El ¨¦xito de una reforma
El apoyo tripartito a la reforma laboral rompe la abusiva temporalidad y garantiza el acceso a los fondos europeos
El un¨¢nime acuerdo alcanzado este jueves sobre la reforma laboral culmina con ¨¦xito varios meses de dur¨ªsimas negociaciones. Contribuye a eliminar la temporalidad abusiva, a asentar la paz social, afianzar la estabilidad pol¨ªtica y garantizar el acceso a los fondos europeos.
Su dimensi¨®n hist¨®rica radica en que por primera vez en m¨¢s de 40 a?os una reforma del mercado laboral de esta envergadura ¡ªy muy controvertida¡ª ...
El un¨¢nime acuerdo alcanzado este jueves sobre la reforma laboral culmina con ¨¦xito varios meses de dur¨ªsimas negociaciones. Contribuye a eliminar la temporalidad abusiva, a asentar la paz social, afianzar la estabilidad pol¨ªtica y garantizar el acceso a los fondos europeos.
Su dimensi¨®n hist¨®rica radica en que por primera vez en m¨¢s de 40 a?os una reforma del mercado laboral de esta envergadura ¡ªy muy controvertida¡ª logra el consenso de los agentes sociales al completo. Es un logro que ayuda a rebajar el pesimismo social que genera la persistente polarizaci¨®n de la vida p¨²blica espa?ola.
El acuerdo consagra instrumentos, en principio adecuados, para acabar con el fraude sist¨¦mico enroscado a los contratos temporales, justo en lo que fracas¨® la reforma de 2012 del entonces presidente Mariano Rajoy. Los temporales duplican en n¨²mero la media europea y condenan a una humillante precariedad ¡ªconcatenada, con un ritmo frecuentemente de un contrato cada d¨ªa¡ª a millones de trabajadores. Esta era la primera gran obligaci¨®n de la reforma. Los contratos normales ser¨¢n los indefinidos. Los temporales lo ser¨¢n solo con causas espec¨ªficas justificadas y controladas, adem¨¢s de acotadas ¡ªseis meses ampliables al doble por convenio, o 90 d¨ªas¡ª, con singularidades para sectores como el agr¨ªcola o la construcci¨®n.
La credibilidad de la nueva norma est¨¢ en que garantiza un gravoso coste para el incumplidor. Las sanciones se calcular¨¢n por cada uno de los trabajadores afectados y no por cada compa?¨ªa individual responsable. La exigencia de rigor legal se traslada tambi¨¦n a las subcontratistas, cuyos salarios depender¨¢n del convenio sectorial regulador de su actividad. El acuerdo equilibra las fuerzas entre empresarios y trabajadores. El redactado final de este cap¨ªtulo ha logrado completar el doble designio de la Comisi¨®n Europea: ofrecer seguridad al trabajador, proporcionar flexibilidad al empresario.
La seguridad se refuerza con la primac¨ªa del convenio sectorial sobre el de empresa (aunque con limitaciones) o la vigencia de los convenios tras su vencimiento, entre otras exigencias sindicales. La flexibilidad se cifra en el mantenimiento de los est¨¢ndares indemnizatorios por despido, en la renuncia al incremento directo del poder sindical en las pymes y, sobre todo, en el reconocimiento de la potestad empresarial de organizar las condiciones del trabajo (art¨ªculo 41 del Estatuto).
Estamos ante una reforma profunda que no supone ni la derogaci¨®n total de la anterior ni exhibe el inmovilismo por el que clamaban otros. Debe mucho tanto al realismo tenaz de los sindicatos como al pragmatismo del presidente de la patronal, que afianza la autonom¨ªa empresarial ante las invitaciones catastrofistas al boicoteo por parte de la derecha pol¨ªtica. Y tambi¨¦n al Gobierno, que ha estado tejiendo durante meses un dificil¨ªsimo equilibro y ha conseguido hacer convivir las diferencias de la coalici¨®n para alumbrar una reforma imprescindible. Todo ello hace presumir una fluida tramitaci¨®n en el Congreso de los cambios acordados y el visto bueno de Bruselas: de ¨¦l depende la v¨ªa libre para los fondos europeos en 2022.