Tienes 3.748.382.627 ¡®emails¡¯

Es muy probable que ayer, al regresar a la oficina y abrir el mail, muchos encontraran un n¨²mero similar al de este titular en su bandeja de entrada. La reacci¨®n ante esa avalancha de correos divide la humanidad en dos: los llamados en las redes sociales #inboxzero: gente ordenada, quiz¨¢s con un poco de TOC, que no puede, no soporta, dejar mails sin leer; y los #infintyinbox, bandeja infinita, que creen que, igual que para la justicia, no hay l¨ªmites para la procrastinaci¨®n. Sea del tipo que sea, no le habr¨¢ hecho ninguna gracia encontrarse ese desprop¨®sito despu¨¦s de un largo puente.

El pasado viernes el estado de ¨¢nimo de Twitter dec¨ªa: out of office (fuera de la oficina) y narraba la satisfacci¨®n de poner un aviso autom¨¢tico en el e-mail ante unos d¨ªas de vacaciones. Hablaban de placer, se acordaban de aut¨®nomos y freelances, aquellos que nunca pueden colgar el aviso. Incluso hablaban de paz mental. Qu¨¦ ilusos.

Esta acumulaci¨®n de correos electr¨®nicos que aterrorizar¨ªa a cualquiera es para algunos un regalo instagramero. Instagram orbita entre un culto desaforado por el wellness y los autocuidados y un culto desaforado por la cultura del esfuerzo y el trabajo. Todo pasado por sus filtros embellecedores. Fotos de ordenadores encendidos de madrugada, con su velita y su cuadernito, o con su gato sobre el teclado, con un comentario que aclara que el usuario est¨¢ trabajando de noche, o en festivo, o en domingo. Pantallazo de una bandeja de entrada repleta de mails. Un avi¨®n a deshora.

Esto no es m¨¢s que la expresi¨®n ligera de una tendencia salvaje de las redes: divinizar el trabajo, focalizar los objetivos vitales en el dinero y el ¨¦xito. Simplificarlo todo en cuentas con tips para ser billonario (s¨ª, billonario), para no rendirte jam¨¢s, para aceptar retos, para no tener l¨ªmites. Desde aquellos anuncios que se encontraban por todo internet de los powercitos, los creadores de un m¨¢ster que promete dar a sus alumnos las claves para ser emprendedores de ¨¦xito, hasta las cuentas m¨¢s desquiciadas, con frases de autoayuda empresarial, que cuentan con cientos de miles de seguidores y publican trucos como ¡°las cinco cosas que debes hacer por la ma?ana para tener un d¨ªa poderoso¡±, ¡°para dejar de ser pobre deja de hacerte el pobrecito¡±, ¡°no des excusas¡± o ¡°los tres pilares para que construyas tu riqueza¡± con una foto de Warren Buffet acompa?ando la frase. Justo mientras los reportajes sobre la Gran Dimisi¨®n, sobre c¨®mo trabajar sin morir en el intento, sobre c¨®mo dejar un empleo o no recibir mensajes laborales fuera de horario se convierten en lo m¨¢s le¨ªdo de los medios.

Anne Helen Petersen, una de las principales escritoras del burnout o agotamiento laboral de los mileniales ¡ªsu texto original en Buzzfeed sobre la generaci¨®n quemada tuvo m¨¢s de siete millones de visitas¡ª, cuyo ¨²ltimo libro se llama, precisamente, Out of Office, titula la ¨²ltima entrega de su newsletter de esta forma: ¡°C¨®mo nuestro sistema venga el descanso¡±. Copio un fragmento: ¡°Pas¨¦ el resto de la semana lidiando con las consecuencias de tan cortas vacaciones: mi bandeja de entrada se desbordaba; estaba atrasada en todo; los perros estaban m¨¢s necesitados; la lista de tareas que no termin¨¦ antes de irme todav¨ªa estaba all¨ª, y de alguna manera hab¨ªa ganado poder, como un queso viejo. La frescura de un fin de semana largo se evapor¨® a una velocidad que fue, francamente, sorprendente. Acab¨¦ esta semana tan cansada, si no m¨¢s, que cuando me fui¡±.

Ayer las redes replicaban, en tono de broma (pero no), el desasosiego que describ¨ªa Petersen en su bolet¨ªn. ¡°Fresco, renovado y lleno de energ¨ªa despu¨¦s del puente¡±, escrib¨ªa Mikel L¨®pez Iturriaga ilustrando su frase con una bella calavera con melena al viento.