Atasco sanitario
La desprotecci¨®n de la sanidad p¨²blica resquebraja el Estado del bienestar por su base
Que la pandemia iba a provocar un aumento de las listas de espera era algo que los gestores sanitarios y los expertos hab¨ªan advertido con insistencia. Para que las demoras no alcanzaran niveles peligrosos para la salud de los pacientes era preciso tomar medidas de refuerzo que permitieran ...
Que la pandemia iba a provocar un aumento de las listas de espera era algo que los gestores sanitarios y los expertos hab¨ªan advertido con insistencia. Para que las demoras no alcanzaran niveles peligrosos para la salud de los pacientes era preciso tomar medidas de refuerzo que permitieran atender a los enfermos de covid-19 y al elevado n¨²mero de ellos que padecen secuelas persistentes, sin dejar de tratar el resto de patolog¨ªas. Los datos que acabamos de conocer sobre las listas de espera de la Comunidad de Madrid confirman que no se est¨¢ dando la respuesta adecuada. Tambi¨¦n en otras comunidades se observan demoras superiores a las que hab¨ªa antes de la pandemia, lo cual indica que no se est¨¢ haciendo el esfuerzo necesario y ello tendr¨¢ con toda seguridad consecuencias graves para muchos de los pacientes afectados.
Las largas demoras son desde hace tiempo un problema cr¨®nico de la sanidad madrile?a, pero ahora se ha superado por primera vez el medio mill¨®n de enfermos en espera de una primera visita con el especialista. Son m¨¢s del doble de los que hab¨ªa en 2016, cuando se estableci¨® el actual sistema de registro, y 50.000 m¨¢s que antes de la pandemia. Estos datos resultan muy alarmantes porque de esa primera visita depende el diagn¨®stico de enfermedades graves como el c¨¢ncer, en el que la posibilidad de supervivencia depende en muchos casos de la rapidez del tratamiento. A ese medio mill¨®n hay que sumar en el caso de Madrid los 153.000 pacientes que est¨¢n a la espera de una prueba diagn¨®stica y los 95.000 m¨¢s pendientes de una intervenci¨®n quir¨²rgica.
Resulta incongruente que, mientras aumentan las listas de espera y los profesionales sanitarios reclaman desesperadamente que se dote a la sanidad p¨²blica de m¨¢s recursos, el Gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso presuma de haber rebajado o suprimido impuestos. El deterioro de los servicios p¨²blicos no puede desligarse de una pol¨ªtica fiscal que acaba perjudicando a los m¨¢s vulnerables: aquellos que no pueden permitirse recurrir a la medicina privada para sortear las listas de espera. Demoras de un a?o y medio para ser atendido por un traumat¨®logo cuando se sufre un dolor intenso generan un malestar que repercute directamente sobre la valoraci¨®n ciudadana del sistema p¨²blico de salud.
Es evidente que, cuanto m¨¢s crecen las listas de espera y las demoras en la sanidad p¨²blica, m¨¢s aumenta la contrataci¨®n de p¨®lizas de seguros privados. No se puede afirmar que se va a reforzar la sanidad p¨²blica, como hizo D¨ªaz Ayuso en su discurso de investidura, y permitir al mismo tiempo que se deteriore. Lo mismo vale para cualquiera de los gobernantes de las comunidades donde crecen las listas de espera. La defensa de la sanidad p¨²blica exige dotarla de recursos humanos y materiales suficientes. Tras m¨¢s de una d¨¦cada descapitaliz¨¢ndose, la epidemia ha sometido a la sanidad espa?ola a una dur¨ªsima prueba que la ha dejado exhausta. Ning¨²n servicio p¨²blico tan complejo y sensible como el sistema sanitario puede funcionar bien y salir indemne de una situaci¨®n de estr¨¦s permanente por falta de recursos. El Estado del bienestar se resquebraja por la base si juega con la vida y la salud de los ciudadanos.