Esta guerra es nuestra
Putin quiere aplicar la versi¨®n rusa de la Doctrina Monroe: Europa para los europeos, es decir, para el Kremlin
Rusia no est¨¢ en guerra, ni ha declarado guerra alguna. A quien diga lo contrario en Mosc¨² o en Novosibirsk le caen 15 a?os de c¨¢rcel. No afecta a Vlad¨ªmir Putin, que se siente atacado por Estados Unidos y por la Uni¨®n Europea, e identifica tal ataque como una guerra econ¨®mica, pero guerra al fin. Bruno Le Maire, el ministro franc¨¦s del ramo ¡ªde econom¨ªa, no defensa¡ª, fue el primero en declararla y luego tuvo que tragarse sus p...
Rusia no est¨¢ en guerra, ni ha declarado guerra alguna. A quien diga lo contrario en Mosc¨² o en Novosibirsk le caen 15 a?os de c¨¢rcel. No afecta a Vlad¨ªmir Putin, que se siente atacado por Estados Unidos y por la Uni¨®n Europea, e identifica tal ataque como una guerra econ¨®mica, pero guerra al fin. Bruno Le Maire, el ministro franc¨¦s del ramo ¡ªde econom¨ªa, no defensa¡ª, fue el primero en declararla y luego tuvo que tragarse sus palabras. Sergu¨¦i Lavrov persiste en su fantas¨ªa: no hubo planes de invasi¨®n, no ha habido invasi¨®n y es Ucrania quien amenaza a Rusia.
Es una guerra, ciertamente, pero que no reconoce su nombre. Salvo en Ucrania, donde todos sufren la agresi¨®n militar en propia carne. Y gracias a su Gobierno, a su Ej¨¦rcito y a los ciudadanos, que se han enfrentado a la invasi¨®n, nadie tiene dudas. Es una guerra como no se hab¨ªa visto otra en Europa desde 1945. Tambi¨¦n lo reconocen la Uni¨®n Europea y la Alianza Atl¨¢ntica. Con el matiz, pol¨ªticamente relevante, de un penoso eufemismo: en Bruselas, donde son ingentes los esfuerzos en ayuda econ¨®mica, acogida de refugiados y suministro de armas letales al Gobierno ucranio, se entiende que hay guerra en Ucrania, pero no que la UE o la OTAN est¨¦n en guerra con Rusia en Ucrania.
Putin est¨¢ en una escalada sin l¨ªmites, que redobla en crueldad el ritmo de sus continuos fracasos: militares en la guerra rel¨¢mpago, pol¨ªticos en la solidaridad reactiva en las filas de sus adversarios, diplom¨¢ticos en la escena internacional, e incluso estrat¨¦gicos en el surgimiento de una naci¨®n ucrania fuertemente europea y atl¨¢ntica. Europa y Estados Unidos, en cambio, buscan la desescalada y exhiben la m¨¢xima restricci¨®n: ni una bota sobre tierra ucrania, nada de prohibici¨®n de sobrevuelos ni de suministro de aviones a Ucrania. Los esfuerzos se concentran en el estrangulamiento econ¨®mico de Rusia. Para vencer a Putin en la guerra econ¨®mica antes de que Ucrania sea vencida en la militar.
El lenguaje de esta guerra no es el que corresponde a una deliberaci¨®n abierta y democr¨¢tica. Aunque eluda su nombre, sobre todo en Rusia, pero tambi¨¦n en China, es una agresi¨®n, una invasi¨®n y una guerra. Sabemos c¨®mo ha empezado, pero desconocemos c¨®mo terminar¨¢ y si mantendr¨¢ su car¨¢cter furtivo. Militarmente es plenamente ucrania y rusa, y solo indirectamente europea. Econ¨®micamente es nuestra toda entera.
La Rusia imperial de Putin piensa en Europa en t¨¦rminos de la Doctrina Monroe, formulada en 1823 por el quinto presidente de Estados Unidos para alejar a las potencias europeas del continente americano. ¡°Europa para los europeos¡± significa destruir el lazo transatl¨¢ntico y conceder a Rusia la tutela sobre el entero continente. Si tenemos en cuenta este objetivo, los europeos deber¨ªamos decirnos a nosotros mismos que estamos en guerra con Rusia y que solo de momento es pol¨ªtica y econ¨®mica. Y actuar en consecuencia.