Dom Phillips y Bruno Pereira son v¨ªctimas de guerra
Se ha cruzado un l¨ªmite en la Amazonia, con lo que aumenta el riesgo para cada habitante del planeta-casa
El lunes 6 de junio me despert¨¦ con la noticia de que hac¨ªa 24 horas que mi amigo Dom Phillips hab¨ªa desaparecido en el Valle del Yavar¨ª, una de las regiones m¨¢s peligrosas de la Amazonia. Estaba con Bruno Pereira, uno de los m¨¢s importantes indigenistas de su generaci¨®n. Tres d¨ªas despu¨¦s, me despert¨® una campesina pidiendo socorro porque dos familias se hab¨ªan adentrado en la selva: unos sicarios hab¨ªan acribillado sus casas. Dos semanas antes, hab¨ªan incendiado otras dos residencias de la misma comunidad y hab¨ªan hecho rehenes a adultos y ni?os. Despu¨¦s, recib¨ª una petici¨®n de ayuda para evacuar a un l¨ªder de la regi¨®n amenazado de muerte debido a la escalada de violencia. Par¨¦, respir¨¦ y tuve que escoger qu¨¦ era prioridad. Tener que escoger entre desaparecidos, v¨ªctimas de atentados y amenazados de muerte es una indignidad. Esta indignidad se llama guerra.
Describo mi semana para mostrar que la desaparici¨®n ¡ªy probable muerte de Dom y Bruno¡ª que ha movilizado la prensa y el mundo no es una excepci¨®n. Sino que significa que la guerra de la Amazonia ha alcanzado a un ciudadano del hemisferio norte, a un periodista respetado, a un hombre blanco. Es un hecho nuevo que indica que se ha cruzado un l¨ªmite, con lo cual aumenta el riesgo para todos.
La tardanza deliberada de Bolsonaro en iniciar las b¨²squedas, que solo se intensificaron por la presi¨®n interna y externa, al igual que la recurrente descalificaci¨®n de las v¨ªctimas que promueve en sus declaraciones p¨²blicas, revelan que no es una cuesti¨®n de negligencia ni de incompetencia, sino de m¨¦todo. A menos de cuatro meses de las elecciones, Bolsonaro ha mostrado c¨®mo se trata a los defensores de la selva, incluso cuando hay una conmoci¨®n mundial, y ha indicado que seguir¨¢ apoyando a su base en la Amazonia, compuesta por ladrones de tierras p¨²blicas, madereros y due?os de explotaciones mineras ilegales. Personas respetables afirman que el Estado est¨¢ ausente en la Amazonia. No comparto esa visi¨®n. El Estado est¨¢ muy presente. Bolsonaro se ha apropiado del Estado y lo ha corrompido a niveles sin precedentes, al desarticular la protecci¨®n, controlar los ¨®rganos de defensa y dejar barra libre a los explotadores de la selva.
Sin embargo, la guerra que lidera Bolsonaro contra la mayor selva tropical del mundo y sus pueblos no se ha acercado a Europa por haber alcanzado a un periodista brit¨¢nico. Esta guerra impacta en la vida de cada persona del planeta desde que empez¨®. La guerra que la Rusia de Vladimir Putin inflige a Ucrania todav¨ªa es una guerra del siglo XX. Los conflictos m¨¢s largos y dif¨ªciles de vencer, los del siglo XXI, tienen lugar en los enclaves naturales, verdaderos centros de un planeta sumido en una cat¨¢strofe clim¨¢tica. Dom Phillips y Bruno Pereira son sus v¨ªctimas m¨¢s recientes, pero sin duda no las ¨²ltimas. El clamor mundial que inici¨® en su nombre tiene que convertirse en implicaci¨®n en la guerra que nos ha tocado luchar. La ¨²nica manera de mantener vivos a los defensores de la naturaleza es que sean tan numerosos que, para silenciarlos, sea necesario matarnos a todos.
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