Una Europa cada vez menos influyente
Los lectores opinan sobre la p¨¦rdida de influencia de Europa, la eutanasia, el ¡°falso¡± respeto a las decisiones judiciales de la clase pol¨ªtica, y la edad de jubilaci¨®n
A ra¨ªz del reciente acuerdo de defensa entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia, se habla y escribe mucho sobre el menoscabo que ha supuesto para la UE en su influencia pol¨ªtica. La traducci¨®n efectiva de lo ocurrido ser¨ªa que Europa cada vez cuenta menos en el mundo. Un asunto econ¨®mico, la anulaci¨®n por parte de Australia de un importante pedido de submarinos a Francia, ha sido la chispa que ha prendido una mecha activa desde hac¨ªa tiempo. Es in¨²til pretender revivir protagonismos pasados de Europa, un coro discordante que est¨¢ muy lejos de ser una potencia militar unificada. Cuenta la historia que durante la regencia del cardenal Cisneros, la nobleza se opuso con insistencia a su funci¨®n como regente, pregunt¨¢ndole cu¨¢les eran sus poderes. Cisneros reuni¨® a los nobles ante un ventanal que daba al patio de armas, lo abri¨® y, se?alando los ca?ones que estaban a la vista, les dijo: ¡°Estos son mis poderes¡±. As¨ª siguen siendo hoy las cosas. Todo lo dem¨¢s es palabrer¨ªa meliflua mientras siguen despreciando a Europa.
Miguel Teixidor de Otto. Valencia
Consecuencias de un derecho negado
Morir en silencio en la habitaci¨®n de un hotel con el acompa?amiento de la angustia y de la impotencia produce tristeza, indignaci¨®n y hasta rabia. ?De qu¨¦ valen los derechos que no se pueden ejercer o que se obstaculizan? Las consecuencias son evidentes: un sufrimiento f¨ªsico y psicol¨®gico, sin fecha de caducidad. Lo justo es estar con las v¨ªctimas, con todas ellas.
Pedro Javier Esteban Barea. Madrid
Falso respeto a las decisiones judiciales
No me resigno a aceptar que no pueda reinar una cierta normalidad en nuestra vida p¨²blica. En cuanto salta algo noticiable en cualquier proceso judicial con repercusi¨®n medi¨¢tica o social, sea de forma natural o inducida, todos los grupos pol¨ªticos y agentes sociales que creen tener algo que decir se lanzan al ruedo con el ¨²nico prop¨®sito de enturbiar el debate y de enlodar la situaci¨®n; aunque, eso s¨ª, con la boca bien llena del (falso) m¨¢ximo respeto a las decisiones judiciales. Y as¨ª llevamos demasiado tiempo, ensuciando la vida p¨²blica sin que nadie ponga remedio y sin respetar el funcionamiento independiente y pausado de la justicia, algo b¨¢sico en toda democracia.
Pedro Carboneras Mart¨ªnez. Madrid
Trabajar hasta los 75 a?os
He le¨ªdo at¨®nito las declaraciones del ministro de Seguridad Social, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, sugiriendo que habr¨¢ que acostumbrarse a trabajar hasta los 75 a?os. Desde luego, este hombre no habr¨¢ trabajado nunca de operario en la industria durante d¨¦cadas, realizando movimientos repetitivos a?o tras a?o, carg¨¢ndose la espalda y las rodillas, ni se habr¨¢ visto obligado a rotar en turnos, incluso nocturnos, que impiden dormir y descansar adecuadamente, adem¨¢s de acortar la vida, como est¨¢ demostrado cient¨ªficamente. Y, si no nos jubilamos, seguimos en el puesto de trabajo hasta morir.
Rafael Soriano Rom¨¢n. Matar¨® (Barcelona)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.