Las elecciones y la covid marcan la presidencia francesa de la UE
Macron aboga por un cambio de rumbo hacia una Europa m¨¢s fuerte y soberana
Para el europe¨ªsta convencido que es Emmanuel Macron, asumir la presidencia semestral de la Uni¨®n Europea, algo que a los pa¨ªses miembro toca solo aproximadamente cada 13 a?os, supone un punto culminante de su mandato, que buscar¨¢ renovar en abril. El gobernante galo ha prometido un ¡°cambio de rumbo¡± en este 2022 para lograr una Europa ¡°poderosa en el mundo, plenamente soberana, libre en sus elecciones y al mando de su destino¡±. Pero los obst¨¢culos a la ambiciosa agenda europea ¡ªreformas fiscales, clim¨¢ticos, migratorios o de defensa¡ª que Macron se ha impuesto para los pr¨®ximos seis meses no paran de crecer.
Ah¨ª est¨¢ la incertidumbre que sigue generando la pandemia de coronavirus, sobre todo tras el golpe ¡ªmoral, sanitario y organizativo¡ª que ha supuesto la fulgurante expansi¨®n de la variante ¨®micron y que marcar¨¢ fuertemente el ritmo en este comienzo de a?o. Adem¨¢s, por primera vez, Macron no podr¨¢ apoyarse en uno de los actores clave de la construcci¨®n europea en este siglo y aliada de primera hora del mandatario franc¨¦s, la ya excanciller alemana Angela Merkel.
El principal desaf¨ªo es, sin embargo, interno: las elecciones presidenciales francesas que tendr¨¢n lugar en pleno ecuador de su mandato europeo (aunque todav¨ªa no ha oficializado su candidatura, nadie duda de que Macron buscar¨¢ la reelecci¨®n en los comicios de abril) y que ya le han provocado el primer disgusto.
La celebraci¨®n de la presidencia de la UE qued¨® r¨¢pidamente ahogada por una pol¨¦mica que ha degenerado en un pulso pol¨ªtico-electoral interno sin ganador claro: la decisi¨®n de colgar bajo el Arco del Triunfo de Par¨ªs la bandera europea para la llegada del nuevo a?o fue r¨¢pidamente denunciada por los candidatos de derecha y ultraderecha como un ¡°ultraje¡± y hasta ¡°traici¨®n¡± a los valores franceses. Aunque el Gobierno se defendi¨® de las acusaciones, acab¨® retirando el s¨ªmbolo europeo en la noche del s¨¢bado al domingo. El El¨ªseo asegur¨® que as¨ª hab¨ªa estado previsto desde el principio, pero ello no impidi¨® que la l¨ªder de extrema derecha, Marine Le Pen, una de las principales rivales de Macron en abril, lo celebrara como una ¡°bella victoria patri¨®tica¡±.
No obstante, y aunque el papel del pa¨ªs que ostenta la presidencia de turno es mucho menor desde que hay un presidente permanente del Consejo Europeo (ahora el belga Charles Michel), para un Macron que ya en 2017 defendi¨® la necesidad de una Europa m¨¢s fuerte y unida como argumento de campa?a en momentos en que su principal rival, Le Pen, abogaba incluso por la salida del euro (postura que corrigi¨® tras su derrota electoral), la presidencia europea podr¨ªa tambi¨¦n servirle de plataforma de cara a su inminente campa?a presidencial, pese a que ello pueda suponerle nuevos desaf¨ªos ¡ªy cr¨ªticas¡ª en materia de compatibilidad de funciones.
Ya lo dijo Macron en su discurso de fin de a?o, tradicional momento en que los presidentes franceses hacen balance de su gesti¨®n y revelan sus retos para los doce meses siguientes. ¡°Los valores que porta nuestra Uni¨®n ¡ªdemocracia, equilibrio entre libertad y solidaridad, una cierta idea del ser humano¡ª son, estoy convencido, los que nos permitir¨¢n afrontar los desaf¨ªos contempor¨¢neos¡±, dijo. ¡°Europa es el ¨²nico camino por el que Francia ser¨¢ m¨¢s fuerte ante el estruendo del mundo y de las grandes potencias¡±, insisti¨® tras recordar que, sin la UE, probablemente ni Francia ni otros pa¨ªses europeos dispondr¨ªan hoy de suficientes vacunas contra el coronavirus ni contar¨ªan con fondos suficientes para relanzar su econom¨ªa y evitar una profunda crisis tras el frenazo que ha provocado la pandemia.
Bajo la presidencia francesa, afirm¨® el mandatario galo, ¡°2022 debe suponer un momento de cambio de rumbo europeo¡± y tambi¨¦n: ¡°Tiempo de avances para el dominio de nuestras fronteras, nuestra defensa, la transici¨®n clim¨¢tica, la igualdad entre mujeres y hombres, la construcci¨®n de una nueva alianza con el continente africano, un mejor marco para las grandes plataformas de internet y la cultura en Europa¡±.
Coordinar durante el primer semestre del a?o el Consejo Europeo da a Francia la oportunidad de insertar en la agenda comunitaria las prioridades que el Ejecutivo de Macron ha ido subrayando en los ¨²ltimos tiempos. Una de ellas es, sin duda, la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El propio presidente franc¨¦s lo dio por muerto en la presentaci¨®n de su programa: ¡°Debemos volver a reglas presupuestarias comunes, pero no podemos hacer como si no hubiera pasado nada¡±. La Comisi¨®n Europea ha abierto una consulta para la revisi¨®n de las reglas fiscales y en los pr¨®ximos meses tiene que dar a conocer su posici¨®n. Ah¨ª Francia, un pa¨ªs partidario de que se apliquen con flexibilidad las normas, utilizar¨¢ su presidencia para intentar hacer avanzar sus posiciones con la ayuda de Italia. No en vano, el propio Macron y el primer ministro italiano, Mario Draghi, acaban de publicar un art¨ªculo conjunto en el diario brit¨¢nico Financial Times dejando clara su posici¨®n. Adem¨¢s, a unas semanas de la primera ronda de las elecciones presidenciales, el mandatario pretende convertirse en el anfitri¨®n de un Consejo que defina ¡°un nuevo modelo de crecimiento europeo¡±.
Junto a la econom¨ªa y las reglas fiscales, otra de las prioridades a las que Macron ha apuntado est¨¢n en la defensa y en la autonom¨ªa estrat¨¦gica de la Uni¨®n Europea. En este punto, ser¨¢ clave la presentaci¨®n, tambi¨¦n en marzo de este a?o, de la llamada Br¨²jula Estrat¨¦gica, en la que se buscar¨¢ dar un salto en la capacidad militar de la UE con el objetivo de disponer de la fuerza necesaria para ¡°promover su visi¨®n y defender sus intereses¡±. Par¨ªs ya acepta que los pasos que den los Estados miembros en este terreno deben ser de forma complementaria a la OTAN. Y, precisamente en esta organizaci¨®n, se jugar¨¢ una de las partidas diplom¨¢ticas m¨¢s atractivas de los pr¨®ximos meses, pues tiene que elegirse al pr¨®ximo secretario general de la Alianza Atl¨¢ntica, aunque en este caso, el sucesor de Jens Stoltenberg se decidir¨¢ en la cumbre que la organizaci¨®n celebrar¨¢ en Madrid.
La bandera europea sigue agitando la campa?a francesa
La polémica sobre la conveniencia de que una bandera europea ondee en un monumento de alta sensibilidad patriótica como es el Arco del Triunfo de París —donde se encuentra la tumba del soldado desconocido que honra a los caídos por Francia— parece demasiado jugosa como para que desaparezca con la retirada el domingo del pabellón azul.
Tras los gritos de “traición” de la ultraderecha y hasta de la derecha convencional durante el fin de semana, el lunes entraron al trapo algunos de los candidatos presidenciales de la izquierda (no todos). El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, que cuestiona abiertamente los tratados europeos, calificó de “capricho de comunicación” la decisión del presidente Emmanuel Macron de colocar la bandera europea ahí donde tradicionalmente ondea la francesa para conmemoraciones nacionales.
“El presidente Macron lo ha decidido solo y sin preguntarle nada a nadie”, cuando “existe un decreto que prohíbe ondearla sin los colores nacionales”, agregó en referencia, según la prensa, a un “protocolo” que propuso Nicolas Sarkozy en 2007 para lograr adoptar el tratado de Lisboa por el Parlamento, estipulando que “ni el himno ni la bandera (europeos) serán reconocidos como tales por Francia”, subrayó Mélenchon. El Gobierno había replicado la víspera que fue precisamente Sarkozy, el último presidente francés que ostentó la presidencia de la UE en 2008, el que decidió colocar la bandera europea —aunque junto a la francesa— en el mismo lugar del Arco del Triunfo que ahora parece causar tanto malestar entre tantos rivales presidenciales. Otro al que no ha gustado la idea de Macron ha sido el candidato comunista, Fabien Roussel, que lamentó la decisión de izar en un “símbolo de la nación” una bandera que “para muchos es símbolo de deslocalizaciones, desindustrialización, de pérdida de soberanía”.
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