El optimismo del avestruz
Sabemos desde los griegos que la tragedia se produce porque el h¨¦roe no sabe interpretar las se?ales y que el car¨¢cter del hombre es su destino
Cada vez que surge una cat¨¢strofe o una disrupci¨®n parece que nos enfrentamos a cosas impredecibles o propias de otra ¨¦poca. Es una ilusi¨®n ¨®ptica. La idea de las vacaciones de la historia es sobre todo una combinaci¨®n de falta de atenci¨®n y amnesia. En nuestros mejores momentos tachamos de adanismo lo que no nos gusta, como un cavern¨ªcola que protestara: ¡°A estas alturas del Paleol¨ªtico¡±.
Por citar algunos de los problemas m¨¢s graves de los ¨²ltimos tiempos, resulta inveros¨ªmil pretender que...
Cada vez que surge una cat¨¢strofe o una disrupci¨®n parece que nos enfrentamos a cosas impredecibles o propias de otra ¨¦poca. Es una ilusi¨®n ¨®ptica. La idea de las vacaciones de la historia es sobre todo una combinaci¨®n de falta de atenci¨®n y amnesia. En nuestros mejores momentos tachamos de adanismo lo que no nos gusta, como un cavern¨ªcola que protestara: ¡°A estas alturas del Paleol¨ªtico¡±.
Por citar algunos de los problemas m¨¢s graves de los ¨²ltimos tiempos, resulta inveros¨ªmil pretender que una pandemia, un volc¨¢n, una guerra o la inflaci¨®n son fen¨®menos in¨¦ditos o inimaginables. En primer lugar, porque han sucedido muchas veces (aunque nunca de la misma manera y a menudo con efectos distintos). En segundo lugar, porque en todos esos casos hab¨ªa advertencias a las que no prestamos atenci¨®n en su momento. As¨ª, algunos hab¨ªan hablado del peligro de una pandemia, Vlad¨ªmir Putin hab¨ªa dicho lo que pensaba hacer y pocos se lo hab¨ªan tomado en serio, otros minimizaban el riesgo de la inflaci¨®n.
Por desgracia, tambi¨¦n ahora habr¨¢ otros signos de alerta que nos costar¨¢ ver. Estaremos distra¨ªdos: trazando y corrigiendo analog¨ªas hist¨®ricas, llevando el debate a nuestro terreno habitual para pelear con nuestros adversarios preferidos. Adem¨¢s, hay un impulso que nos hace pensar que lo peor no va a ocurrir, sobre todo si no miramos: el optimismo del avestruz. Esto ocurre en nuestras vidas y les sucede a los gobiernos, que tardan en reconocer problemas que se les puedan atribuir y que les exijan tomar decisiones dif¨ªciles. Lo hemos visto en el caso del Gobierno espa?ol y los precios de la energ¨ªa, con una gira europea que ha tenido bastante de pirueta para justificar la demora.
El economista Juan Francisco Jimeno Serrano escrib¨ªa que nos encontramos en territorio inexplorado: con una inflaci¨®n que se acerca a los dos d¨ªgitos, los tipos de inter¨¦s en cero y sin recurso al tipo de cambio. El constitucionalista Josu de Miguel recordaba que la inflaci¨®n prolongada es un peligro para la democracia: siempre habr¨¢ quien quiera politizar el dolor, alertaba. El CIS se?ala que el ¨ªndice de las expectativas de los consumidores est¨¢ en niveles parecidos a 2012. Ese des¨¢nimo es comprensible y preocupante: sabemos desde los griegos que la tragedia se produce porque el h¨¦roe no sabe interpretar las se?ales y que el car¨¢cter del hombre es su destino. @gascondaniel