Izquierdas, derechas y la casa sin barrer
Los lectores opinan sobre las discrepancias en la izquierda, la desaparici¨®n de las mariquitas debido al cambio clim¨¢tico, las becas en la Comunidad de Madrid, y el concepto de libertad
Pienso que el actual Gobierno, al igual que los anteriores y los que le sucedan, tendr¨¢ aciertos y errores en su gesti¨®n. Tambi¨¦n pienso que la situaci¨®n actual en nuestro pa¨ªs, en un contexto internacional muy desfavorable, est¨¢ lejos de ser tan catastr¨®fica como algunos dicen o tan excelente como dicen otros, y que su presumible futuro ser¨¢ m¨¢s o menos halag¨¹e?o seg¨²n la evoluci¨®n de ese contexto internacional y en gran medida ser¨¢ independiente de lo que haga el Gobierno. Lo que s¨ª que me parece indudable es que las voces, opiniones y pareceres catastrofistas desde las derechas resultan hoy...
Pienso que el actual Gobierno, al igual que los anteriores y los que le sucedan, tendr¨¢ aciertos y errores en su gesti¨®n. Tambi¨¦n pienso que la situaci¨®n actual en nuestro pa¨ªs, en un contexto internacional muy desfavorable, est¨¢ lejos de ser tan catastr¨®fica como algunos dicen o tan excelente como dicen otros, y que su presumible futuro ser¨¢ m¨¢s o menos halag¨¹e?o seg¨²n la evoluci¨®n de ese contexto internacional y en gran medida ser¨¢ independiente de lo que haga el Gobierno. Lo que s¨ª que me parece indudable es que las voces, opiniones y pareceres catastrofistas desde las derechas resultan hoy d¨ªa mucho m¨¢s contundentes, audibles y homog¨¦neas que las positivistas desde las izquierdas, siempre discrepantes en esencias o en detalles y siempre en b¨²squeda de una pureza en progres¨ªa que cada d¨ªa me parece m¨¢s ut¨®pica y rancia. Y la sociedad se resquebraja y radicaliza y cada vez que esas izquierdas discuten p¨²blicamente, sube un punto la intenci¨®n de voto para las derechas. ?Algo habr¨¢ que hacer!
Pedro Carboneras Mart¨ªnez. Madrid
Ya no hay mariquitas
Tengo un peque?o huerto urbano y desde hace unos a?os las mariquitas no aparecen ni por el m¨ªo ni por el de mis vecinos. Para los que no lo sepan, estos insectos son voraces consumidores de pulgones, ¨¢caros y cochinillas de las plantas, por lo que se les considera controladores biol¨®gicos de plagas. Las mariquitas me vendr¨ªan muy bien porque me niego a usar pesticidas t¨®xicos que puedan da?ar al medioambiente, por lo que solo utilizo jab¨®n pot¨¢sico que es un pesticida natural compuesto por agua, grasas o l¨ªpidos e hidr¨®xido de potasio. Quiz¨¢s su desaparici¨®n tiene que ver con el cambio clim¨¢tico que estamos provocando y sufriendo o el uso excesivo de pesticidas, esas sustancias tan t¨®xicas que amenazan, no solo a la familia de las mariquitas, sino a muchos insectos beneficiosos del mundo.
Eric Garc¨ªa Miras. Vilassar de Dalt (Barcelona)
?Injusta pol¨ªtica!
Una familia madrile?a de cuatro miembros que gane 1.300 euros al mes (18.200 al a?o) y que necesite dejar en el comedor a sus dos hijos, no acceder¨¢ a la beca p¨²blica, por pasarse de ingresos (el l¨ªmite es 4.260 euros per c¨¢pita). Pero si eres otra familia madrile?a, tambi¨¦n de cuatro miembros y ganas 10.000 euros al mes (140.000 al a?o) entonces s¨ª te corresponder¨¢ beca p¨²blica para estudiar en un centro privado. En este Madrid de hoy, miles de familias trabajadoras se quedan sin beca de comedor para que otras m¨¢s pudientes tengan la vida m¨¢s f¨¢cil. ?Injusta pol¨ªtica de becas!
Isidoro Ortega L¨®pez. Fuenlabrada (Madrid)
Ni empat¨ªa ni respeto
Estaba mi madre en la sala de espera de un hospital de Barcelona cuando aparecieron tres adolescentes sin mascarilla. Educadamente, les dijo que ten¨ªan que usar mascarilla. Y una de ellas le espet¨®: ¡°Bueno, tambi¨¦n hay que vivir¡±. Eso es lo que dicen los que no saben lo que es estar entre las cuatro paredes de un hospital, donde la vida es lo que pasa afuera y dentro se est¨¢ a la lucha diaria, a la siguiente baldosa. Vivir es respetar al pr¨®jimo, especialmente si est¨¢ en una situaci¨®n de vulnerabilidad. Vivir es, sobre todo, dejar vivir. Y lo que algunos amparan bajo el paraguas de la libertad, del carpe diem m¨¢s grotesco, es libertinaje.
Ana L¨®pez Magall¨®n. Barcelona