Triunfo iliberal de Orb¨¢n
Hungr¨ªa convalida un r¨¦gimen que erosiona el Estado de derecho y que ha mostrado su sinton¨ªa con la Rusia de Putin
Los resultados de Viktor Orb¨¢n en las elecciones del domingo explican su triunfalismo casi desafiante en la misma noche electoral. El primer ministro ultraconservador cosech¨® una rotunda victoria, la cuarta consecutiva, ¡°tan grande que se puede ver desde la Luna y, desde luego, desde Bruselas¡±, seg¨²n dijo. Lo que tambi¨¦n se ve desde la Luna y, desde luego, desde Bruselas, es la erosi¨®n met¨®dica de la democracia sobre la que se cimenta la racha de v...
Los resultados de Viktor Orb¨¢n en las elecciones del domingo explican su triunfalismo casi desafiante en la misma noche electoral. El primer ministro ultraconservador cosech¨® una rotunda victoria, la cuarta consecutiva, ¡°tan grande que se puede ver desde la Luna y, desde luego, desde Bruselas¡±, seg¨²n dijo. Lo que tambi¨¦n se ve desde la Luna y, desde luego, desde Bruselas, es la erosi¨®n met¨®dica de la democracia sobre la que se cimenta la racha de victorias de Orb¨¢n y su partido, Fidesz. La desigualdad de condiciones ante los comicios y la falta de transparencia y control en la financiaci¨®n de las omnipresentes campa?as de publicidad propulsaron al partido gobernante.
La prolongada sinton¨ªa con Vlad¨ªmir Putin del autoproclamado profeta de la democracia iliberal lleva m¨¢s de una d¨¦cada minando elementos esenciales en el sistema democr¨¢tico de su pa¨ªs. El historial es notorio. De entrada, destaca el f¨¦rreo control de los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos, la paulatina asfixia de un entorno medi¨¢tico independiente, la corrupci¨®n estructural, el respaldo a los medios sumisos o la toma de control por parte de capitalistas afines a Orb¨¢n. Sin olvidar el redise?o del sistema electoral en favor de Fidesz, las maniobras para debilitar la independencia del sistema judicial o las persecuciones de elementos no sumisos de la sociedad civil, como ONG o universidades. Completan el cuadro postulados abiertamente hom¨®fobos e islam¨®fobos, que simbolizan una actitud hacia las minor¨ªas indigna de una democracia. Todo ello resume el perfecto manual para agostar una democracia desde el poder. A pesar de la coalici¨®n de las fuerzas de oposici¨®n, la victoria de Orb¨¢n fue rotunda. Su cercan¨ªa a Putin en plena invasi¨®n de Ucrania no le ha pasado factura ni siquiera en la jornada electoral del domingo, cuando iba saliendo a la luz la barbarie cometida en Bucha, los posibles cr¨ªmenes de guerra contra civiles en zonas de Ucrania ocupadas por las fuerzas rusas y reci¨¦n recuperadas por Kiev.
Algo parecido ha ocurrido en Serbia, donde la ciudadan¨ªa ha dado tambi¨¦n su respaldo a Aleksandar Vucic, l¨ªder con un pasado radical y un presente sintonizado con Mosc¨². Serbia no es miembro de la UE, pero Hungr¨ªa s¨ª lo es. La UE no puede renunciar a mantener la presi¨®n contra Mosc¨². La tarea era dif¨ªcil antes y lo ser¨¢ m¨¢s despu¨¦s de estas dos victorias electorales. El esfuerzo en Europa necesita la convergencia de distintas categor¨ªas de poder: las instituciones comunitarias, el nivel intergubernamental y el de las familias pol¨ªticas. Algunos pasos se han dado y el Partido Popular Europeo expuls¨® de su seno a Fidesz hace un a?o. En un mundo convulso, en el que las sociedades afrontan graves vulneraciones de derechos por parte de reg¨ªmenes autoritarios, la respuesta de la UE frente a ellos solo puede ser la plena vigencia de los valores democr¨¢ticos, pero tambi¨¦n la exigencia de su cumplimiento. Las elecciones del domingo son una se?al de alerta m¨¢s sobre los riesgos que para las sociedades democr¨¢ticas comporta la desinformaci¨®n. El lunes mismo, mientras el mundo descubr¨ªa horrorizado la matanza de Bucha, el Kremlin y sus voceros a trav¨¦s de las redes sociales de todo el planeta hablaban de montaje. El desaf¨ªo lo tenemos en casa.