Reconciliar antes que conciliar
Los lectores escriben sobre la importancia de cerrar las heridas del pasado, el cambio clim¨¢tico, las oposiciones docentes y la renta m¨ªnima
Vivo en Londres desde hace siete a?os. En este tiempo, me he visto much¨ªsimas veces explicando realidades y situaciones de mi pa¨ªs a gente con curiosidad por saber m¨¢s detalles de Espa?a. Soy andaluz y extremadamente progresista. Mi pareja es de Nueva Zelanda y muchas veces no entiende que defienda Andaluc¨ªa de una manera m¨¢s feroz de lo que lo hago con Espa?a. Quiz¨¢s es porque siempre estoy del lado de los d¨¦biles. Sigo sin entender que una comunidad tan rica como Andaluc¨ªa ...
Vivo en Londres desde hace siete a?os. En este tiempo, me he visto much¨ªsimas veces explicando realidades y situaciones de mi pa¨ªs a gente con curiosidad por saber m¨¢s detalles de Espa?a. Soy andaluz y extremadamente progresista. Mi pareja es de Nueva Zelanda y muchas veces no entiende que defienda Andaluc¨ªa de una manera m¨¢s feroz de lo que lo hago con Espa?a. Quiz¨¢s es porque siempre estoy del lado de los d¨¦biles. Sigo sin entender que una comunidad tan rica como Andaluc¨ªa siga siendo de las m¨¢s pobres y me duele en el alma. En tiempos en los que se habla mucho de conciliaci¨®n, tanto laboral como familiar, ella me ayud¨® en el an¨¢lisis: ¡°Lo que le pasa a tu pa¨ªs, Carlos, es que no se ha reconciliado¡±. Efectivamente, la Transici¨®n, tan defendida, fue una mera ilusi¨®n. Cuando un bando le dice a otro que olvide, jam¨¢s se cerrar¨¢n las heridas. El borr¨®n y cuenta nueva no existe. De momento, mi amigo italiano seguir¨¢ sorprendido de que nunca haya tenido una camiseta de la selecci¨®n espa?ola, porque hasta de eso se han apropiado.
Carlos Hurtado Bocanegra. Londres
Y el cambio clim¨¢tico no es cosa nuestra...
Estoy en un atasco camino a casa. Afuera hace 45 grados. Pienso en que mi aire acondicionado coge ese aire y lo enfr¨ªa, dej¨¢ndome una temperatura dentro cercana a los 25 grados a cambio de expulsar un aire m¨¢s c¨¢lido que el que recogi¨®, pongamos un grado m¨¢s c¨¢lido, 46. El coche de detr¨¢s coger¨¢ ese aire m¨¢s c¨¢lido y lo convertir¨¢ en su particular aire fresco y expulsar¨¢ un aire a¨²n m¨¢s c¨¢lido que el que expuls¨® mi coche, 47. Cada coche de este largo atasco repetir¨¢ este proceso, elevando en cada paso la temperatura que expulsa el coche un grado. Resulta dif¨ªcil pensar que el cambio clim¨¢tico no est¨¢ siendo cosa nuestra.
Eduardo Parody Durio. Sevilla
Oposiciones
Los opositores al cuerpo de maestros nos enfrentamos este fin de semana a los ex¨¢menes. Tras meses de preparaci¨®n, solo cabe en mi cuerpo una cierta nostalgia e incertidumbre: por un lado, siento que echar¨¦ de menos el proceso de estudio y a la gente que he conocido y, por otra parte, trato de visualizarme en el futuro, proyect¨¢ndome delante de una pizarra bajo la atenta mirada de decenas de ojos inocentes. Deseadnos suerte.
Virginia Gonz¨¢lez Alfaro. Madrid
Renta m¨ªnima
Adem¨¢s del salario m¨ªnimo para los trabajadores de la Uni¨®n Europea, se deber¨ªa acordar una renta m¨ªnima para la ciudadan¨ªa comunitaria, hacerla extensible a Europa y proponerla al resto de pa¨ªses del mundo. Garantizar un m¨ªnimo ingreso para las familias con car¨¢cter universal, desde lo p¨²blico y vivas donde vivas, es la mejor forma de luchar contra el hambre, la desigualdad y cubrir las necesidades b¨¢sicas de las personas. Es posible, es viable y hay dinero suficiente para hacerlo desde la ONU, con suma objetividad y sin permitir que los amigos de lo ajeno se apropien de lo que no es suyo.
Victorio Mart¨ªnez Armero. M¨®stoles (Madrid)