Industria del motor: m¨¢s hechos que planes
Son necesarios impulsos concretos para asegurar la transformaci¨®n del sector automovil¨ªstico en Espa?a
Como en tantos otros ¨¢mbitos, la pandemia amenaza con desarbolar el milagro espa?ol de la automoci¨®n, consistente en que un pa¨ªs sin fabricantes de veh¨ªculos de capital nacional se haya perpetuado como el segundo mayor productor europeo de coches. La en¨¦sima se?al de alarma llega con la p¨¦rdida el a?o pasado de m¨¢s de 400 empresas vinculadas al sector, que viene a complementar las que alertaban sobre ca¨ªdas en la producci¨®n y la comercializaci¨®n de veh¨ªculos ...
Como en tantos otros ¨¢mbitos, la pandemia amenaza con desarbolar el milagro espa?ol de la automoci¨®n, consistente en que un pa¨ªs sin fabricantes de veh¨ªculos de capital nacional se haya perpetuado como el segundo mayor productor europeo de coches. La en¨¦sima se?al de alarma llega con la p¨¦rdida el a?o pasado de m¨¢s de 400 empresas vinculadas al sector, que viene a complementar las que alertaban sobre ca¨ªdas en la producci¨®n y la comercializaci¨®n de veh¨ªculos desde que comenz¨® la crisis del coronavirus y que acrecientan las dudas sobre c¨®mo el ecosistema industrial espa?ol del motor ser¨¢ capaz de asumir la nueva era que, si no lo ha hecho ya, se abrir¨¢ en los pr¨®ximos a?os con el salto forzado al coche el¨¦ctrico.
La Uni¨®n Europea ya ha decidido la prohibici¨®n a partir de 2035 de los veh¨ªculos que emitan CO2 a la atm¨®sfera. El ensamblaje de ese tipo de coches es todav¨ªa mayoritario en Espa?a y se echan en falta indicios que permitan pensar que la situaci¨®n vaya a cambiar a corto plazo en el conjunto de la industria. De hecho, las f¨¢bricas espa?olas compiten con otras europeas para que les asignen las futuras generaciones de modelos y, de momento, solo han logrado quedarse a medio camino en la transici¨®n el¨¦ctrica.
Algunos datos, como cierta resistencia hist¨®rica de las f¨¢bricas espa?olas a cesar su actividad ¡ªpese al pr¨®ximo cierre de Nissan en Barcelona¡ª y una alta inversi¨®n de capital visible en el elevado grado de automatizaci¨®n, llaman al optimismo. La industria del motor prev¨¦ una lenta recuperaci¨®n, siempre y cuando exista acompa?amiento gubernamental con un amplio abanico de medidas que cubran desde el marco laboral al fiscal y al de las ayudas directas para la dinamizaci¨®n de unas matriculaciones deprimidas. Pese a algunas demandas sin respuesta, el Gobierno ha asumido el reto de la nueva ¨¦poca a la que se abre el sector aprovechando los recursos procedentes de Europa.
No es casual que su primer proyecto estrat¨¦gico para la recuperaci¨®n y la transici¨®n econ¨®mica (PERTE) lo haya centrado en el veh¨ªculo el¨¦ctrico. A trav¨¦s de ¨¦l, se destinar¨¢n a la industria 4.295 millones de euros p¨²blicos con el objetivo de captar otros 11.900 millones de la iniciativa privada y, sobre todo, para crear un ecosistema que, pese a depender de marcas de capital extranjero, pueda tener un rol con identidad propia. Seg¨²n sus previsiones, se podr¨ªan crear hasta 141.000 empleos o que la industria represente un 15% del PIB en 2030. Se plantea complejo, pero positivo para un cambio de ciclo que, de momento, acaba sin excesivas buenas noticias en un terreno en el que, m¨¢s que planes, faltan hechos.