El Papa: ¡°Los pecados carnales no son los peores¡±

El papa Francisco regres¨® el lunes por la ma?ana de su viaje por Chipre y Grecia, donde volvi¨® cinco a?os despu¨¦s a la isla de Lesbos para descubrir que poco hab¨ªa cambiado desde entonces. El Pont¨ªfice se refiri¨® de nuevo al drama migratorio en la tradicional rueda de prensa que ofrece en el avi¨®n. Francisco, como ya hizo durante todas sus paradas del viaje, arremeti¨® tambi¨¦n contra la Uni¨®n Europea (UE) por su falta de compromiso en cuestiones centrales como la acogida o el intento de uniformizar y diluir las diferencias existentes entre pa¨ªses. Pero sorprendi¨®, adem¨¢s, comentando los detalles de la fulminante dimisi¨®n el pasado jueves del arzobispo de Par¨ªs, Michel Aupetit, a quien defendi¨® asegurando que se trataba m¨¢s bien de un tema reputacional y revelando que hab¨ªa practicado solo ¡°peque?os masajes y caricias¡± a su secretaria. ¡°Los pecados de la carne no son los m¨¢s graves¡±.

El mismo tema condujo tambi¨¦n las preguntas hacia el informe que ha elaborado una comisi¨®n independiente creada por la Conferencia Episcopal francesa sobre los abusos sexuales cometidos durante siete d¨¦cadas. La investigaci¨®n cifra en unos 300.000 los casos y oblig¨® a la Iglesia francesa a admitir que tuvieron ¡°un car¨¢cter sist¨¦mico¡± y que se mantuvo una ¡°cruel indiferencia¡± antes los hechos. Preguntado por las implicaciones que el monumental inventario de fechor¨ªas sexuales del clero franc¨¦s podr¨ªa tener para la Iglesia universal, el Papa respondi¨® que no lo ha le¨ªdo y que recibir¨¢ en las pr¨®ximas semanas a los obispos galos para tener m¨¢s datos.

El Papa, en cambio, como ya ha hecho en otras ocasiones, sorprendi¨® pidiendo que parte de esos hechos y, en general todos los abusos y sus encubrimientos, se juzguen con la ¨®ptica de aquella ¨¦poca. ¡°Cuando se hacen estos estudios hay que estar atentos a las interpretaciones realizadas en un arco de tiempo tan largo. Hay riesgo de confundir el modo de afrontar un problema 70 a?os antes. Una situaci¨®n hist¨®rica debe interpretarse con la hermen¨¦utica de la ¨¦poca, no con la nuestra. La esclavitud, por ejemplo, los abusos de hace 100 a?os, nos parecen una brutalidad. El mundo era otro, hab¨ªa otra hermen¨¦utica. En el caso de la Iglesia se encubr¨ªa... Era una cosa que pasaba en las familias y en los barrios. Hoy decimos que no funciona. Pero hay que interpretar con la hermen¨¦utica de cada ¨¦poca¡±, se?al¨®.

La teor¨ªa del Papa no es fruto de una respuesta improvisada en una rueda de prensa a¨¦rea. La ha repetido otras veces y suele incomodar enormemente a las v¨ªctimas, que no encuentran ninguna posible ¨®ptica hist¨®rica para interpretar la violaci¨®n de un menor o el hecho de que la c¨²pula eclesial encubriese a los delincuentes que lo hicieron. O todav¨ªa peor, que lo sigan haciendo. Incluso si la teor¨ªa fuese aceptada, consideran, no se trata de una perspectiva de siglos, sino de muy pocas d¨¦cadas.

La Navidad inclusiva de la Uni¨®n Europea

El Papa, siguiendo los temas de otras preguntas, critic¨® la sugerencia de la Uni¨®n Europea de eliminar la palabra Navidad en las felicitaciones de las fiestas en aras de buscar un lenguaje m¨¢s inclusivo con otras tradiciones o religiones. El tema ha despertado fuertes cr¨ªticas entre la ultraderecha italiana. Francisco tampoco comparte ese intento de cambio. ¡°Es un anacronismo. Muchas dictaduras han intentado hacerlo. Piensen en Napole¨®n. Es una moda de esa laicidad de agua destilada. No funcion¨® nunca durante la historia. Pero me hace pensar una cosa necesaria sobre la Uni¨®n Europea. Hay que tomar los ideales de grandeza de los padres fundadores, y estar atenta a no hacer el juego a las colonizaciones ideol¨®gicas. Eso podr¨ªa hacerla caer. La UE debe respetar la estructura de cada pa¨ªs y no querer uniformizarnos¡±.

Francisco habl¨® tambi¨¦n durante su viaje de un incipiente retroceso de la democracia en algunos pa¨ªses, ¡°no solo en Europa¡±. Una afirmaci¨®n que desarroll¨® durante el vuelo de vuelta. Primero, dijo, hay que mantenerse atentos ante el avance de los populismos. Pero en la misma l¨ªnea de lo que ya hab¨ªa dicho respecto al lenguaje inclusivo, insisti¨® en la idea de mantener la propia identidad. ¡°La democracia se debilita cuando se sacrifican los valores nacionales, o se diluyen, hacia una especie de imperio o un gobierno supranacional. Y eso nos debe hacer pensar. La dictadura del nosotros y no los otros, hay que evitar diluir la propia identidad. [¡­] Eso sucede tambi¨¦n cuando una superpotencia dicta el comportamiento cultural, pol¨ªtico o econ¨®mico a otros pa¨ªses¡±.

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