Los ant¨ªgenos de la especulaci¨®n
Las dificultades de suministro de test han llevado al desabastecimiento sin que el Gobierno ni las comunidades aut¨®nomas hayan intervenido
Al miedo y la ansiedad en la poblaci¨®n y la fuerte presi¨®n asistencial provocada por la explosiva propagaci¨®n de la variante ¨®micron se ha sumado un factor de confusi¨®n que en algunos momentos ha alcanzado tintes folletinescos: las maniobras especulativas en torno a los test de ant¨ªgenos. Aunque no es del todo fiable como instrumento diagn¨®stico por la posibilidad de falsos negativos, esta prueba de autodiag...
Al miedo y la ansiedad en la poblaci¨®n y la fuerte presi¨®n asistencial provocada por la explosiva propagaci¨®n de la variante ¨®micron se ha sumado un factor de confusi¨®n que en algunos momentos ha alcanzado tintes folletinescos: las maniobras especulativas en torno a los test de ant¨ªgenos. Aunque no es del todo fiable como instrumento diagn¨®stico por la posibilidad de falsos negativos, esta prueba de autodiagn¨®stico se hab¨ªa convertido en una herramienta ¨²til para mantener los encuentros familiares durante la Navidad reduciendo el riesgo de contagio y la incertidumbre. Pero los ciudadanos se han encontrado con un problema de desabastecimiento que ha afectado a toda Espa?a.
En un momento de dificultades log¨ªsticas para la distribuci¨®n de todo tipo de productos, era poco probable que los test de ant¨ªgenos pudieran escapar a los efectos de una situaci¨®n de escasez, en la que en una semana la demanda ha pasado de 20.000 a 250.000 unidades diarias. Tres cuartas partes de los test que se comercializan en Espa?a proceden de China, y aunque todos los pa¨ªses azotados por ¨®micron han multiplicado los pedidos y han sufrido tensiones de suministro, Espa?a ha rozado el desabastecimiento y es uno de los pa¨ªses donde m¨¢s caras son estas pruebas. Experimentos como el de la Comunidad de Madrid han agravado la situaci¨®n por su cuenta al incurrir en una promesa efectista pero mal planificada: de los seis millones de test de ant¨ªgenos prometidos para farmacias, han llegado en torno a 1,5 millones, con la consiguiente frustraci¨®n de quienes aspiraban a ellos.
Resulta particularmente lamentable que ciertos operadores comerciales hayan aprovechado esta circunstancia para doblar y hasta triplicar sus precios. Los test que hace tres semanas se pod¨ªan comprar por menos de cuatro euros han alcanzado estos d¨ªas los 10 y hasta 12 euros en farmacia. Es una maniobra especulativa condenable porque obtiene unos beneficios oportunistas a costa de dificultar el acceso a la prueba a personas con menor poder adquisitivo. Una familia de cuatro miembros podr¨ªa llegar a gastar hasta 80 euros, dado que el autodiagn¨®stico seguro requiere al menos dos test en 24-48 horas, y no todos pueden afrontar ese gasto sobrevenido.
La reacci¨®n de los Gobiernos central y auton¨®micos ha estado por debajo de lo exigible ante una poblaci¨®n desconcertada por el avance y la rapidez de los contagios. Las ¨²ltimas semanas han ense?ado que bajar la guardia ante este virus es casi la condici¨®n necesaria de un nuevo agravamiento. Tanto el Gobierno central como las comunidades aut¨®nomas han pecado de imprevisi¨®n y de falta de reflejos a la hora de actuar contra los efectos de la variante ¨®micron con las Navidades a la vuelta de la esquina. La exigencia de una certificaci¨®n muy rigorista ha impedido que fabricantes nacionales pudieran aportar su capacidad productiva. Otros Gobiernos europeos han habilitado mecanismos para limitar los precios, como ha hecho Francia, e hizo en su momento el Gobierno espa?ol en relaci¨®n con las mascarillas. Pero solo Italia tiene en Europa precios por encima de los espa?oles.