Como sociedad, hemos claudicado

Mi abuelo Alejandro me contaba que a principios del siglo pasado una subida de un c¨¦ntimo en el precio del pan provoc¨® una revuelta popular que se extendi¨® por toda Espa?a y consigui¨® que se cancelara esa subida. Se hizo sin Whatsapp, sin redes sociales, sin medios de comunicaci¨®n de masas. No puedo dar una explicaci¨®n cient¨ªfica a la inacci¨®n de la sociedad actual ante las subidas escandalosas del precio de la luz, pero ...

Mi abuelo Alejandro me contaba que a principios del siglo pasado una subida de un c¨¦ntimo en el precio del pan provoc¨® una revuelta popular que se extendi¨® por toda Espa?a y consigui¨® que se cancelara esa subida. Se hizo sin Whatsapp, sin redes sociales, sin medios de comunicaci¨®n de masas. No puedo dar una explicaci¨®n cient¨ªfica a la inacci¨®n de la sociedad actual ante las subidas escandalosas del precio de la luz, pero me da la sensaci¨®n de que, como sociedad, hemos claudicado y aceptamos esta injusticia y otras como si fueran una maldici¨®n b¨ªblica. Si nos organiz¨¢ramos cuando sufrimos estos ataques por parte de los lobbies energ¨¦ticos y la acci¨®n timorata de nuestro Gobierno, no me cabe duda de que conseguir¨ªamos revertir esta situaci¨®n. Pero no soy muy optimista al respecto; creo que, como sociedad, llevamos mucho tiempo de vacaciones.

Fernando M. Manzano. Madrid

Juegos sin sonrisas

He sentido una triste emoci¨®n al presenciar el desfile de los atletas ol¨ªmpicos en la ceremonia inaugural de los Juegos de Tokio ante la ausencia de lo que siempre ha sido y ahora no puede ser una cita ol¨ªmpica. Muchos medios han querido trasladarnos un ambiente intenso y emotivo que comprendido, m¨¢xime cuando en cr¨®nicas paralelas nos hablaban de frialdad y poca motivaci¨®n en las sedes ol¨ªmpicas. Ver la ilusi¨®n de los deportistas oculta tras mascarillas hace que me cuestione si se deber¨ªan haber evitado unos Juegos as¨ª, sin sonrisas.

?ngel Andr¨¦s Villuendas. Barcelona

Extra?as contradicciones

Esta semana, la Direcci¨®n de un IES de la Comunidad de Madrid me comunic¨® que para el curso que viene solo salen cuatro alumnos de Matem¨¢ticas en 1? de Bachillerato de Ciencias. Tambi¨¦n, que ten¨ªa autorizaci¨®n para abrir un grupo con esos cuatro alumnos, pero que el cupo planificado imped¨ªa que esos mismos alumnos cursen la asignatura de F¨ªsica y Qu¨ªmica, de la que soy profesor. Si usted ha llegado hasta aqu¨ª, es posible que no entienda nada de esta situaci¨®n. Pero si le digo que, en lugar de Matem¨¢ticas, ponga Lat¨ªn y, en lugar de F¨ªsica y Qu¨ªmica, ponga Griego, profesor de Griego o Bachillerato de Humanidades, tal vez comprenda mejor la insalvable contradicci¨®n que plantea: que el Estado malgaste parte de sus sufridos fondos en emplear a un profesor de una disciplina para dar otras diferentes a la suya. Cuidemos las Humanidades y consigan que el personal que ha acreditado su formaci¨®n en estas materias que ejerza su funci¨®n docente para la que fue contratado.

Luis Miguel Orbaneja Garc¨ªa. Madrid

Se deshumanizan los datos

Con esta nueva ola de contagios, los ciudadanos que seguimos con nuestra mec¨¢nica rutina volvemos a caer en el mismo error de siempre: deshumanizar los datos de la pandemia. Leemos que han fallecido 28 personas y suspiramos como si fuesen pocos, como si detr¨¢s de ese n¨²mero no hubiese familias o amigos. Si cogi¨¦semos a 28 personas, las junt¨¢semos una al lado de la otra, escuchando un poco sobre ellas, qui¨¦nes son y, de repente, cayeran al suelo, seguramente nos har¨ªa ver las cosas con otros ojos. No olvidemos pensar qui¨¦n hay detr¨¢s de una cifra.

Elian Vay¨¢ Sempere. Madrid

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