Elon Musk cierra con Twitter un acuerdo para comprar la red social por 44.000 millones de d¨®lares
El jefe de Tesla afirma que la libertad de expresi¨®n es un ¡°cimiento¡± de la democracia tras cerrar la operaci¨®n para hacerse con el 100% de la empresa, que dejar¨¢ de cotizar en Bolsa
Elon Musk ha vuelto a salirse con la suya. Twitter ha anunciado este lunes un acuerdo con el consejero delegado de Tesla, el hombre m¨¢s rico del mundo, que le permite comprar la totalidad de la red social en una operaci¨®n valorada en 44.000 millones de d¨®lares (unos 41.000 millones de euros). El magnate hizo p¨²blica la oferta hace 11 d¨ªas, despu¨¦s de que se difundiera a principios de abril que hab¨ªa adquirido una participaci¨®n del 9,2% en la empresa. Tras la venta, la compa?¨ªa dejar¨¢ de cotizar en Bolsa.
Las negociaciones para cerrar el acuerdo se han desarrollado contra el reloj durante el fin de semana. El empresario pagar¨¢ para hacerse con la red social 54,20 d¨®lares por acci¨®n (lo que supone una prima de un 38% sobre la cotizaci¨®n media de este mes).
En sus 16 a?os de existencia, Twitter se ha convertido en un foro privilegiado, y a menudo conflictivo, en el que se dirime el debate sobre temas pol¨ªticos y sociales, as¨ª como en uno de los frentes m¨¢s cruentos de la guerra en torno a los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n. El nuevo due?o de Twitter tiene ideas propias acerca de c¨®mo debe gestionarse esa libertad, y su llegada promete poner patas arriba las reglas con las que se relacionan sus m¨¢s de 217 millones de usuarios cada d¨ªa.
No es la red social m¨¢s poblada, pero puede que s¨ª sea la m¨¢s influyente a la hora de orientar las conversaciones globales, como bien sab¨ªa el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, que la empleaba con fervor como medio de comunicaci¨®n y agente desestabilizador hasta que fue expulsado por difundir falsedades sobre los motivos de su derrota en las elecciones de 2020. La preocupaci¨®n durante este proceso sobre el rumbo que puede tomar Twitter con la nueva propiedad ha sido uno de los temas que ha dominado la conversaci¨®n en la red social, que este lunes bull¨ªa con la noticia.
¡°La libertad de expresi¨®n es el cimiento de la democracia, y Twitter es la plaza digital donde se debaten temas vitales para el futuro de la humanidad¡±, ha dicho Musk poco despu¨¦s de la venta en un comunicado. ¡°[La empresa] tiene un enorme potencial. Tengo muchas ganas de trabajar con la firma y con la comunidad de sus usuarios para sacarle todo el partido¡±. El flamante propietario tambi¨¦n promete incorporar ¡°nuevas prestaciones, compartir los algoritmos en c¨®digo abierto [de modo que cualquier pueda consultar el funcionamiento de sus decisiones], derrotar a los bots [dedicados a la difusi¨®n] de spam y certificar que todos los usuarios son humanos¡±.
El anuncio, que empez¨® a darse por hecho el domingo, se esperaba desde la ma?ana de este lunes y estaba pendiente de una reuni¨®n del Consejo de Administraci¨®n de Twitter. Antes de la apertura de los mercados, las acciones de la red social ya sub¨ªan un 5%. La cotizaci¨®n se suspendi¨® (y los t¨ªtulos se quedaron a un precio un poco por encima de los 51 d¨®lares) poco antes de la confirmaci¨®n del pacto, que fue aceptado de forma un¨¢nime y se completar¨¢ antes de final de este a?o.
La operaci¨®n supone un triunfo para Musk, de 50 a?os, que, fiel a su estilo poco ortodoxo y con un punto kamikaze, ha logrado torcer la mano a Twitter. La compa?¨ªa hab¨ªa enviado en un principio se?ales inequ¨ªvocas de que no aceptar¨ªa la oferta. El ritual de cortejo y rechazo entre la empresa y el multimillonario, que cultiva su fama de impredecible y exc¨¦ntrico, se ha podido seguir como un vibrante culebr¨®n tecnol¨®gico-burs¨¢til.
Todo comenz¨® el 14 de abril, cuando Musk, que es uno de los m¨¢s famosos y tambi¨¦n m¨¢s activos usuarios de Twitter, donde acumula m¨¢s de 83 millones de seguidores, anunci¨® que quer¨ªa comprar la empresa para hacer de esta un lugar m¨¢s acorde a sus ideales, contrarios a cualquier tipo de intervencionismo.
Entonces no dijo cu¨¢nto estaba dispuesto a pagar. El consejo de administraci¨®n de la red social reaccion¨® con el anuncio de que pondr¨ªa en marcha una maniobra corporativa para dificultar que Musk, que tambi¨¦n es consejero delegado de la aeron¨¢utica SpaceX y est¨¢ en el negocio de la sanidad y la inteligencia artificial (Neuralink) y las infraestructuras (The Boring Company), se hiciese con el control de la plataforma tecnol¨®gica. La cl¨¢usula, conocida en el mundo econ¨®mico como poison pill (p¨ªldora venenosa), se present¨® con una vigencia hasta el 14 de abril de 2023, lo que permit¨ªa ganar tiempo a la direcci¨®n actual. Sus gestores han vivido un mes de infarto, cuando a¨²n no se hab¨ªan recuperado del sobresalto de la dimisi¨®n en noviembre de Jack Dorsey, uno de sus fundadores, como consejero delegado. Lo sustituy¨® Parag Agrawal, director de tecnolog¨ªa de la red social, y exist¨ªa cierto consenso de que la firma no estaba siendo gestionada con brillantez.
La negociaci¨®n cambi¨® de rumbo cuando el jefe de Tesla revel¨® la semana pasada que dispon¨ªa de 46.500 millones para hacer efectiva la compra. Twitter se lo pens¨® entonces mejor y abri¨® la puerta a hablar. El tira y afloja ha acabado finalmente con la aceptaci¨®n de los t¨¦rminos de Musk tal cual los plante¨® desde un principio. Este se vio el viernes con algunos de los mayores accionistas de la compa?¨ªa para vender las bondades de su oferta, que defini¨® como una decisi¨®n de ¡°lo tomas o lo dejas¡± que aquellos deb¨ªan adoptar con rapidez. Esa rapidez ha sido finalmente mayor de la esperada.
Como usuario, Musk emplea la red social con un estilo propio. Un d¨ªa cualquiera en su cuenta puede resultar en una mezcla anuncios empresariales relevantes, enigm¨¢ticas reflexiones de apariencia profunda, banalidades, memes y agrias disputas p¨²blicas. Como cuando se enzarz¨® en oto?o pasado con el senador dem¨®crata de 80 a?os Bernie Sanders, representante del Estado de Vermont. Sanders escribi¨® un tuit: ¡°Debemos exigir a los extremadamente ricos que paguen su parte justa [de impuestos]. Punto¡±. Y Musk, que se dio por aludido, respondi¨® con este otro: ¡°Me pasa todo el rato que olvido que sigues vivo¡±. Tambi¨¦n, en ocasiones, el magnate utiliza ese foro para dar pistas sobre sus vol¨¢tiles intenciones. Uno de los ¨²ltimos tuits que cabe interpretar en esa clave lo public¨® el domingo. Pon¨ªa simplemente ¡°moving on¡±. Seguimos avanzando. En otro, lanzado este lunes, ha escrito: ¡°Espero que hasta mis mayores cr¨ªticos permanezcan en Twitter. Eso significa la libertad de expresi¨®n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.