Macron y la resistencia europea
Una parte de la batalla sobre las esencias europeas se juega en las elecciones presidenciales de Francia del mes de abril
La presidencia de turno de Francia en el Consejo de la Uni¨®n Europea se solapa con la campa?a para las elecciones presidenciales de abril en las que Emmanuel Macron ser¨¢ candidato. No resulta extra?o que haya reforzado en su primera y encendida intervenci¨®n en Estrasburgo un discurso europe¨ªsta en clave de resistencia activa contra sus adversarios y contra socios m¨¢s tibios. Su defensa de los valores y la singularidad democr¨¢tica europea enlaza sin fi...
La presidencia de turno de Francia en el Consejo de la Uni¨®n Europea se solapa con la campa?a para las elecciones presidenciales de abril en las que Emmanuel Macron ser¨¢ candidato. No resulta extra?o que haya reforzado en su primera y encendida intervenci¨®n en Estrasburgo un discurso europe¨ªsta en clave de resistencia activa contra sus adversarios y contra socios m¨¢s tibios. Su defensa de los valores y la singularidad democr¨¢tica europea enlaza sin fisuras con el compromiso contra el cambio clim¨¢tico, la revoluci¨®n digital y la seguridad como desaf¨ªos de la Uni¨®n. Ese modelo ¡°¨²nico en el mundo¡± supo encontrar pol¨ªticas proactivas y solidarias para afrontar los efectos de la pandemia.
El s¨®lido europe¨ªsmo de Macron hab¨ªa sido ya argumento central para su triunfo en las elecciones francesas de 2017, y quiz¨¢s por ello ha sido acusado por varios diputados ¡ªcon el verde Yannick Jadot y el lepenista Jordan Bardella al frente¡ª de llevar la campa?a presidencial al Parlamento Europeo. Una parte de la lucha por lo que es Europa frente a los populismos de ultraderecha se est¨¢ jugando, efectivamente, en las presidenciales de Francia. La inclusi¨®n que propuso Macron del derecho al aborto en la Carta de Derechos Fundamentales responde indirectamente al desconcertante nombramiento para la presidencia del Parlamento Europeo de una conservadora y antiabortista como Roberta Metsola, en plena ofensiva del Gobierno ultraconservador en Polonia para imponer en aquel pa¨ªs medidas antiabortistas. Macron habr¨ªa resultado m¨¢s convincente si su propia familia pol¨ªtica liberal hubiese votado en contra de ese nombramiento.
Su definici¨®n de Europa como campo de batalla del Estado de derecho ten¨ªa sin duda en el punto de mira a Polonia y Hungr¨ªa, pero tambi¨¦n a l¨ªderes populistas que quieren socavar ese pilar comunitario en plena disputa de la presidencia francesa: Eric Zemmour, Marine Le Pen o Jean-Luc M¨¦lenchon. Adem¨¢s de la bandera de la democracia liberal como eje de su discurso, Macron promulg¨® la idea de la Europa de la defensa, convertida ya en la gran ambici¨®n de su presidencia. Argument¨® la cooperaci¨®n transatl¨¢ntica en el marco de la autonom¨ªa estrat¨¦gica de la Uni¨®n, pero pidi¨® a la vez a los Estados miembros la capacidad de ¡°llevar a cabo su propio di¨¢logo¡± con Rusia, en alusi¨®n a la actual tensi¨®n en Ucrania. En la negociaci¨®n de ese conflicto entre Washington y Mosc¨² faltan Bruselas y Kiev, en efecto, pero la urgencia de la crisis de Ucrania pilla en pa?ales el debate de la defensa europea. No hay tiempo ahora. La gravedad de la situaci¨®n no permite esperar a construir una arquitectura de seguridad en Europa, aunque siga siendo una deuda pendiente esa autonom¨ªa defensiva acorde con la ret¨®rica de la resistencia europea que gusta a Macron.