El dilema de d¨®nde decir lo que uno piensa
La compra de Twitter por Elon Musk ha reavivado el debate sobre la libertad de expresi¨®n: ?hasta qu¨¦ punto se puede opinar en el trabajo y en las redes?
Twitter est¨¢ que arde. Otra vez. La compra de la compa?¨ªa por Elon Musk ha reavivado el en¨¦simo debate sobre los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n y las redes sociales. Para el hombre m¨¢s rico del mundo, Twitter es una gran plaza digital donde se discute el futuro de la humanidad y ¨¦l, un ¡°absolutista¡± de la libertad de expresi¨®n, un derecho que defiende, sin embargo, tras a?os de intentar silenciar a sus cr¨ªticos y, e...
Twitter est¨¢ que arde. Otra vez. La compra de la compa?¨ªa por Elon Musk ha reavivado el en¨¦simo debate sobre los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n y las redes sociales. Para el hombre m¨¢s rico del mundo, Twitter es una gran plaza digital donde se discute el futuro de la humanidad y ¨¦l, un ¡°absolutista¡± de la libertad de expresi¨®n, un derecho que defiende, sin embargo, tras a?os de intentar silenciar a sus cr¨ªticos y, especialmente, a sus trabajadores.
Hace unos d¨ªas recordaba la prensa estadounidense que, tanto en Tesla como en SpaceX, Musk tiene un largo historial de acallar o castigar a cualquier empleado que critica en p¨²blico un proyecto o sus pr¨¢cticas empresariales. Adem¨¢s, la plantilla tiene que firmar acuerdos de confidencialidad y cl¨¢usulas de arbitraje, seg¨²n explicaba Bloomberg, que les impiden denunciar a su empleador.
Musk no est¨¢ todos los d¨ªas en sus oficinas diciendo qu¨¦ se puede o no se puede decir, pero es evidente que las opiniones del jefe en Twitter pueden marcar cierto tono: ?alguien se atrever¨ªa a decir en SpaceX que la red social es una p¨¦rdida de tiempo y m¨¢s valdr¨ªa cerrarla? ?Ser¨ªa considerado este deseo un ataque a la libertad de expresi¨®n? ?Hasta qu¨¦ punto uno puede decir lo que piensa en el trabajo?
Por lo general, los empresarios no suelen ir dando en p¨²blico su opini¨®n sobre pol¨ªtica o causas sociales, y menos en las redes sociales. Alguna excepci¨®n hay, claro, como condenar la guerra en Ucrania o decidir dejar de operar en Rusia. Pero por lo general, suelen ser discretos y tienen mucho cuidado a la hora de tomar partido sobre un tema delicado. Y no es de extra?ar, viendo lo que ha pasado hace poco con Disney. La multinacional del entretenimiento critic¨® una nueva normativa aprobada en Florida (conocida como la ley de No Digas Gay) que proh¨ªbe hablar en el colegio sobre orientaci¨®n sexual hasta que el alumno tenga nueve a?os, y pone l¨ªmites a hacerlo despu¨¦s de esa edad. Semanas despu¨¦s, el gobernador del Estado, John de Santis, revocaba los derechos de la compa?¨ªa, que desde hace cinco d¨¦cadas tiene autonom¨ªa sobre los terrenos en los que se asienta su parque m¨¢s emblem¨¢tico.
Respecto a los empleados en general, los expertos en Recursos Humanos tambi¨¦n les recomiendan mantener un perfil bajo en la oficina y en las redes sociales, donde cualquier queja o pol¨¦mica se amplifica. Cada vez m¨¢s firmas elaboran un c¨®digo de conducta al respecto, y algunas empresas han llevado esta opci¨®n al l¨ªmite. La firma de software Basecamp, por ejemplo, prohibi¨® el a?o pasado hablar de pol¨ªtica a sus empleados porque se creaba un ambiente perjudicial y, seg¨²n la empresa, no se sacaba nada en claro de la discusi¨®n y se generaba mucho estr¨¦s. En 2020, la compa?¨ªa de criptoactivos Coinbase ya hab¨ªa anunciado un plan similar. Y si un empleado no lo ve¨ªa claro, ven¨ªa a decir, pod¨ªa irse. A muchos usuarios de Twitter no les gustaron estas medidas, pero no hicieron cambiar de opini¨®n a sus responsables.
No solo puede generar problemas opinar sobre temas controvertidos en las redes. ?nicamente con tuitear o subir fotos de cualquier tipo dentro del horario laboral, uno ya puede estar exponi¨¦ndose a un posible despido, seg¨²n ha manifestado en m¨¢s de una ocasi¨®n la justicia espa?ola. Tambi¨¦n hay que tener cuidado a la hora de hablar de los compa?eros. En 2019, por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid aval¨® el despido de un trabajador por cinco tuits en los que, en su mayor¨ªa en clave humor¨ªstica, hablaba de sus colegas y que se consideraron perjudiciales para la compa?¨ªa, a pesar de que no se mencionaban sus nombres ni los de la empresa. Evitar dar detalles no sirvi¨®, en este caso, para tapar la posible ofensa.