Bonanza desigual en la vivienda
El crecimiento de las ejecuciones hipotecarias amenaza con golpear a las familias con menores ingresos
La recuperaci¨®n econ¨®mica tambi¨¦n se est¨¢ reflejando en la de los precios de la vivienda libre: subieron un 3,3% en el segundo trimestre del a?o con respecto al mismo periodo del a?o anterior. Se trata del ascenso ...
La recuperaci¨®n econ¨®mica tambi¨¦n se est¨¢ reflejando en la de los precios de la vivienda libre: subieron un 3,3% en el segundo trimestre del a?o con respecto al mismo periodo del a?o anterior. Se trata del ascenso m¨¢s acusado desde finales de 2019, seg¨²n el ¨²ltimo ?ndice de Precios de Vivienda del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Son 29 los trimestres de crecimientos interanuales, rompiendo la tendencia a la moderaci¨®n que se inici¨® a partir del primer trimestre de 2020.
Se trata de se?ales favorables para las familias propietarias de esos activos, en la medida en que afianzan el efecto riqueza que fortalecer¨¢ la confianza y, con esta, las decisiones de gasto, necesarias para asentar la recuperaci¨®n. Ese aumento de valor tambi¨¦n suaviza la importancia relativa de los pagos del servicio de la deuda de aquellas viviendas que han sido financiadas mediante hipotecas. Pero todo esto ocurre siempre en las familias con empleo y rentas suficientes que les permiten atender sus compromisos.
Pero esos vientos de cola no son de ning¨²n modo homog¨¦neos entre todas las familias propietarias de vivienda. En paralelo al aumento de la demanda y de los precios, se aceleran los procedimientos de ejecuci¨®n hipotecaria de aquellas familias, normalmente de menor renta y mayor precariedad en el empleo, que como consecuencia de la pandemia han tenido dificultades para atender sus pagos. Tambi¨¦n seg¨²n el INE, las ejecuciones hipotecarias se incrementaron un 253,2% entre los mismos meses de abril y junio respecto al mismo trimestre del a?o pasado. La pandemia oblig¨® a la paralizaci¨®n de numerosos procedimientos en los registros de la propiedad y juzgados, pero no impidi¨® que el volumen de ejecuciones ascendiera por primera vez desde 2014.
La normalizaci¨®n de esos procedimientos de ejecuci¨®n amenaza a numerosas econom¨ªas familiares. Aunque no en todos los casos, las ejecuciones hipotecarias son el paso previo a los desahucios. Impedirlos depende de que, seg¨²n la norma hasta ahora vigente que los paralizaba, se demuestren especiales condiciones de vulnerabilidad derivadas de la pandemia.
Esa moratoria vence a finales de este mes, y es probable que el Congreso de los Diputados la extienda. Pero tiene que hacerlo suficientemente para que ese ¡°escudo social¡± siga favoreciendo la normalizaci¨®n de las obligaciones de pago de aquellas familias m¨¢s da?adas por la crisis, especialmente las trabajadoras en sectores con m¨¢s dif¨ªcil o lenta recuperaci¨®n. De esto depender¨¢ que la bonanza en ciernes no sea desigual, privando del principal activo a familias que a la saz¨®n han sido las m¨¢s castigadas por las consecuencias de la pandemia. Que la econom¨ªa vuelva a crecer de ninguna manera significa que la inquietud por la mera supervivencia haya desaparecido en numerosos ciudadanos de nuestro pa¨ªs.