Vacunas, esperanza para la humanidad
Los lectores escriben sobre lo que nos ha tra¨ªdo la crisis del coronavirus, del fallecimiento de John Elliott, el papel de las mujeres en las guerras y del futuro de Pablo Casado
Se han cumplido dos a?os del comienzo de la pandemia del coronavirus. Est¨¢ remitiendo en algunas partes del planeta, mientras que en el resto sigue su virulencia. La diferencia estriba en la vacunaci¨®n llevada a cabo, sobre todo, en los pa¨ªses econ¨®micamente m¨¢s ricos. Esta pandemia, adem¨¢s de la mortalidad generada, ha producido dos efectos de signo distintos. Primero, ...
Se han cumplido dos a?os del comienzo de la pandemia del coronavirus. Est¨¢ remitiendo en algunas partes del planeta, mientras que en el resto sigue su virulencia. La diferencia estriba en la vacunaci¨®n llevada a cabo, sobre todo, en los pa¨ªses econ¨®micamente m¨¢s ricos. Esta pandemia, adem¨¢s de la mortalidad generada, ha producido dos efectos de signo distintos. Primero, una crisis econ¨®mica que ha sumido al planeta en una fuerte contracci¨®n de su econom¨ªa, junto a grandes problemas en la cadena de suministros. Por ello, es urgente realizar cuanto antes una vacunaci¨®n en todo el planeta, para evitar nuevas generaciones de virus, y permitir la recuperaci¨®n econ¨®mica. Otro efecto de este episodio v¨ªrico ha sido el asentamiento de una nueva generaci¨®n de vacunas que ense?an y entrenan al sistema inmunol¨®gico a defenderse de virus: las de ARN mensajero. Es un gran avance para la esperanza de vida, en esta carrera de las vacunas que dio comienzo hace dos siglos. Ojal¨¢ que para la guerra tambi¨¦n cont¨¢semos con ant¨ªdotos. Esa ser¨ªa la mayor innovaci¨®n de la historia de la humanidad.
Pedro Mar¨ªn Us¨®n. Zaragoza
Sir John Elliott
Somos ni?os viajando a hombros de gigantes. Se ha ido uno de los m¨¢s grandes. Tuve el placer de poder entrevistar a Sir John Elliott hace unos a?os, durante el rodaje de un documental. Nos invit¨® a su casa, una construcci¨®n de piedra de m¨¢s de dos siglos de antig¨¹edad en mitad de la campi?a inglesa. No es f¨¢cil imaginar nada m¨¢s brit¨¢nico, salvo por el hecho de que el vest¨ªbulo estaba presidido por un retrato del Conde Duque de Olivares y una copia del mapa de Madrid de Texeira. Hacia el final de la entrevista, citando a Bartolom¨¦ de las Casas y hablando sobre el futuro de la humanidad, la voz se le quebr¨® de la emoci¨®n, necesitando un segundo para recomponerse. Este es el recuerdo que atesoramos de ¨¦l; pasi¨®n, honestidad, excelencia y bonhom¨ªa.
Miguel D¨ªaz de Espada. Miraflores de la Sierra (Madrid)
Mujeres en las guerras
En tanto que vieja feminista, nacida a mediados del pasado siglo, me ha sorprendido que en lugar del decepcionante espect¨¢culo de divisi¨®n ofrecido con ocasi¨®n del 8-M no se haya aprovechado la actual coyuntura hist¨®rica para resaltar el papel de las mujeres en las guerras. Las im¨¢genes de las ucranias responsabiliz¨¢ndose en solitario de atender a los ni?os, a los ancianos y a todas las poblaciones vulnerables, brindaban una ocasi¨®n excepcional para homenajear a esas mujeres, poniendo en infinito valor su hero¨ªsmo, as¨ª como el inapreciable servicio que prestan a la humanidad incluso en las circunstancias m¨¢s adversas.
Carmen Fuente Salvador. Madrid
Casado y el reciclaje
Veo a los pol¨ªticos como chicles, de distintos sabores y colores, intragables. La sociedad y la prensa los mastican y saborean, para luego desecharlos. Muchos permanecen en nuestras aceras o hay que sacarlos con hidrolimpiadoras. No sabes bien d¨®nde reciclarlos, aunque, eso s¨ª, en algunos se vislumbra cierta habilidad para asegurarse el reciclaje dorado. Pablo Casado, ese chicle de aparente sabor nuevo, al final se ha visto desplazado por sabores m¨¢s cl¨¢sicos. ?D¨®nde lo reciclamos?
Jaime Coronado Rubio. A Coru?a