Inversiones verdes
La Uni¨®n Europea puede disponer de m¨¢s herramientas en la lucha contra el cambio clim¨¢tico para reforzar su indispensable liderazgo
El mundo necesita acelerar el ritmo de la transici¨®n ecol¨®gica, y esto depende en gran medida de un fuerte incremento de la inversi¨®n, tanto p¨²blica como privada, en iniciativas y tecnolog¨ªas adecuadas. De la Uni¨®n Europea se espera liderazgo en esta tarea vital y en los ¨²ltimos d¨ªas se han dado dos impulsos positivos en ese sentido. Ya ha culminado su tramitaci¨®n el reglamento de la UE que establece los criterios para determinar si una actividad econ¨®mica contribuye de forma...
El mundo necesita acelerar el ritmo de la transici¨®n ecol¨®gica, y esto depende en gran medida de un fuerte incremento de la inversi¨®n, tanto p¨²blica como privada, en iniciativas y tecnolog¨ªas adecuadas. De la Uni¨®n Europea se espera liderazgo en esta tarea vital y en los ¨²ltimos d¨ªas se han dado dos impulsos positivos en ese sentido. Ya ha culminado su tramitaci¨®n el reglamento de la UE que establece los criterios para determinar si una actividad econ¨®mica contribuye de forma sustancial a la mitigaci¨®n del cambio clim¨¢tico. Se trata de un intento de taxonom¨ªa que aclare el panorama y despeje dudas para facilitar la canalizaci¨®n de inversiones hacia iniciativas realmente verdes. Por otra parte, el nuevo Gobierno alem¨¢n aprob¨® el lunes bombear en los presupuestos, con destino verde, unos 60.000 millones de euros de deuda contra¨ªda por el Estado pero no utilizada. Berl¨ªn pretende inyectar en su fondo verde otros 18.000 millones recaudados con impuestos el pr¨®ximo a?o. Junto al dinero ya disponible, esto conformar¨¢ un dep¨®sito de unos 95.000 millones.
Pero no es suficiente. La taxonom¨ªa aprobada es solo la primera parte del trabajo. La segunda consiste en la catalogaci¨®n como verdes o no de recursos y tecnolog¨ªas tan importantes como el gas o la energ¨ªa nuclear. La Agencia Internacional de la Energ¨ªa inform¨® recientemente de que en el ¨²ltimo a?o se ha a?adido una cantidad r¨¦cord de capacidad de producci¨®n de energ¨ªa renovable en el mundo, y, sin embargo, sigue siendo apenas la mitad de la necesaria para cumplir con los objetivos. El debate est¨¢ abierto: la transici¨®n energ¨¦tica puede hacer necesario el uso del gas y la energ¨ªa nuclear durante un tiempo, pero su identificaci¨®n como energ¨ªa verde parece dudosa.
La UE dispone de dos opciones efectivas para facilitar una mayor inversi¨®n. Por un lado, la constituci¨®n de un fondo espec¨ªfico para objetivos verdes financiado con deuda mancomunada. La Uni¨®n ya ha franqueado el Rubic¨®n conceptual de emitir ese tipo de deuda para sobreponerse a la crisis pand¨¦mica. No es irracional pensar en repetir el esquema con otra futura emisi¨®n destinada a combatir la crisis medioambiental. Por supuesto, hay resistencias y para vencerlas es imprescindible, entre otras cosas, que los principales beneficiarios de las actuales ayudas ¡ªItalia y Espa?a¡ª las utilicen con eficacia y emprendiendo un s¨®lido camino reformista.
Por otro lado, el club comunitario puede y debe considerar a fondo mecanismos para sustraer algunas inversiones verdes del yugo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. De hecho, est¨¢ en marcha un proceso de revisi¨®n de ese entramado de normas que permita no computar el gasto dirigido a la lucha contra el cambio clim¨¢tico en los c¨¢lculos de d¨¦ficit para la estabilidad. Es un mecanismo sensato tanto a la vista de la importancia del objetivo clim¨¢tico como para garantizar v¨ªas de est¨ªmulo econ¨®mico a tecnolog¨ªas estrat¨¦gicas de futuro.