A ti, maltratador de animales

Gracias a los rescatadores, a las asociaciones de animales y a quienes denuncian la situaci¨®n, porque sin ellos no ser¨ªa posible volver a darle una nueva vida a ese ser de cuatro patas. T¨², maltratador de animales, nunca vas a conocer el significado de la confianza y el amor. ?Te acuerdas de aquella vez que abandonaste a tu mascota porque quer¨ªas irte de vacaciones y te sobraba su presencia? Ella se qued¨® esperando a que volvieses. ?Te acuerdas del momento en el que le pegabas palizas? Volv¨ªa a ...

Gracias a los rescatadores, a las asociaciones de animales y a quienes denuncian la situaci¨®n, porque sin ellos no ser¨ªa posible volver a darle una nueva vida a ese ser de cuatro patas. T¨², maltratador de animales, nunca vas a conocer el significado de la confianza y el amor. ?Te acuerdas de aquella vez que abandonaste a tu mascota porque quer¨ªas irte de vacaciones y te sobraba su presencia? Ella se qued¨® esperando a que volvieses. ?Te acuerdas del momento en el que le pegabas palizas? Volv¨ªa a ti d¨¢ndote besos. ?Te acuerdas de las veces que has utilizado a tu mascota como herramienta de caza? Ahora que no te sirve, la abandonas y, sin embargo, ella pensaba que se trataba de un juego. T¨², maltratador, eres un alma vac¨ªa para cuidar a un ser con tanta vida, capaz de perdonar cada error tuyo e incapaz de devolverte todo el da?o que ha recibido. Por gente como t¨², hay miles de abandonos. Por gente como t¨², no creo en la humanidad. Y por gente como t¨², lucho d¨ªa a d¨ªa para que se haga justicia.

Andrea Molero Flete. Barcelona

Guardianes de la esperanza

Hoy ya tengo voz y puedo comer. Hace cuatro meses, no. Repetir monos¨ªlabos frente al espejo hasta la saciedad y tragar aire sin parar me ayud¨® a mejorar, pero el empuje de los logopedas del Vall d¡¯Hebron fue el verdadero motor de mi recuperaci¨®n. Porque un hospital lo habita un ej¨¦rcito de guardianes de la esperanza, de bondades infinitas, que dan alas al paciente. Y lo notamos desde el primer instante. Antes me quedaba sin palabras porque no ten¨ªa voz. Ahora son ellos quienes me dejan sin ellas cuando pretendo contar cu¨¢nto me han ayudado. Alba, Felipe, ?lex, Ana. Gracias.

David Mili¨¢n Casellas. Barcelona

Messi y los hinchas

El f¨²tbol que juega Lionel Messi evidencia que no todos somos igual de capaces, y eso es bueno. La diversidad es un activo humano y el precio que cobra por su juego demuestra que la estructura econ¨®mica de mercado transforma la diversidad en asimetr¨ªa social y en desigualdad de oportunidades. Para la econom¨ªa hegem¨®nica, las personas somos ¨²nicamente herramientas, productores de riqueza, objetos a poseer y bienes absolutamente desechables al perder la capacidad productiva; pero la ¨¦tica pol¨ªtica nos dice que los ciudadanos somos capaces de colaborar y transformar las organizaciones establecidas y de encontrar un lugar propio, no s¨®lo como mano de obra o producto comercial. La experiencia de Messi deber¨ªa obligarnos a cuestionar el sistema econ¨®mico y de valores que le permite a ¨¦l salir del anonimato y de la pobreza, y que, sin embargo, mantiene en ¨¦sta a la mayor parte de sus hinchas.

Luis Fernando Crespo Zorita. Las Rozas (Madrid)

Un Everest por escalar

Aunque se avanza con el apoyo a las mujeres en el deporte, todav¨ªa queda un Everest por escalar. Como deportista de ¨¦lite, hago un llamamiento a patrocinadores, medios y federaciones a que cre¨¢is en nosotras. Los salarios y el dinero repartido desde las federaciones son inferiores y as¨ª no podemos competir al mismo nivel que los hombres. Afortunadamente, tenemos grandes referentes como Ana Peleteiro. El esfuerzo y las ganas est¨¢n de nuestra parte, pero necesitamos que escal¨¦is con nosotros ese Everest para que la igualdad sea posible.

Florencia Amundson Teves. Barcelona