M¨²sica y letra, fama y principios
Neil Young abandona Spotify por un audio antivacunas la semana en que Eric Clapton dice que los vacunados fueron ¡°hipnotizados¡±
Dos leyendas de la m¨²sica, Eric Clapton y Neil Young, encarnan esta semana las luces y sombras de las redes sociales, su poder y sus riesgos.
La sombra. Clapton concedi¨® una entrevista a un canal de YouTube llamado The Real Music Observer, pero en la charla hubo poca m¨²sica, mucho coronavirus y casi nada de realidad. El guitarrista asegur¨®, entre otras cosas, que los vacunados lo hicieron ¡°hipnotizados¡± por la ¡°publicidad subliminal¡± lanzada por las farmac¨¦uticas a trav¨¦s de la misma plataforma: YouTube. Su...
Dos leyendas de la m¨²sica, Eric Clapton y Neil Young, encarnan esta semana las luces y sombras de las redes sociales, su poder y sus riesgos.
La sombra. Clapton concedi¨® una entrevista a un canal de YouTube llamado The Real Music Observer, pero en la charla hubo poca m¨²sica, mucho coronavirus y casi nada de realidad. El guitarrista asegur¨®, entre otras cosas, que los vacunados lo hicieron ¡°hipnotizados¡± por la ¡°publicidad subliminal¡± lanzada por las farmac¨¦uticas a trav¨¦s de la misma plataforma: YouTube. Sus declaraciones llegaron r¨¢pidamente a Twitter, que se dividi¨® en partidarios ¡ªagrupados en la etiqueta #IsupportClapton, yo apoyo a Clapton¡ª y detractores ¡ªque inventaron el t¨¦rmino #covidiot, o sea, covidiota¡ª. Su m¨²sica sigue sonando como los ¨¢ngeles, que lloran en el cielo, pero se le ha atascado la letra.
La luz. Cuando a¨²n no nos hab¨ªamos recuperado del disgusto de ver a un genio decir una sandez, vino Neil Young a salvarnos. El cantante irrumpi¨® en la lista de temas m¨¢s comentados de Twitter al lanzar un ultim¨¢tum a Spotify: o eliminaban el podcast del c¨®mico Joe Rogan, otro abonado a las teor¨ªas conspirativas y antivacunas, o ¨¦l retiraba su obra, 60 a?os de canciones, de la plataforma musical. ¡°Los j¨®venes creen que Spotify nunca ofrecer¨ªa informaci¨®n gravemente incorrecta. Desafortunadamente, est¨¢n equivocados. Se venden mentiras a cambio de dinero. Me di cuenta de que no pod¨ªa continuar contribuyendo a la potencialmente mortal desinformaci¨®n de Spotify¡±, explic¨®. ¡°Pueden tener a Rogan o a Young. No ambos¡±, a?adi¨®.
La plataforma eligi¨® al c¨®mico; la media de audiencia de cada cap¨ªtulo de su programa es de 11 millones de oyentes. Su p¨²blico le ha o¨ªdo contar c¨®mo se trataba la covid con un medicamento veterinario desaconsejado para humanos y entrevistar a un vir¨®logo, Robert Malone, cuya cuenta hab¨ªa sido eliminada por Twitter porque, entre otras cosas, comparaba la campa?a de inmunizaci¨®n en EE UU con el Holocausto.
El ¨¦xito de propagaci¨®n de las palabras de Clapton evidencia uno de los principales defectos de las redes: la confusi¨®n de fuentes. Los medios de comunicaci¨®n tradicionales est¨¢n obligados a informar con rigor, y eso empieza por acudir, en cada asunto, a la autoridad o referencia m¨¢s competente. En el caso de una pandemia, por ejemplo, un epidemi¨®logo. Un artista no puede informar sobre el coronavirus, s¨ª opinar, pero su popularidad, sumada a un arma de difusi¨®n masiva, provoca a menudo que se tome una idiotez ¡ªvacunaci¨®n por hipnosis¡ª como una posibilidad.
La contundente reacci¨®n de Neil Young habla, por su parte, del valor de los gestos. El artista tampoco es una fuente adecuada para hablar de la pandemia, ni puede resolver el problema de la desinformaci¨®n, pero s¨ª llamar la atenci¨®n al respecto. Young entiende que su fama implica una responsabilidad, sabe que mucha gente lo escucha y por eso no quiere ¡°contribuir¡± a desinformar a su audiencia comparti¨¦ndola con un antivacunas. Al abandonar Spotify, que cuenta con 165 millones de suscriptores en todo el mundo, el artista, de 76 a?os, pierde el 60% de las reproducciones de su obra y sacrifica la posibilidad de acercarse masivamente al p¨²blico m¨¢s joven.
Young ya demand¨® a Donald Trump por usar canciones suyas en sus m¨ªtines ¡ª¡°No puedo permitir que mi m¨²sica se use para una campa?a de ignorancia y odio que divide a los estadounidenses¡±¡ª; y se desvincul¨® de Facebook y Google por entender que facilitaban la circulaci¨®n de ¡°falsedades y mentiras¡±. Nunca han sido baratos los principios.