Aqu¨ª lo dejo
Me emociona poco el ondear de las banderas, pero me llega al alma el de la ropa tendida, que es la bandera de las clases medias y pobres
Viv¨ª de ni?o en una casa con un balc¨®n a la calle y una ventana al patio interior. La calle era muy alegre y el patio interior era muy triste, por lo que la familia pasaba m¨¢s tiempo asomada a la primera que al segundo. Por eso mismo, por la importancia que se le da a la fachada, es por lo que hay tantos productos para la piel y tan pocos para el h¨ªgado. De hecho, cuando sales en la tele, te maquillan la cara, pero te dejan como estaban los pulmones o e...
Viv¨ª de ni?o en una casa con un balc¨®n a la calle y una ventana al patio interior. La calle era muy alegre y el patio interior era muy triste, por lo que la familia pasaba m¨¢s tiempo asomada a la primera que al segundo. Por eso mismo, por la importancia que se le da a la fachada, es por lo que hay tantos productos para la piel y tan pocos para el h¨ªgado. De hecho, cuando sales en la tele, te maquillan la cara, pero te dejan como estaban los pulmones o el p¨¢ncreas. Las v¨ªsceras, en general, vienen a ser el patio interior del cuerpo. ?Qui¨¦n quiere asomarse a ellas? A m¨ª, como era un ni?o raro, me gustaba la fealdad de esa zona com¨²n del edificio por la que bajaban las tuber¨ªas y sub¨ªan las voces de los vecinos y en la que ondeaban tambi¨¦n las s¨¢banas y la ropa interior de los integrantes de la comunidad. A m¨ª me emociona poco el ondear de las banderas, pero el de la ropa tendida me llega al alma. La ropa tendida es la bandera de las clases medias y pobres.
Las fincas con patio interior viven un poco ensimismadas, al contrario de las que carecen de ¨¦l. Poseen un car¨¢cter m¨¢s filos¨®fico, me atrever¨ªa a decir. De ah¨ª que cuando veo el anuncio de una casa ¡°con todas las ventanas a la calle¡±, piense en la gente obsesionada por su imagen externa. Est¨¢ bien ir arreglado, pero un poco de desali?o indumentario tampoco viene mal. El patio interior es el desali?o indumentario de los edificios. Adem¨¢s, los desag¨¹es que atraviesan sus paredes tienes que meterlos en alg¨²n sitio. No hay arquitecto, por inteligente que sea, capaz de prescindir de las bajantes. Las puedes ocultar mejor o peor, como ocultamos el colon descendente, pero en alg¨²n sitio debes colocarlas. Quer¨ªa llegar a alguna conclusi¨®n con todo esto, pero creo que me he perdido por el camino. Perderse de vez en cuando tampoco est¨¢ mal, de modo que aqu¨ª lo dejo.