Qu¨¦ esconde el asco a los cuerpos

¡°Buen d¨ªa, gordas. ?Os hab¨¦is permitido el lujo de vestiros hoy?¡±. El tuit de @lucisplace (que se autodefine en su biograf¨ªa de Twitter como ¡°gorda de mierda¡±) le gusta a m¨¢s de 3.000 personas. Quien lo aplaudi¨® simb¨®licamente sab¨ªa por qui¨¦n lo dec¨ªa. Ese sarcasmo era una daga contra la pol¨¦mica del d¨ªa, despu¨¦s de que la presentadora de televisi¨®n Adriana Abenia publicara un story de Instagram contra una modelo en una campa?a publicitaria de ba?adores. En la imagen aparec¨ªan varias mujeres, con diferentes morfolog¨ªas de cuerpo, corriendo por una playa. ¡°Me gustar¨ªa saber vuestra opini¨®n. Hoy buscaba un ba?ador con protecci¨®n solar. Soy la primera que defiende la diversidad de cuerpos en la mujer. Una mujer puede ser preciosa y verse bien tenga una S o una XL. Pero, sinceramente, defender y hacer apolog¨ªa de enfermedades como la obesidad me parece peligroso¡±, escribi¨® la comunicadora de Zaragoza. Abenia hac¨ªa referencia al cuerpo de Malia Kaleopaa, una modelo de talla grande que result¨® ser un referente del surf hawaiano. Una nanoinfluencer de ese deporte (as¨ª se llaman a quienes acumulan varios miles de seguidores, pocos, pero de calidad para ciertos intereses publicitarios) que tambi¨¦n es madre de Kelis Kaleoppa, la ganadora m¨¢s joven de una prueba del campeonato del mundo de Longboard con tan solo 15 a?os. La cosa, como se imaginan, no acab¨® bien. Abenia acab¨® rectificando despu¨¦s de convertirse en uno de los personajes m¨¢s citados de la semana, con permiso de Margarita Robles y Elon Musk.

?Acaso es un mal ejemplo ver a una mujer con talla grande corriendo por la playa? ?Va a incitar a miles de j¨®venes a plantearse una vida poco saludable? Por supuesto que no. Lo resum¨ªa a la perfecci¨®n la tuitera B¨¢rbara Arena: ¡°Dado que es obvio que mostrar los cuerpos gordos no lleva a las personas no gordas a querer engordar, se intuye que se trata de una construcci¨®n argumental artificiosa que sirve de, digamos, VEH?CULO socialmente aceptado a lo que, en realidad, es puro y visceral rechazo¡±.

Ah, claro, que esto va del asco. Todo un cl¨¢sico y un castigo en esta red social. M¨¢s all¨¢ de las disculpas forzadas de la presentadora despu¨¦s de que pr¨¢cticamente todo Twitter se?alase lo gordof¨®bico de su comentario, lo interesante de esta pol¨¦mica es c¨®mo el asco o el cringe ¨Cun anglicismo muy usado en la red para poner nombre al escalofr¨ªo y repel¨²s de algo que nos encoge el cuerpo porque nos hace pasar tremenda verg¨¹enza ajena¨C se ha convertido ¡°en un instrumento de control social gestionado algor¨ªtmicamente¡±. Lo contaba hace unos d¨ªas la periodista Robin James en un ensayo titulado New Normal en la revista Real Life, donde ofrec¨ªa una interesant¨ªsima evoluci¨®n del concepto de ese t¨¦rmino en las redes sociales. James analizaba c¨®mo lo repugnante ha ido mutando hasta ser un term¨®metro de aceptaci¨®n sobre qu¨¦ cuerpos son tolerables y cu¨¢les no. ¡°En los ¨²ltimos a?os, el cringe se ha convertido en un regulador del sexo, la sexualidad y el g¨¦nero (es decir, la heteronormatividad)¡±, escribe James, poniendo en contexto a c¨®mo la ultraderecha estadounidense se ha apropiado de esa palabra, del cringe, para atacar a las personas trans y arrinconarlas contra la pared a trav¨¦s de ese sentimiento. El asco, en redes, tambi¨¦n es un arma biopol¨ªtica.

Cuando la youtuber Natalie Wynn, conocida como Contrapoints, public¨® su an¨¢lisis sobre lo ¡°cringe¡± en la esfera virtual, vino a dar en el clavo del asunto. ¡°Esta supuesta verg¨¹enza ajena opera como una forma de identificaci¨®n negativa: nos avergonzamos de los dem¨¢s cuando nos recuerdan lo que odiamos en nosotros mismos¡±. Ya lo dec¨ªa el fil¨®sofo Colin McGinn: ¡°Al sentir asco hacia nosotros como especie, nos situamos ante un tenso dilema emocional: nos admiramos por nuestros logros, pero tambi¨¦n experimentamos un sentimiento de repulsi¨®n hacia nuestra necesaria naturaleza org¨¢nica¡±. O lo que es lo mismo: dime qu¨¦ cuerpos te repugnan profundamente y te dir¨¦ todo lo te da asco cuando ves tu reflejo en el espejo.