La doble guerra de Putin
Rusia amenaza con la invasi¨®n, por un lado, y la desposesi¨®n progresiva de territorios ucranios, del otro, y obliga a responder con sanciones y medidas disuasorias
El presidente de Rusia acciona los mandos de dos guerras. Una es virtual y act¨²a como amenaza concebida para amedrentar con los fantasmas m¨¢s tenebrosos de dos guerras mundiales. Para ello se vale de medios materiales, como acumular a casi 200.000 soldados, millares de tanques, aviones y helic¨®pteros en las fronteras de Ucrania, desplazar el grueso de la flota de guerra a los mares Negro y de Azov, y realizar man...
El presidente de Rusia acciona los mandos de dos guerras. Una es virtual y act¨²a como amenaza concebida para amedrentar con los fantasmas m¨¢s tenebrosos de dos guerras mundiales. Para ello se vale de medios materiales, como acumular a casi 200.000 soldados, millares de tanques, aviones y helic¨®pteros en las fronteras de Ucrania, desplazar el grueso de la flota de guerra a los mares Negro y de Azov, y realizar maniobras bal¨ªsticas nucleares con misiles intercontinentales. La otra guerra es real y efectiva, aunque con rasgos de guerra h¨ªbrida, y consiste en trocear Ucrania, en una estrategia abiertamente declarada de recuperaci¨®n de los territorios del imperio sovi¨¦tico desaparecido en 1991.
La invasi¨®n masiva dif¨ªcilmente tendr¨¢ lugar, pero la segunda est¨¢ en marcha desde 2014 y acaba de conseguir un nuevo hito pol¨ªtico con el reconocimiento por Mosc¨² de la independencia de las rep¨²blicas de Donetsk y Lugansk, la entrada masiva de tropas rusas, el establecimiento previsto de bases militares y, lo que es m¨¢s grave, la fijaci¨®n de un frente de contacto directo por primera vez entre el ej¨¦rcito ucranio y el ruso. Sobre el terreno, la agresividad de la t¨¦cnica de Putin de los peque?os pasos no debiera quedar oculta ante los ojos occidentales, a menudo proclives a encontrar atenuantes. La nueva amenaza se cierne sobre las dos provincias enteras, ahora solo en parte en manos de Rusia, y a buen seguro reivindicadas por las milicias prorrusas m¨¢s all¨¢ de los actuales l¨ªmites de la secesi¨®n. El objetivo es dejar reducida Ucrania a una porci¨®n m¨ªnima, sin salidas al mar ni sus principales ciudades de tradici¨®n rusa, como son Odesa y Kharkiv, y con un Gobierno prorruso en Kiev.
Las rep¨²blicas b¨¢lticas y Polonia est¨¢n tambi¨¦n en la lista de Putin. Deshacer la ampliaci¨®n de la OTAN iniciada en 1990 con la unificaci¨®n alemana es su objetivo ideal. Para encontrar a alguien que haya llegado tan lejos en el desaf¨ªo a la legalidad y al orden internacional hay que remontarse a los a?os treinta. Putin ha convertido el Gobierno de la Federaci¨®n Rusa, gracias a la recuperaci¨®n de sus capacidades militares, en un instrumento de chantaje a sus vecinos y a la comunidad internacional. La doble guerra de Putin merece una respuesta inmediata y disuasiva que no descarte ni la v¨ªa diplom¨¢tica ni un cre¨ªble r¨¦gimen de sanciones (ya activadas) por parte de la Uni¨®n Europea y de sus socios. No est¨¢n en juego ¨²nicamente la seguridad y la integridad territorial de Ucrania, sino la preservaci¨®n de la paz, la estabilidad y la democracia en el continente europeo.