El molesto velo de F¨¢tima Hamed

¡°Algunas veces no puedo evitar preguntarme qu¨¦ es lo que realmente molesta de m¨ª. ?Que reivindique mi identidad? ?Que participe en pol¨ªtica? ?Que critique a quienes lo hacen mal? ?Que me vista como me d¨¦ la gana?¡±. Quien se hace estas preguntas es F¨¢tima Hamed Hossain en su cuenta de Instagram. Y las respuestas, por supuesto, est¨¢n en Twitter y son variadas. Pero ninguna est¨¢ escrita directamente contra ella sino contra lo que representa el pa?uelo que cubre su cabeza. De ella, en realidad, nadie habla, tampoco de sus ideas ni de su forma de defenderlas. Sin embargo, un vistazo a Twitter dar¨¢ muchas pistas a F¨¢tima sobre c¨®mo superar la crisis de reputaci¨®n que atraviesa tras su participaci¨®n en el acto de Otras Pol¨ªticas.

En este sentido, ser¨ªa interesante para F¨¢tima consultar la siempre jugosa cuenta de Isabel D¨ªaz Ayuso que resulta clarificadora al respecto. ¡°El liderazgo femenino no consiste en alcanzar metas por ser mujeres sino por ser mujeres fuertes, v¨¢lidas y valientes¡±, afirmaba a prop¨®sito del acto. Para, a continuaci¨®n, explicar por qu¨¦ ni F¨¢tima ni sus compa?eras de Otras Pol¨ªticas pueden ser mujeres del todo, porque el liderazgo femenino no puede darse: ¡°Ni bajo el burka ni bajo el manto del comunismo¡±. Y aqu¨ª lo del burka va por F¨¢tima y lo del comunismo por todas las dem¨¢s.

Es un cl¨¢sico de las posturas conservadoras usar a las mujeres musulmanas para exacerbar un discurso belicista e islamof¨®bico. ¡°Los terroristas y los talibanes amenazan con arrancarles las u?as a las mujeres que se las pintan¡± explic¨® Laura Bush a la BBC para calentar el terreno de un bombardeo masivo contra el enemigo opresor. Por incre¨ªble que parezca, para defender a las mujeres se arras¨® su tierra. Por eso el discurso reaccionario de D¨ªaz Ayuso relaciona a F¨¢tima Hamed con un burka que no lleva puesto, porque as¨ª la convierte en representante de la violencia que el islam ejerce (siempre y en todos los casos seg¨²n esta tesis) contra las mujeres.

Pero a poco que navegue, F¨¢tima se dar¨¢ cuenta de que su velo molesta tambi¨¦n a mujeres y hombres progresistas. M¨¢s concretamente a cierto sector del feminismo que debido a su empat¨ªa hacia las mujeres castigadas y oprimidas en nombre del islam, concluyen que cualquier mujer que lleve hiyab es una mujer reprimida (lo sepa o no) y en consecuencia no puede formar parte de ning¨²n discurso feminista. ¡°Gracias por incorporar a vuestras filas el s¨ªmbolo de nuestra opresi¨®n¡±, escrib¨ªa la feminista Najat el Hachmi en un post de Instagram que fue retuiteado y aplaudido en numerosas (y relevantes) cuentas de Twitter. La pregunta leg¨ªtima de F¨¢tima podr¨ªa ser ?Qu¨¦ podemos hacer las mujeres como yo? La respuesta tuitera es que para agradarnos deber¨ªan dejar de cubrirse, l¨®gica seg¨²n la cual prosperan leyes anti velo en distintos pa¨ªses europeos. As¨ª, unos obligan a las mujeres musulmanas a ponerse un s¨ªmbolo encima y otros les proh¨ªben hacerlo aun contra su voluntad.

As¨ª, el pa?uelo de F¨¢tima la obliga a entrar en conflicto no solo con su posible feminismo, sino tambi¨¦n con el de cualquier mujer que se le acerque. Seg¨²n una mayor¨ªa tuitera, F¨¢tima y todas las mujeres que eligen cubrirse la cabeza por motivos religiosos en nuestro pa¨ªs (no necesariamente musulmanas) ser¨ªan apestadas del feminismo. Por fortuna, diga lo que diga Twitter, en Espa?a las mujeres adultas tenemos derecho a vestirnos como queramos. Y si bien el velo no es ni ser¨¢ un s¨ªmbolo feminista, tampoco podr¨¢ serlo ninguna obligaci¨®n o prohibici¨®n que pese sobre el cuerpo de una mujer.