El a?o que t¨² naciste
Entonces comprend¨ª el amor y lo hice de tu mano y de la del bisabuelo Vicente, me di cuenta del privilegio que hab¨ªa sido crecer rodeada de cari?o
?Sabes cuando traes a un amigo a casa por primera vez y le cuentas que ese es tu padre, que aquel fue tu colegio y ese el parque en el que jugabas y entonces es como si fueran un padre, un colegio y un parque nuevos? O como si los renovados fueran tus ojos, que cambian el filtro de la costumbre por el del asombro solo por tener otros ojos al lado. Pues as¨ª me sent¨ªa yo el a?o que t¨² naciste.
El a?o que t¨² naciste me pas¨¦ las ma?anas llev¨¢ndote al Jard¨ªn de la Isla como si fuera un bosque encantado. Si era oto?o, hab¨ªa viento y llov¨ªan un mont¨®n de hojas, primero se me saltaban las l¨¢gri...
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?Sabes cuando traes a un amigo a casa por primera vez y le cuentas que ese es tu padre, que aquel fue tu colegio y ese el parque en el que jugabas y entonces es como si fueran un padre, un colegio y un parque nuevos? O como si los renovados fueran tus ojos, que cambian el filtro de la costumbre por el del asombro solo por tener otros ojos al lado. Pues as¨ª me sent¨ªa yo el a?o que t¨² naciste.
El a?o que t¨² naciste me pas¨¦ las ma?anas llev¨¢ndote al Jard¨ªn de la Isla como si fuera un bosque encantado. Si era oto?o, hab¨ªa viento y llov¨ªan un mont¨®n de hojas, primero se me saltaban las l¨¢grimas al ver tu cara de asombro y despu¨¦s me echaba a re¨ªr porque menudo exceso.
Como entr¨¢bamos por la puerta principal nos recib¨ªa siempre la fuente de H¨¦rcules, as¨ª que te contaba sus 12 trabajos y te dec¨ªa que le preguntaras al t¨ªo Javi, que ¨¦l se los sab¨ªa mejor. Las pocas veces que llegabas despierto a la escultura del ni?o de la espina te aseguraba que al d¨ªa siguiente volver¨ªamos, a ver si se la hab¨ªa quitado. El a?o que t¨² naciste me arrepent¨ª de todos los libros que no hab¨ªa le¨ªdo, de todos los vicios y man¨ªas del alma que no hab¨ªa conseguido dejar atr¨¢s antes de que llegaras.
El a?o que t¨² naciste comprend¨ª el amor y lo hice de tu mano y de la del bisabuelo Vicente. De la suya, arrugada y sosteniendo una botella de pl¨¢stico para regar el tiesto que coloc¨® sobre la l¨¢pida de la bisabuela, entend¨ª que trasciende la muerte. De la tuya, suave y regordeta, que preexiste a la vida. El a?o que t¨² naciste me di cuenta del privilegio que hab¨ªa sido crecer rodeada de cari?o, que ser¨ªa tambi¨¦n tuyo. Algunas noches me estremec¨ªa pensando en la cantidad de gente que te quer¨ªa solo por existir, sin saber en qui¨¦n acabar¨ªas convirti¨¦ndote. El a?o que t¨² naciste pens¨¦ de la maternidad lo que Garc¨ªa Alix de la fotograf¨ªa: que ¡°nos lleva al otro lado de la vida, de donde no se vuelve¡±.
El a?o que t¨² naciste me empezaron a preocupar de verdad el precio de la vivienda o la inestabilidad laboral. Es cuando tiene alguien a quien leg¨¢rselo que uno se empieza a tomar en serio el mundo. Por eso nos quieren sin familia y, a poder ser, sin ning¨²n otro v¨ªnculo. ¡°En 2030 no tendr¨¢s nada y ser¨¢s feliz¡±, dec¨ªa el Foro de Davos el a?o que t¨² naciste. Y no hablaban de anticapitalismo.
El a?o que t¨² naciste mis padres dejaron de ser mis padres y yo empec¨¦ a entenderlos. De eso nadie te avisa. Todos te previenen sobre las noches sin dormir, pero nadie te advierte de lo que supone ver a tus padres durmiendo a tus hijos. El a?o que t¨² naciste contradije a Cort¨¢zar cuando escribe eso de que tanto sentido tiene hacer mu?ecos con miga de pan como escribir una novela o luchar con la vida por las ideas que redimen a los pueblos. Lo profano y lo sagrado siguen existiendo, eso lo aprend¨ª el a?o que t¨² naciste. Y tambi¨¦n que quien decida quedarse del mundo solo con lo primero e ignorar lo segundo acabar¨¢ siendo por fuerza un cenizo. Tenga o no fe.
El a?o que t¨² naciste me di cuenta de que me iba a morir. De que todos nos ¨ªbamos a morir, f¨ªjate qu¨¦ tonter¨ªa: yo, pap¨¢, el t¨ªo Javi, los abuelos. Pero no me import¨®, no como otras veces. Porque t¨², ¡°rueda que ir¨¢s muy lejos, ala que ir¨¢s muy alto¡±, habitabas, por fin, el mundo. Y te quedar¨ªas en ¨¦l con un trozo de todos nosotros. Pendiente de si un d¨ªa el espinario consegu¨ªa, por fin, quitarse la astilla.