Las reclamaciones de los transportistas
El acuerdo final del Gobierno con la mayor¨ªa del sector vac¨ªa de contenido la continuidad de las protestas
El Gobierno y las principales patronales del transporte alcanzaron un acuerdo en la madrugada del jueves al viernes que incluye el grueso de las reivindicaciones de un sector que, tras 12 d¨ªas de paros, amenazaba con desestabilizar la econom¨ªa espa?ola. El acuerdo mejora sustancialmente lo aprobado el lunes de esta semana, gracias a la presi¨®n de una minoritaria asociaci¨®n de aut¨®nomos que ha mantenido los paro...
El Gobierno y las principales patronales del transporte alcanzaron un acuerdo en la madrugada del jueves al viernes que incluye el grueso de las reivindicaciones de un sector que, tras 12 d¨ªas de paros, amenazaba con desestabilizar la econom¨ªa espa?ola. El acuerdo mejora sustancialmente lo aprobado el lunes de esta semana, gracias a la presi¨®n de una minoritaria asociaci¨®n de aut¨®nomos que ha mantenido los paros iniciados el pasado 14 de marzo y que no reconoc¨ªa el acuerdo anterior porque exig¨ªa estar presente en la negociaci¨®n. El Gobierno solo ha negociado con la gran patronal del sector, convencido de su capacidad de representaci¨®n de la mayor¨ªa de los transportistas. Aunque la estrategia qued¨® desautorizada, lo pactado recoge el grueso de las exigencias de los camioneros. La protesta, que est¨¢ estrangulando otros negocios y asustando a consumidores que no tienen la culpa de la subida de la gasolina, queda vac¨ªa de contenido y deber¨ªa cesar.
El margen para bajar la fiscalidad de los carburantes en Espa?a es escaso, adem¨¢s de que los transportistas ya reciben bonificaciones por el combustible profesional, por lo que la novedad est¨¢ en las ayudas directas. Las medidas aprobadas ahora incluyen un descuento de 20 c¨¦ntimos por litro de combustible, ayudas directas de 1.250 euros por cami¨®n. En total, las ayudas superan los 1.000 millones de euros. Se suman a medidas ya negociadas y aprobadas en un real decreto ley, como una cl¨¢usula obligatoria de revisi¨®n de precios por la variaci¨®n del combustible o la prohibici¨®n de que la carga y descarga la haga el camionero. Adem¨¢s, han logrado el anuncio concreto de las mismas, rompiendo as¨ª el estricto calendario autoimpuesto por La Moncloa.
En la era de las redes sociales, el poder de representaci¨®n a veces no est¨¢ escrito en una tarjeta de visita. El Gobierno se equivoc¨® al negar un lugar en la mesa a los aut¨®nomos convocantes de los paros. La patronal Comit¨¦ Nacional del Transporte por Carretera puede tener el control de las condiciones de trabajo en el sector, pero claramente hay una parte del mismo que no se ve representado por ella. El Gobierno no percibi¨® la profundidad de la brecha interna en el sector del transporte. Emerge de los ¨²ltimos d¨ªas la evidencia de que el problema no es solo el aumento de precio de los combustibles, sino que existe un conflicto profesional entre grandes patronales y aut¨®nomos, previo a esta crisis, que ha sido subestimado y que enturbia cualquier acuerdo posible.
La decisi¨®n de la ministra Raquel S¨¢nchez de reunirse con el espont¨¢neo l¨ªder de los camioneros huelguistas, Manuel Hern¨¢ndez, es una enmienda necesaria, aunque tard¨ªa. A la salida, Hern¨¢ndez insisti¨® en que sus demandas no han sido satisfechas y prometi¨® continuar con el paro indefinido. En los pr¨®ximos d¨ªas se ver¨¢ el seguimiento que tiene una actitud que puede empezar a encontrar los l¨ªmites de la solidaridad popular con su protesta. Hern¨¢ndez ha tachado las ayudas de ¡°limosna¡±, pero esos 1.000 millones de euros que van para el transporte no ir¨¢n a otros sectores que tambi¨¦n lo necesitan.