Historia, recreacionismo y culpa
Nos seduce el recreacionismo, que simplifica y funciona mejor cuando nos fijamos en un trauma que en un encuentro: la Conquista es m¨¢s eficaz que la acogida de republicanos en el exilio
Nuestra relaci¨®n con el pasado es recreacionista. Una visi¨®n estetizante suspende la realidad y la sustituye por una fantas¨ªa arm¨®nica (lo arm¨®nico es lo que nos da la raz¨®n). Aunque hablamos de presentismo, como ha escrito David Jim¨¦nez Torres, no podr¨ªamos mirar el pasado con los ojos del presente: no lo resistir¨ªamos. Tambi¨¦n sabemos que se?alar a un enemigo une nuestras filas y distrae de lo cercano. Podemos argumentar con mucha seguridad que la llegada de los europeos a Am¨¦rica fue una cat¨¢strofe o beneficiosa. Al parecer es f¨¢cil juzgarlo; en cambio no sabemos c¨®mo interpretar sucesos actuales que conocemos mucho mejor.
Nos sabemos los argumentos contra el uso interesado de la historia y sus contraindicaciones. Tambi¨¦n los matices: los abundantes trabajos de investigaci¨®n, la complejidad de la experiencia, la herida de la humillaci¨®n que afecta a personas y a grupos, la desigualdad y la marginaci¨®n, la impostura y el victimato, el lado rid¨ªculo que hay en todo orgullo. Pero nos seduce el recreacionismo, que simplifica y funciona mejor cuando nos fijamos en un trauma que en un encuentro: la Conquista es m¨¢s eficaz que la acogida de republicanos en el exilio.
Una vez que te sit¨²as en esa l¨®gica, ves la insuficiencia de los argumentos en contra. Decir que alguien habla en una lengua heredada de los conquistadores es insatisfactorio y, francamente, suena a recochineo. Otro tanto ocurre con la herencia cultural, las apelaciones a la fraternidad o el trazado de nuestras ciudades. Tampoco persuade que conozcamos a los pobladores anteriores precisamente gracias a los testimonios de los colonizadores. A fin de cuentas, pensamos, quiz¨¢ los habr¨ªamos conocido a ellos y no la descripci¨®n de quienes acabaron con ellos. Esos testimonios tienden a destacar la brutalidad de los pobladores o su pericia guerrera, pero no esperar¨ªamos otra cosa de la propaganda. Cuando se habla de que hubo una alianza de unos grupos contra otros, de las peticiones de ayuda de nativos a los reci¨¦n llegados, parece un mecanismo para evadir la culpa. Un problema de esa l¨®gica es que te niegas a ti mismo: puedes reescribir la historia pero no rebobinarla. Otro, que no sabes hasta d¨®nde puedes remontarte: a fin de cuentas, todo lo que dice este p¨¢rrafo permite exigir que los italianos se disculpen por la conquista romana. Ya se preguntaban los Monty Python qu¨¦ hab¨ªan hecho por nosotros: que se disculpen cuanto antes. @gascondaniel
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