Esplendor
Al salir del cine, tras ver ¡®El poder del perro¡¯, de Jane Campion, sent¨ª que la grandeza del mundo no ten¨ªa por qu¨¦ ser pasajera. Por muchas horas no lo fue
Leo una frase de John Cage y me quedo pegada: ¡°Mi pensamiento requiere cierta sensaci¨®n de no-saber¡±. Pocas veces he sabido menos cosas que en los ¨²ltimos dos a?os. Me aglutin¨¦ en torno a un n¨²cleo duro de hostilidad e ira, un p¨¢jaro con las mand¨ªbulas apretadas y el pico sangrante. No s¨¦ si eso me dej¨® ganancia. Traigo a la superficie pensamientos m¨¢s acordes con esta fecha. Vi hace poco en Madrid ...
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Leo una frase de John Cage y me quedo pegada: ¡°Mi pensamiento requiere cierta sensaci¨®n de no-saber¡±. Pocas veces he sabido menos cosas que en los ¨²ltimos dos a?os. Me aglutin¨¦ en torno a un n¨²cleo duro de hostilidad e ira, un p¨¢jaro con las mand¨ªbulas apretadas y el pico sangrante. No s¨¦ si eso me dej¨® ganancia. Traigo a la superficie pensamientos m¨¢s acordes con esta fecha. Vi hace poco en Madrid El poder del perro, de Jane Campion. La sala del cine estaba repleta y caliente y, aunque cre¨ª que iba a distraerme elevando plegarias a mi vacuna contra la covid, muy pronto empec¨¦ a flotar. Directora de Un ¨¢ngel sobre mi mesa, de El piano, este es su primer largo en a?os. ?Se puede ser mejor siempre? Alejandro Zambra escribi¨® una novela genial llamada Bons¨¢i en 2006 y 14 a?os despu¨¦s, en 2020, public¨® Poeta chileno, un cl¨¢sico contempor¨¢neo, una superaci¨®n expansiva de su obra, distinta a todo lo que hab¨ªa hecho antes. Hay gente que puede ser mejor siempre, y debemos suponer que eso se debe a su talento y al coraje de cometer lo inesperado. El poder del perro no se parece a ninguna pel¨ªcula de Campion y, sin embargo, es id¨¦ntica en su ADN: personajes sin pasado aunque de enorme espesor; erotismo inseminado como una descarga voltaica. Si en sus obras anteriores suceden cosas todo el tiempo, en esta se registran solo los ecos de sucesos que no se nos permite ver, parsimoniosos, incendiarios, inervados por una sustancia inquietante y escondida. Cuando sal¨ª, en la plaza de Espa?a el bullicio era atroz, las luces una infecci¨®n, pero todo lo s¨®rdido resultaba afable y la ciudad parec¨ªa a punto de echarse a volar. Pens¨¦ que esos versos de Louise Gl¨¹ck ¡ª¡±En su grandeza y su esplendor, el mundo/ estaba al fin presente¡±¡ª se hab¨ªan hecho realidad, y que el esplendor del mundo no ten¨ªa por qu¨¦ ser pasajero. Por muchas horas no lo fue.