Elecciones en Venezuela: term¨®metro de muchas cosas
La oposici¨®n apareci¨® -nuevamente- fracturada, dividida y, lo que es m¨¢s grave, desconectada de la poblaci¨®n
No fue sorpresa que el oficialismo ganara en las elecciones regionales y municipales del domingo pasado en Venezuela. Con resultados que no modifican el mapa electoral de la elecci¨®n regional del 2017. Tampoco fue inesperado el alto ausentismo de cerca del 60% de electores.
La forma en la que se conduce la institucionalidad oficial en el pa¨ªs y el peso abrumador del Gobierno en todo ello -incluyendo los medios de comunicaci¨®n tanto estatales como privados- est¨¢ det...
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No fue sorpresa que el oficialismo ganara en las elecciones regionales y municipales del domingo pasado en Venezuela. Con resultados que no modifican el mapa electoral de la elecci¨®n regional del 2017. Tampoco fue inesperado el alto ausentismo de cerca del 60% de electores.
La forma en la que se conduce la institucionalidad oficial en el pa¨ªs y el peso abrumador del Gobierno en todo ello -incluyendo los medios de comunicaci¨®n tanto estatales como privados- est¨¢ detr¨¢s de ello. Tambi¨¦n que a algunos candidatos opositores se les hubiera hecho imposible participar. Nada de esto era una sorpresa. Sobre eso y otras dificultades el correcto y ponderado dictamen preliminar de la Uni¨®n Europea (UE) contiene varias referencias a los grandes desequilibrios que se dieron en este terreno.
El ausentismo, por su parte, puede tener que ver con varios factores (y no es exclusivo de Venezuela). Con casi todas las personas del pa¨ªs con las que he podido hablar sobre esto los ¨²ltimos d¨ªas, me indican que la clave del ausentismo es una mezcla de cansancio/agotamiento vital con los agobiantes apremios que d¨ªa a d¨ªa tiene que sufrir la gente para llenar la olla y sobrevivir. Asimismo, la extendida percepci¨®n de que poco cambiar¨ªa despu¨¦s del d¨ªa de votaci¨®n.
?M¨¢s de lo mismo? En apariencia s¨ª. La UE -que despleg¨® 136 observadores en todo el pa¨ªs- ha destacado que se ¡°mantiene la inhabilitaci¨®n pol¨ªtica arbitraria de candidatos de la oposici¨®n, el extendido uso de recursos del Estado en la campa?a y un acceso desigual a los medios de comunicaci¨®n¡±. No es poca cosa.
Pero, en realidad, entre esta elecci¨®n y las anteriores hay varias diferencias importantes que, conjugadas todas, hacen que el escenario tenga novedades y retos importantes. Los que de ser asumidos creativamente -y con unidad de la oposici¨®n- s¨ª podr¨ªan influir sobre el futuro. Teniendo en cuenta la compleja realidad interna, el informe preliminar de la UE recoge varios aspectos de all¨¢. La primera reacci¨®n del Departamento de Estado de EE UU, en cambio, parece limitarse a ser eco de la ret¨®rica del sector venezolano de la oposici¨®n en el exilio; m¨¢s de lo mismo, en resumen.
Cuatro luces y sombras de lo que est¨¢ siendo diferente en esta elecci¨®n.
Primero, la observaci¨®n internacional. Luego de una sucesi¨®n de procesos electorales con ausencia casi total de auditor¨ªa independiente, se cont¨® no solo con una misi¨®n de la Uni¨®n Europea (UE), instalada en el pa¨ªs desde hace varias semanas. Tambi¨¦n, entre otros, con el Centro Carter, entidad independiente internacionalmente respetada, a trav¨¦s de una misi¨®n t¨¦cnica de expertos electorales internacionales para evaluar el proceso electoral y que comenz¨® a trabajar a distancia desde finales de octubre.
Segundo, un Consejo Nacional Electoral (CNE) que, por primera vez en varios a?os, no es monocolor o 100% oficialista. Dos de los cinco integrantes son independientes y han podido desempe?ar correctamente su funci¨®n durante la campa?a y el proceso de c¨®mputo posterior. En el dictamen preliminar de la UE de este martes se considera a este CNE como el ¡°m¨¢s equilibrado de los ¨²ltimos 20 a?os¡±.
Tercero, la primera participaci¨®n de las fuerzas de oposici¨®n desde el 2015. Destaca el informe de la UE ¡°el regreso de la mayor¨ªa de los partidos de la oposici¨®n a las elecciones en Venezuela¡±. Es, de cara al futuro, acaso una de las se?ales m¨¢s importantes de versatilidad y de respuesta ad hoc dentro de una situaci¨®n que le es, por cierto, adversa. Pero con dos grandes debilidades: los que participaron lo hicieron divididos y parte de la oposici¨®n qued¨® por fuera, por decisi¨®n propia.
Cuarto, el contexto de negociaciones pol¨ªticas internacionales -temporalmente suspendidas por los ¡°sucesos Saab¡±- y de conversaciones en Venezuela que han tenido mucho que ver con los tres aspectos anteriores. Pero que, como lo se?ala la experiencia en decenas de pa¨ªses, suele ser el ¨²nico camino de salida a una situaci¨®n de entrampamiento pol¨ªtico, social e institucional en la medida que se articule a una oposici¨®n interna unificada. Debieran haberse ya desvanecido los sue?os de algunos de una impensable intervenci¨®n militar externa o de un m¨¢gico golpe de Estado.
La diferencia entre esta elecci¨®n y las anteriores no est¨¢, pues, en el resultado del c¨®mputo, que no era impredecible ni cambia la situaci¨®n pol¨ªtica e institucional. Lo est¨¢ en ciertas interrogantes y retos que, de ser respondidos creativamente, podr¨ªa tener el efecto de incidir sobre el curso sustantivo de las cosas.
La oposici¨®n apareci¨® -nuevamente- fracturada, dividida y, lo que es m¨¢s grave, desconectada de la poblaci¨®n como lo afirman la mayor¨ªa de analistas en el terreno. En el contexto institucional y pol¨ªtico del pa¨ªs, se sab¨ªa que la oposici¨®n ten¨ªa que caminar cuesta arriba y ante grandes obst¨¢culos. Pero el gran tal¨®n de Aquiles es su incapacidad -antes y ahora- de unirse, requisito sine qua non para avanzar ante un contexto adverso.
Mirando para adelante, a la vez, el escenario no podr¨¢ entenderse adecuadamente si este escenario electoral se desconecta de las conversaciones auspiciadas por Noruega hoy suspendidas. Que son el ¨²nico marco de negociaci¨®n ¡°realmente existente¡± y que deber¨ªa servir de marco para una agenda opositora com¨²n que logre cambiar algunas cosas. Las conversaciones ser¨¢n o no relevantes, por supuesto, no solo por la agenda -ya establecida- que las gu¨ªe, sino en la medida en que se articulen tanto a esfuerzos efectivos de cohesi¨®n de la oposici¨®n como con la agenda de la gente ante las urgencias diarias de la gente.
Teniendo en cuenta varias experiencias comparadas, solo dentro de esos par¨¢metros se puede encontrar un espacio importante de acumulaci¨®n de fuerzas que llegue a resultados concretos. Teniendo en cuenta, adem¨¢s, que ciertas condiciones externas pueden fortalecer la posibilidad de que se reanuden las conversaciones -temporalmente suspendidas- y que se conviertan en verdaderas negociaciones. Podr¨ªa ser tambi¨¦n un espacio para el Gobierno, no solo ante un esquema de sanciones complicado. Tambi¨¦n por la perspectiva de un proceso en la Corte Penal Internacional por la investigaci¨®n que su Fiscal ya impulsa lo que debiera conducir ya, entre otras cosas, a acciones internas efectivas para el funcionamiento de la justicia nacional acerca de lo cual algo ya se ha anunciado pero con escasas repercusiones a¨²n.
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