Todo el mundo tiene un ex

Hace a?os, cuando se pusieron de moda los documentos colaborativos, uno muy caprichoso se hizo viral. Era un excel llamado ¡®Mensajes que me gustar¨ªa enviar a mi ex¡¯, en el que personas an¨®nimas escrib¨ªan eso, aquello que querr¨ªan decir y nunca dijeron. Hab¨ªa mensajes dolorosos, mensajes vengativos; los hab¨ªa graciosos y trist¨ªsimos. ¡°A¨²n tengo tus claves de Netflix¡±; ¡°Si hubieras pasado menos tiempo enga?¨¢ndome y m¨¢s haciendo campa?a, Hillary habr¨ªa ganado Iowa¡±; ¡°Tienes raz¨®n, no soy yo, eres t¨²¡±; ¡°Vuelve conmigo, todav¨ªa te quiero¡±; ¡°Deja de mandarme mensajes, ya s¨¦ que fui yo quien te dej¨®¡±. Y as¨ª hasta 2.421 entradas an¨®nimas.

El documento fue creado por un estudiante, Sean Drohan, y ni ¨¦l entend¨ªa bien el ¨¦xito que tuvo. ¡°A la gente le gusta la oportunidad de lamentarse de forma an¨®nima. Pero queda esta pregunta sin respuesta: a qui¨¦n decimos estas cosas y por qu¨¦. Eso es lo interesante¡±, dijo entonces.

El viernes pasado Taylor Swift era tendencia en Twitter. No es raro, acababa de sacar disco. En realidad es una regrabaci¨®n de Red, un ¨¢lbum de 2010 que ya no pertenec¨ªa a su primera discogr¨¢fica, pues fue comprada por Scooter Braun. Jake Gylenhall tambi¨¦n era trending topic. Y la gente hablaba de una bufanda. Bien, recapitulemos: Swift es experta en mandar mensajes a sus ex a trav¨¦s de sus canciones. Est¨¢ todo escrupulosamente documentado. Hace 11 a?os grab¨® All too well, en la que reconstruye la relaci¨®n de dos meses con Jake Gyllenhaal que comenz¨® cuando se olvid¨® una bufanda en casa de su hermana, Maggie Gyllenhaal. La canci¨®n es un himno para sus seguidores. Ahora, adem¨¢s de lanzar una versi¨®n de 10 minutos, ha rodado un corto sobre su desenga?o que en tres d¨ªas tiene m¨¢s de 33 millones de visualizaciones en YouTube.

Unos d¨ªas antes Rosal¨ªa desvelaba el primer sencillo de su nuevo disco. Se titula La fama y es una bachata que cuenta con The Weeknd como invitado. La coincidencia, o no, de que el ¨²ltimo single de C. Tangana fuera tambi¨¦n una bachata interpretada con Nathy Peluso ha dado lugar a reportajes sobre la nueva popularidad de la bachata, pero tambi¨¦n a especulaciones sobre si la expareja se est¨¢ mandando mensajes. De hecho, descifrar las supuestas alusiones a Rosal¨ªa en los v¨ªdeos de Tangana, y al rev¨¦s, es un pasatiempo al que Twitter se entrega con toda el alma.

?Por qu¨¦ nos fascinan tanto estos mensajes entre parejas que rompieron? Porque todo el mundo tiene un ex o una ex, o varios, a los que a¨²n quiere decirles algo. Y peor a¨²n, porque hay quien no se aguanta las ganas: existe todo un g¨¦nero en internet de mensajes a un ex que, por desastrosos, rozan lo c¨®mico. Sabemos tambi¨¦n que hay una comunicaci¨®n indirecta en el lenguaje cifrado de las redes sociales. Qui¨¦n pone like a qu¨¦, qu¨¦ fotos se borran, qu¨¦ fotos se suben, qu¨¦ stories se ven, lo que se conoce como orbiting, es decir, orbitar alrededor de un usuario, dejar constancia de la presencia en ese perfil pero no comunicarse de forma directa. Lanzar un mensaje sin lanzarlo.

A¨²n hay algo m¨¢s en esa fascinaci¨®n. Tomar partido por uno de los dos bandos es algo habitual en las rupturas. En las famosas (Team Aniston, Team Jolie) y en las que no lo son. Asistir a estos piques entre famosos satisface ese instinto primario, tambi¨¦n el de creer que est¨¢s comprendiendo algo oculto. Y sentir una proximidad con personajes que el p¨²blico cree conocer. Es lo que se llama intimidad a distancia, o ¡°relaci¨®n parasocial¡±, un t¨¦rmino que, tal y como cuenta el periodista Jaime Rubio, fue acu?ado en 1956 por los psic¨®logos Donald Horton y Richard Wohl para describir justo eso, ¡°la sensaci¨®n de conexi¨®n que tenemos con algunos personajes famosos, aunque no los hayamos visto nunca de cerca¡±. Esto explica la infinita discusi¨®n por la bufanda de Taylor Swift.