Los abusos en la Iglesia
La Conferencia Episcopal est¨¢ obligada a rectificar su inacci¨®n ante los casos de abusos sexuales perpetrados por eclesi¨¢sticos
El sufrimiento que causan los abusos sexuales va unido a menudo a la incredulidad, el silencio o el rechazo por parte de las personas o instituciones a las que acude la v¨ªctima para denunciar la agresi¨®n. Es el caso en el que se encuentran numerosos ciudadanos cuyos agresores pertenec¨ªan a la Iglesia cat¨®lica. Al acudir a su jerarqu¨ªa han chocado sistem¨¢ticamente durante a?os con un muro de silencio o, en cas...
El sufrimiento que causan los abusos sexuales va unido a menudo a la incredulidad, el silencio o el rechazo por parte de las personas o instituciones a las que acude la v¨ªctima para denunciar la agresi¨®n. Es el caso en el que se encuentran numerosos ciudadanos cuyos agresores pertenec¨ªan a la Iglesia cat¨®lica. Al acudir a su jerarqu¨ªa han chocado sistem¨¢ticamente durante a?os con un muro de silencio o, en casos excepcionales, con buenas palabras y falsas promesas. El resultado de esta actitud obstruccionista ha sido, por un lado, una ausencia completa de justicia ¡ªy todav¨ªa menos de reparaci¨®n¡ª y, por otro, una impunidad pr¨¢ctica tanto para los agresores como para quienes les han encubierto.
En octubre de 2018, EL PA?S comenz¨® a publicar la que es la mayor investigaci¨®n realizada sobre abusos sexuales en el seno de la Iglesia cat¨®lica en Espa?a y que abarca desde los a?os cuarenta hasta la actualidad. Un trabajo riguroso donde se ha aplicado un criterio restrictivo que se inici¨® con la publicaci¨®n de 34 casos y que, hoy en d¨ªa, abarca ya m¨¢s de un centenar. Este peri¨®dico ha puesto en marcha la ¨²nica contabilidad de referencia de casos conocidos en Espa?a, tambi¨¦n publicados por otros medios, y en este momento ascienden a 364 casos y 956 v¨ªctimas, 10 veces m¨¢s que hace tres a?os. Durante este tiempo otros centenares de v¨ªctimas de abusos perpetrados por cl¨¦rigos o en el entorno de la Iglesia se han puesto en contacto con este peri¨®dico a trav¨¦s de un correo electr¨®nico habilitado a tal efecto. Personas, no necesariamente lectores, que han visto finalmente una instancia donde al menos poder ser escuchadas con objetividad y sin prejuicio alguno. Es un primer paso imprescindible que la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica les ha negado sistem¨¢ticamente.
Bajo el principio de que la labor period¨ªstica es un servicio a la sociedad y ante la evidente pasividad demostrada hasta el momento por la jerarqu¨ªa cat¨®lica espa?ola, EL PA?S ha hecho llegar directamente al papa Francisco ¡ªcuya condena tajante de los abusos ha sido expl¨ªcita y reiterada desde el mismo inicio de su pontificado¡ª un informe con otras 251 denuncias formadas por relatos veros¨ªmiles acompa?ados de indicios cre¨ªbles. La mayor¨ªa de las ¨®rdenes religiosas presentes en Espa?a, a las que se ha hecho llegar la documentaci¨®n, han confirmado que abrir¨¢n investigaciones.
Es hora de que la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) adopte una actitud responsable y corrija su renuencia a encargar una investigaci¨®n independiente de los casos que afectan a las di¨®cesis. Un trabajo de estas caracter¨ªsticas llevado a cabo por la misma CEE estar¨ªa marcado desde el principio por la sospecha inevitable de ser juez y parte. As¨ª lo han entendido durante los ¨²ltimos 20 a?os las Conferencias Episcopales de Estados Unidos, Alemania o Francia que libremente han encargado a diversos organismos independientes un trabajo cuyo objetivo prioritario es hacer justicia a ni?os y adolescentes que vieron traicionada su confianza, primero por los abusos en s¨ª mismos y despu¨¦s por el muro de incredulidad, silencio e incomprensi¨®n por parte de la instituci¨®n a la que pertenec¨ªan los agresores y a la que acudieron buscando un amparo que nunca lleg¨®.