Est¨¢ pasando de todo...

Los cambios internacionales que nos afectan a todos se han hecho m¨¢s frecuentes. Algunos nos tocan directamente y otros tienen efectos m¨¢s remotos. Pero las noticias cotidianas nos dejan con la sensaci¨®n de que estamos en una ¨¦poca de grandes cambios.

En algunos casos, no necesitamos que los medios de comunicaci¨®n nos informen acerca de la magnitud y severidad de los cambios. Los vivimos a diario. El coronavirus es un ejemplo. Severo, global y, en muchos aspectos, in¨¦dito. Otro ejemplo es ...

Los cambios internacionales que nos afectan a todos se han hecho m¨¢s frecuentes. Algunos nos tocan directamente y otros tienen efectos m¨¢s remotos. Pero las noticias cotidianas nos dejan con la sensaci¨®n de que estamos en una ¨¦poca de grandes cambios.

En algunos casos, no necesitamos que los medios de comunicaci¨®n nos informen acerca de la magnitud y severidad de los cambios. Los vivimos a diario. El coronavirus es un ejemplo. Severo, global y, en muchos aspectos, in¨¦dito. Otro ejemplo es el n¨²mero r¨¦cord de refugiados clim¨¢ticos que han debido abandonar sus viviendas debido a devastadores incendios forestales, huracanes o ciclones. Olas de calor con temperaturas que en la era preindustrial ocurr¨ªan cada 50 a?os ahora ocurren cada 10 a?os.

Pero las noticias que nos afectan no son solo las que resultan del cambio clim¨¢tico o la pandemia. La pol¨ªtica mundial tambi¨¦n nos sorprende. Nadie esperaba que una turba de seguidores de Donald Trump asaltara el Capitolio de Estados Unidos o que la muy anunciada salida de Afganist¨¢n fuese manejada de manera tan inepta por el Gobierno de Joe Biden. Por otro lado, las fricciones entre Estados Unidos y China se han hecho tan frecuentes que ahora es normal o¨ªr que se ha desatado una guerra fr¨ªa entre las dos superpotencias. El calentamiento global est¨¢ cambiando al mundo, pero la geopol¨ªtica tambi¨¦n.

Pero adem¨¢s de estos imperdibles y muy comentados eventos y tendencias hay otros, que sin ser tan visibles, tendr¨¢n enormes consecuencias. Hay dos que vale la pena destacar.

Una de estas noticias importantes, pero poco comentadas, tiene que ver con la demograf¨ªa de Estados Unidos: la actual tasa de crecimiento de su poblaci¨®n (0,35% al a?o) es la m¨¢s baja en 122 a?os. Esto se debe en parte a que la expectativa de vida en ese pa¨ªs ha ca¨ªdo fuertemente. Este declive precede al impacto que ha tenido la pandemia de la covid-19, la enfermedad que m¨¢s vidas se ha cobrado en la historia de Estados Unidos. Estos aumentos en la mortalidad afectan principalmente a los m¨¢s pobres y concretamente a los trabajadores, en particular al 52% de la poblaci¨®n que no tiene un t¨ªtulo universitario. Esta desigualdad se ha agudizado por el efecto de la covid-19. Desde que estall¨® la pandemia en 2019 y hasta 2020, la expectativa de vida entre los hispanos y los afroamericanos en Estados Unidos disminuy¨® tres a?os. Entre la poblaci¨®n blanca cay¨® 1,2 a?os. Estos cambios en la demograf¨ªa estadounidense tendr¨¢n un enorme impacto en la pol¨ªtica y la econom¨ªa de ese pa¨ªs.

Una de las ¨¢reas m¨¢s directamente afectadas por el cambio demogr¨¢fico ser¨¢ la situaci¨®n fiscal: qui¨¦n paga impuestos, a qu¨¦ tasa y en qu¨¦ gastar¨¢ el Gobierno los impuestos que cobra. La tolerancia hacia los altos niveles de desigualdad econ¨®mica que existen en Estados Unidos se ha reducido significativamente y Joe Biden tiene como meta disminuir las brechas econ¨®micas. Para ello, se va a valer de la capacidad del Estado para cobrar impuestos y a usar el gasto p¨²blico para catalizar cambios sociales. Un ejemplo de esto es su decisi¨®n de aumentar el monto m¨ªnimo de impuestos que pagan las grandes empresas multinacionales. Adem¨¢s, decidi¨® no hacerlo unilateralmente, sino creando una amplia coalici¨®n de pa¨ªses que actuaran coordinadamente en este campo.

El objetivo de hacer de esta una iniciativa internacional es evitar que las empresas muevan sus operaciones al lugar donde pagan menos impuestos. La propuesta de Biden y su secretaria del Tesoro, Janet Yellen, es la de imponer un impuesto m¨ªnimo global del 15% a todas las empresas con ingresos superiores a los 890 millones de d¨®lares.

Seg¨²n la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), las grandes multinacionales han podido evitar impuestos por montos que van de los 100 a los 240 millones de d¨®lares cada a?o; es decir, del 4% al 10% de los impuestos totales de estas empresas. La tasa de impuestos que pagan las m¨¢s grandes multinacionales cay¨® a la mitad, del 49% al 24%, entre 1985 y 2018. En el a?o 2017, que es el ¨²ltimo periodo para el cual hay datos confiables, las multinacionales colocaron el 40% de sus ganancias, aproximadamente 700.000 millones de d¨®lares, en para¨ªsos fiscales donde pagan poco o nada de impuestos.

Con este acuerdo, Estados Unidos logr¨® que 132 pa¨ªses se comprometieran a cobrar la tasa m¨ªnima global. Los pa¨ªses que participan del acuerdo representan m¨¢s del 90% de la econom¨ªa global, lo cual hace que la posibilidad que ten¨ªan las empresas de evitar impuestos moviendo sus ganancias a pa¨ªses con menos impuestos va a ser m¨¢s limitada.

No es obvio que este acuerdo sobreviva tal y como fue aprobado. Cabe suponer que las empresas usar¨¢n sus enormes recursos financieros e influencias pol¨ªticas para que el acuerdo final est¨¦ m¨¢s alineado con sus intereses. Pero, en todo caso, este es un buen ejemplo de que la cooperaci¨®n internacional es posible.

Y ese es un cambio que vale la pena celebrar.

En Twitter @moisesnaim