12 a?os de Gobierno nacionalpopulista en Hungr¨ªa: la ¡®orbanizaci¨®n¡¯ del pa¨ªs en tres actos
El ultraconservador Viktor Orb¨¢n, que este domingo se enfrenta a las urnas, ha construido un sistema con amplias mayor¨ªas en que, seg¨²n sus detractores, ha capturado las instituciones con reformas legislativas y personas leales al Gobierno
El populista Viktor Orb¨¢n ha ensayado y desarrollado en Hungr¨ªa durante los ¨²ltimos 12 a?os un modelo de Estado iliberal que desaf¨ªa los valores fundamentales de la Uni¨®n Europea y se ha convertido en un dolor de cabeza para Bruselas. En el sistema que ha construido con sus tres amplias mayor¨ªas consecutivas ha capturado las instituciones con reformas legislativas y personas leales al Gobierno, seg¨²n sus detractores. El r¨¦gimen y sus fieles controlan los medios de comunicaci¨®n, los ¨®rganos anticorrupci¨®n y el sistema judicial, las universidades y los centros de investigaci¨®n, denuncian. En su cruzada por los valores nacionalistas ultraconservadores el Gobierno persigue a supuestos enemigos como los migrantes, las ONG, el colectivo LGTBI y el millonario estadunidense de origen h¨²ngaro, George Soros.
Seg¨²n el director del think tank Policy Solutions, Andr¨¢s B¨ªr¨®-Nagy, en la primera de sus tres legislaturas consecutivas ¡ªanteriormente gobern¨® entre 1998 y 2002¡ª, el partido ultraconservador Fidesz tom¨® la esfera pol¨ªtica. En la segunda, entre 2014 y 2018, se apoder¨® de la econom¨ªa. En la tercera, que concluye con las elecciones de este domingo, las m¨¢s ajustadas desde 2010 con una oposici¨®n unida, se ha centrado en la esfera cultural.
¡°Lo que muchos ven como un giro antidemocr¨¢tico o populismo, es en realidad una expresi¨®n sin precedentes de la opini¨®n del pueblo sobre decisiones pol¨ªticas, sobre la direcci¨®n que debe tomar el pa¨ªs¡±, defiende Zolt¨¢n Kov¨¢cs, secretario de Estado de Relaciones y Comunicaci¨®n Internacional. ¡°Y es algo nuevo. No encontrar¨¢ pa¨ªses en Europa occidental con este enorme apoyo¡±, sostiene. ¡°Muchos dicen que es por el sistema electoral, pero si tuvi¨¦semos el sistema brit¨¢nico o estadounidense, nuestra mayor¨ªa parlamentaria estar¨ªa entre el 85 o el 90%¡±, asegura.
Las instituciones democr¨¢ticas
En el primer asalto que describe B¨ªr¨®-Nagy, ese que empez¨® entre 2010 y 2014 pero ha continuado, el Gobierno ultraconservador de Fidesz ¡°se hizo con el marco institucional de la democracia y con los mecanismos de contrapeso¡±. Coloc¨® a fieles en organismos de control como la Fiscal¨ªa, el Tribunal Constitucional, o la autoridad que regula los medios. Tambi¨¦n reform¨® la Constituci¨®n y empez¨® con los primeros cambios legislativos, entre ellos, el del sistema electoral, que seg¨²n la oposici¨®n, ahora favorece a Fidesz.
En el ¨¢mbito judicial, el Gobierno reform¨® en 2012 la organizaci¨®n del gobierno de los jueces. El presidente de la Oficina Nacional del Poder Judicial, con amplios poderes, se convirti¨® en el encargado de la supervisi¨®n y nombramiento de los jueces. El primer mandato lo ocup¨® hasta 2019 Tunde Hando, ¡°que se hizo famosa en Europa como enemiga de la independencia judicial¡±, seg¨²n relatan dos jueces que piden anonimato. Despu¨¦s, ¡°la K¨²ria [el Tribunal Supremo] se convirti¨® en el nuevo camino para influir en el sistema judicial¡±.
¡°La independencia de los jueces se ha resentido¡±, aseguran los dos magistrados. El sistema ¡°juega con la asignaci¨®n de casos en los altos tribunales¡±. Y tambi¨¦n con el chilling effect (efecto paralizador): ¡°No se trata de venganzas sovi¨¦ticas, no te llaman por tel¨¦fono para dar ¨®rdenes, pero hay un miedo existencial a contradecir¡±. No despiden a los jueces rebeldes, pero s¨ª pueden complicarles la vida con peores condiciones laborales, traslados de oficina o retiradas de bonus. Lo mismo pasa con los profesores, trabajadores de ministerios y otros.
Cuando Fidesz perdi¨® las elecciones de 2002, ¡°se dieron cuenta de que no bastaba con unir a la derecha en un partido, sino que necesitaban construir medios de comunicaci¨®n conservadores para tener una alternativa a los de la izquierda¡±, explica Istv¨¢n Kiss, director del think tank Danube Institute, financiado por el Gobierno. ¡°Quiz¨¢s ahora haya m¨¢s medios de derechas¡±, reconoce.
Seg¨²n ?gnes Urb¨¢n, de M¨¦rket, un centro de estudio de medios de comunicaci¨®n, la ley de 2010 permiti¨® a Fidesz ¡°construir un imperio medi¨¢tico¡±, eliminando los l¨ªmites a la concentraci¨®n de medios y permiti¨¦ndole controlar el reci¨¦n creado Consejo de Medios. La tele y la radio p¨²blicas est¨¢n sesgadas, a?ade Urb¨¢n. Y los diarios regionales pertenecen todos a una fundaci¨®n cercana al Gobierno que en 2018 recibi¨® como donaci¨®n unos 400 medios entre radios, televisiones, medios online y revistas que 10 editores hab¨ªan ido adquiriendo.
El problema del sistema no es solo su concentraci¨®n, sino que mucha gente est¨¢ ¡°capturada por la propaganda¡±, como los mayores en las zonas rurales. ¡°Si pensamos en casos hist¨®ricos, suele haber restricciones administrativas y censura, como en Rusia, donde se censuran las redes sociales y se cierran medios. Aqu¨ª no pasa. Todav¨ªa hay medios independientes y redes sociales, pero con las distorsiones del mercado Fidesz ha conseguido el mismo efecto¡±, analiza Urb¨¢n.
El poder econ¨®mico
La corrupci¨®n ya era un problema en Hungr¨ªa antes de Orb¨¢n, seg¨²n J¨®zsef P¨¦ter Martin, director de Transparencia Internacional. ¡°Pero donde antes hab¨ªa una disfunci¨®n del sistema, con el Gobierno de Fidesz se convirti¨® en parte del sistema. Los cuatro o cinco principales oligarcas del pa¨ªs gobiernan en simbiosis con el Gobierno¡±, denuncia, aunque aclara que no est¨¢ probado c¨®mo se relacionan entre s¨ª.
La base de esta corrupci¨®n institucionalizada, sobre la que la Comisi¨®n Europa pidi¨® explicaciones a Budapest en noviembre pasado, ¡°se basa en la centralizaci¨®n y la lealtad¡±, seg¨²n Martin, y se sostiene sobre ¡°instituciones capturadas por los intereses del Gobierno¡±. ¡°Hungr¨ªa est¨¢ entre la Italia de Berlusconi y la Rusia de Putin¡±, dice. Mientras el 69% de los europeos considera que la corrupci¨®n es inaceptable, en Hungr¨ªa solo lo piensa el 38%, seg¨²n el Eurobar¨®metro de 2020. Una de las razones de esta tolerancia, opina Martin, es el buen desempe?o econ¨®mico del pa¨ªs entre 2013 y 2020, comparado con el periodo anterior. ¡°Para el Gobierno es importante que [los oligarcas] se enriquezcan para poder contar con ellos. El Ejecutivo los utiliza cuando necesita acceso a sectores claves, como los medios de comunicaci¨®n, los bancos, o la construcci¨®n¡±, apunta.
El portavoz internacional del Gobierno presume de los resultados de lo que han bautizado como Orbanomics: ¡°Econ¨®micamente, en los 12 a?os hemos sido ejemplares y ha habido un gran contraste con la d¨¦cada anterior¡±. Kov¨¢cs repasa el desarrollo en el campo y ¡°las medidas de protecci¨®n de la familia¡± a la que dedican m¨¢s del 5% del PIB. El desempleo ha pasado del 12% en 2010 al 3,8% en 2022 y el PIB ha vuelto a niveles prepand¨¦micos con un crecimiento en 2021 del 7,1%, seg¨²n sus datos.
J¨¢nos K?ll?, director de investigaci¨®n del Instituto de Econom¨ªa de la Academia de las Ciencias H¨²ngara, muestra, sin embargo, una radiograf¨ªa menos luminosa en materia de empleo. Entre otros asuntos, se?ala que el subsidio por desempleo ha pasado de nueve a tres meses e incluye la obligatoriedad de hacer trabajos p¨²blicos para cobrar subsidios. Critica tambi¨¦n que se ha debilitado a los sindicatos y se ha limitado el derecho a la huelga. Se ha eliminado la progresividad del IRPF (el 15% para todos los niveles de renta), en un sistema que favorece a la clase media con desgravaciones fiscales, cr¨¦ditos baratos y subsidios de desempleo, frente a los sectores m¨¢s vulnerables.
La esfera cultural
En un discurso en 2018, en el arranque de su tercera legislatura ¡ªde nuevo con m¨¢s del 66% de esca?os¡ª, Orb¨¢n esboz¨® su siguiente objetivo: ¡°El futuro de un pa¨ªs no depende solo de su econom¨ªa, su capacidad militar y su influencia pol¨ªtica, sino tambi¨¦n, de sus logros culturales¡±. ¡°El Gobierno piensa que la educaci¨®n, la sociedad civil y la investigaci¨®n acad¨¦mica son liberales¡±, se?ala B¨ªr¨®-Nagy. Para compensarlo, seg¨²n relata el analista, ha tomado la red de centros de investigaci¨®n p¨²blica; ha puesto a las universidades p¨²blicas bajo el manto de fundaciones privadas ¡°controladas por hombres fuertes de Fidesz¡±, y ha impulsado centros de estudios ultraconservadores. Antes, fue sonada la ley que empuj¨® a la Universidad Centro Europea, financiada por Soros, a trasladar la mayor¨ªa de sus actividades a Viena.
En el ¨¢mbito de la sociedad civil, el Gobierno ha puesto en el punto de mira a las ONG con varias leyes, como la norma de 2017 sobre las organizaciones financiadas con capital extranjero, y la ley Stop Soros (de 2018), que criminaliza a las organizaciones de ayuda a los migrantes. El objetivo, seg¨²n Stefania Kapronczay, directora de la Uni¨®n H¨²ngara de Derechos Civiles, es desincentivar la participaci¨®n ciudadana en la vida p¨²blica. ¡°Es una noci¨®n familiar de los tiempos comunistas: la pol¨ªtica y los asuntos pol¨ªticos son para los pol¨ªticos, pero t¨², ciudadano, no deber¨ªas meterte¡±.
Esas dos normas pretenden combatir a dos de los supuestos enemigos del Gobierno ultraconservador: el fil¨¢ntropo de 81 a?os nacido en Budapest, George Soros, y los migrantes y demandantes de asilo. El rasgo populista que busca identificar enemigos, alimentar el miedo y presentarse como salvador, se orienta en la campa?a electoral de este a?o hacia el colectivo LGTBI. Junto a las urnas para los comicios parlamentarios, los h¨²ngaros est¨¢n llamados a validar mediante un refer¨¦ndum la ley, aprobada el pasado verano, que proh¨ªbe contenidos LGTBI en las escuelas.
Hungr¨ªa se ha topado con la justicia y las instituciones europeas en cada uno de estos asaltos a los valores de la UE. La Comisi¨®n tiene bloqueados los fondos de recuperaci¨®n por la pandemia por la falta de control de la corrupci¨®n y la degradaci¨®n del Estado de derecho. ¡°En los ¨²ltimos dos a?os ha habido una caza de brujas ideol¨®gica motivada por razones pol¨ªticas¡±, denuncia Kov¨¢cs. ¡°Lo llaman Estado de derecho, lo han llamado libertad de prensa, pero la esencia es muy simple: no les gustamos¡±.
El domingo los h¨²ngaros decidir¨¢n si revalidan otros cuatro a?os el poder de Orb¨¢n. Es el primer ministro de la UE con m¨¢s a?os en el cargo. El sistema que ha construido, que mira m¨¢s al Este que a Occidente, est¨¢ s¨®lidamente cimentado en reformas legislativas que requieren mayor¨ªas de dos tercios y nombramientos en posiciones estrat¨¦gicas para periodos en muchos casos de nueve a?os, que complicar¨ªan la vida a la oposici¨®n si llegase a ganar. Organizaciones como Freedom House, que observan el Estado de derecho y las libertades, consideran que Hungr¨ªa se ha alejado de la democracia para convertirse en un r¨¦gimen h¨ªbrido.
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