Sorpresa europea
La propuesta hispano-holandesa para unas nuevas reglas fiscales rompe la da?ina din¨¢mica de bloques en la UE
Las futuras reglas presupuestarias y fiscales de la Uni¨®n Europea que propone el documento conjunto de la vicepresidenta y ministra espa?ola de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, y su colega holandesa, Sigrid Kaag, han causado sorpresa en el Eurogrupo. El inter¨¦s ha sido visible por parte de dos de sus dirigentes clave: el comisario de Econom¨ªa, el progresista Paolo Gentiloni, y el propio presidente del organismo, el conserva...
Las futuras reglas presupuestarias y fiscales de la Uni¨®n Europea que propone el documento conjunto de la vicepresidenta y ministra espa?ola de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, y su colega holandesa, Sigrid Kaag, han causado sorpresa en el Eurogrupo. El inter¨¦s ha sido visible por parte de dos de sus dirigentes clave: el comisario de Econom¨ªa, el progresista Paolo Gentiloni, y el propio presidente del organismo, el conservador irland¨¦s Pascal Donohoe.
Esa atenci¨®n a la propuesta tiene explicaci¨®n. La iniciativa hispano-holandesa rompe con la peligrosa costumbre de que los Estados que sostienen posiciones m¨¢s afines en la UE (los expansionistas del Sur, los ¡°frugales¡± del Norte) publiquen manifiestos o documentos de trabajo concebidos sobre todo para satisfacer a sus seguidores m¨¢s fieles, pero no para explorar acercamientos entre quienes piensan de manera dispar. Es m¨¢s, el cruce p¨²blico de papeles, aunque visualiza el ritmo del debate, amenaza con enquistar a los protagonistas en sus ideas originarias.
El Gobierno espa?ol desech¨® apuntarse precipitadamente a la firma de un documento franco-italiano sobre este mismo asunto. Como se ha visto ahora, aspiraba en realidad a convencer a holandeses y alemanes, que suelen ser los pa¨ªses m¨¢s reticentes a las pol¨ªticas fiscales expansivas y al gasto p¨²blico. En un ejercicio de sofisticaci¨®n negociadora, Madrid ha escogido como socio en este caso a La Haya, capital que tras el Brexit ha sucedido a Londres como cabeza de fila de las respuestas m¨¢s reactivas y menos integracionistas. Como jefa de filas de la nueva Liga Hanse¨¢tica, se opuso a flexibilizar el Pacto de Estabilidad y lleg¨® al asomo ofensivo contra los pa¨ªses del Sur en su oposici¨®n al plan de reactivaci¨®n Next Generation-EU. Pero en estos tiempos veloces todo cambia, y hasta un nuevo Gabinete del pugnaz Mark Rutte es susceptible de modular su posici¨®n, que es lo que el Gobierno espa?ol debi¨® detectar a tiempo. La incorporaci¨®n de una liberal progresista ¡ªdel movimiento que encarn¨® la contracultura cosmopolita y libertaria de los a?os sesenta¡ª a la cartera de Econom¨ªa, Sigrid Kaag, ha obrado buena parte del milagro.
El valor del documento, sin embargo, no se circunscribe a lo pol¨ªtico. El contenido econ¨®mico de las propuestas supone un giro de 180 grados en las ideas austeritarias de los halcones fiscales, a la par que un ejercicio de realismo y responsabilidad fiscal por parte de las palomas. El texto hispano-holand¨¦s propugna un horizonte de responsabilidad en el manejo del d¨¦ficit, de manera que durante las expansiones se creen ¡°colchones fiscales¡± para atender los a?os de vacas flacas en cada pa¨ªs. Ello se traducir¨ªa en un replanteamiento no solo cosm¨¦tico del Pacto de Estabilidad, orientado a afeitar lo abstruso de sus reglas y la imposible longitud de su despliegue. Tambi¨¦n busca reemplazar las normas y los techos de d¨¦ficit y deuda que nadie ha cumplido nunca en su integridad ¡ªlo que revela su escasa utilidad¡ª por una norma m¨¢s simple, m¨¢s eficaz y m¨¢s conocida (est¨¢ en distintas legislaciones nacionales, como la espa?ola): la ¡°regla de gasto¡±. Esta impone que el nivel de gasto presupuestario puede aumentar, pero solo hasta el nivel en que crezca la econom¨ªa en igual periodo. M¨¢s all¨¢, la emisi¨®n de deuda deber¨¢ ser muy calibrada y autorizada. Tambi¨¦n reconoce que ¡°ser¨¢ indispensable una inversi¨®n p¨²blica financiada por la UE y por los Estados miembros¡±.
Planteamientos todos ellos que dejan sin efecto el vigente Pacto de Estabilidad, al menos en el nivel de las ideas. Ahora las comparten dos gobiernos tan dis¨ªmiles como el espa?ol y el holand¨¦s.