes y la pandemia
Mi padre ten¨ªa 19 a?os cuando lo movilizaron durante la Guerra Civil. Seguramente no le hizo ninguna gracia cuando lo hicieron (con 19 a?os apetece m¨¢s salir con los amigos). No obstante fue a la guerra, junto a much¨ªsimos j¨®venes de su edad. Las pasaron canutas. Se hincharon de pasar miedo, fr¨ªo y hambre. ?l tuvo suerte y vivi¨® para contarlo otros, por desgracia, se dejaron la vida en el campo de batalla o en los a?os posteriores. Chicos, con esto os quiero decir que hay cosas infinitamente peores que guardar distancia de seguridad y llevar mascarilla en las situaciones que conoc¨¦is al dedillo porque vuestros profesores y vuestros padres os lo han repetido mil veces. Divert¨ªos y ser responsables, es compatible.
Mar¨ªa del Carmen Zamora. Cartagena (Murcia)
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