La OTAN y China, ?cita en el Pac¨ªfico?

El mundo visto desde el prisma de las potencias occidentales no muestra la misma representaci¨®n gr¨¢fica que visto desde Asia. El eje central que marca el Atl¨¢ntico para la visi¨®n occidental cambia en el caso de los pa¨ªses asi¨¢ticos, sustituy¨¦ndose por la proyecci¨®n que configura el Pac¨ªfico o, desde un prisma m¨¢s amplio, el Indo-Pac¨ªfico. Un cambio de perspectiva que la OTAN ya comienza a compartir, ...

El mundo visto desde el prisma de las potencias occidentales no muestra la misma representaci¨®n gr¨¢fica que visto desde Asia. El eje central que marca el Atl¨¢ntico para la visi¨®n occidental cambia en el caso de los pa¨ªses asi¨¢ticos, sustituy¨¦ndose por la proyecci¨®n que configura el Pac¨ªfico o, desde un prisma m¨¢s amplio, el Indo-Pac¨ªfico. Un cambio de perspectiva que la OTAN ya comienza a compartir, convirti¨¦ndose en el mayor desaf¨ªo planteado hasta el momento.

En el nuevo esquema de an¨¢lisis geoestrat¨¦gico, los treinta aliados que integran la Alianza Atl¨¢ntica han acordado incorporar por primera vez la referencia a China en el reci¨¦n adoptado Concepto Estrat¨¦gico. Para la OTAN, China es su mayor desaf¨ªo estrat¨¦gico para los pr¨®ximos diez a?os, mientras que para China esta d¨¦cada podr¨ªa generar importantes din¨¢micas de cambio de cumplirse los retos que tiene identificados. Una geopol¨ªtica en transici¨®n que definitivamente situar¨ªa el epicentro de las directrices pol¨ªticas y militares de la Alianza Atl¨¢ntica en el flanco del Pac¨ªfico.

La fortaleza de la econom¨ªa estadounidense podr¨ªa verse en los p?roximos 10 a?os superada por la del gigante asi¨¢tico, ante la perspectiva de que el PIB de China en d¨®lares corrientes supere al de Estados Unidos al final de la d¨¦cada. Oficialmente ya es la primera econom¨ªa mundial en paridad de poder adquisitivo desde 2014, pero este paso, de producirse, supondr¨ªa destronar a Estados Unidos despu¨¦s de m¨¢s de un siglo de dominio econ¨®mico global.

El comentario del presidente Biden en su primera gira por Asia de que ¡°el futuro de la econom¨ªa del siglo XXI se escribir¨¢ en gran medida en el Indo-Pac¨ªfico¡±, hace apenas dos meses, marcar¨¢ el presente m¨¢s inmediato en apenas una d¨¦cada situando el epicentro de la econom¨ªa mundial en una regi¨®n donde prevalece la esfera de influencia de China. Una circunstancia que aportar¨¢ mayor asertividad al gigante asi¨¢tico en el plano econ¨®mico, motivando una mayor internacionalizaci¨®n del yuan que ir¨ªa en detrimento de la hegemon¨ªa del d¨®lar, y que conllevar¨ªa una reducci¨®n en el volumen de reservas internacionales en esta moneda. Un entorno de mayor influencia comercial del que se beneficiar¨¢, asimismo, un yuan digital ya plenamente operativo.

En el plan estrat¨¦gico definido por Pek¨ªn, la pr¨®xima d¨¦cada marca adem¨¢s una etapa decisiva en la rivalidad tecnol¨®gica entre Estados Unidos y China. Una carrera por el liderazgo innovador que tiene su meta puesta en 2035, cuando el gigante asi¨¢tico tiene previsto alcanzar su ansiada autosuficiencia tecnol¨®gica. El progreso cient¨ªfico y tecnol¨®gico le permitir¨¢ dominar el desarrollo de las nuevas tecnolog¨ªas, apostando por el liderazgo en inteligencia artificial que tiene un efecto modernizador directo sobre las capacidades militares. Un verdadero desaf¨ªo para la OTAN que ya incluye a la vez la referencia a las tecnolog¨ªas emergentes y disruptivas como oportunidad y riesgo en el marco del Concepto Estrat¨¦gico, considerando que ¡°la primac¨ªa tecnol¨®gica influye cada vez m¨¢s en el ¨¦xito en el campo de batalla¡±. De ah¨ª el llamamiento de la Alianza a la ¡°transformaci¨®n digital¡± y a la ¡°mejora de las capacidades en ciberdefensa, redes e infraestructuras¡± para poder abordar los retos que entra?a la pr¨®xima d¨¦cada.

El liderazgo en la investigaci¨®n y desarrollo de la inteligencia artificial va a ser un factor clave en el desarrollo econ¨®mico. Supondr¨¢ maximizar la competitividad econ¨®mica de los pa¨ªses que apuesten por una tecnolog¨ªa disruptiva de la que tambi¨¦n depender¨¢ la seguridad nacional. El exjefe de software del Pent¨¢gono, Nicolas Chaillan, apuntaba a la lentitud en la transformaci¨®n tecnol¨®gica del Ej¨¦rcito de Estados Unidos como motivo de su dimisi¨®n en declaraciones al Financial Times a finales del a?o pasado, considerando que Estados Unidos hab¨ªa perdido la batalla de la inteligencia artificial con China sin poder equilibrar la carrera para los pr¨®ximos 15 o 20 a?os.

Situando a China entre las prioridades estrat¨¦gicas de la OTAN para la pr¨®xima d¨¦cada, la Alianza se suma as¨ª a la visi¨®n de preocupaci¨®n que comparten sus socios en Asia sobre la creciente influencia del gigante asi¨¢tico en la regi¨®n. En la reciente publicaci¨®n de Pew Research Center que analiza la percepci¨®n sobre China entre 19 pa¨ªses, Jap¨®n y Australia lideran la clasificaci¨®n entre los que consideran el poder militar de China como la mayor preocupaci¨®n, mientras que la participaci¨®n de China en la pol¨ªtica interna de su propio pa¨ªs es la mayor inquietud identificada en Corea del Sur y Estados Unidos.

De los tres socios asi¨¢ticos, Australia es el que m¨¢s activamente se ha anticipado a esta geopol¨ªtica en transici¨®n ante la creciente influencia militar de China en la regi¨®n. La alianza estrat¨¦gica de seguridad Aukus creada entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos a finales de 2021 pone de relieve los desaf¨ªos que plantea la regi¨®n. Pero una China mucho m¨¢s asertiva, tambi¨¦n en plano militar, respond¨ªa a esta alianza multilateral con la firma de un pacto de seguridad con las Islas Salom¨®n, un punto altamente geoestrat¨¦gico en el Pac¨ªfico y a escasa distancia de Australia, apenas siete meses despu¨¦s.

Y es que las capacidades militares tambi¨¦n figuran en el plan estrat¨¦gico definido por China con vistas a 2035, pudi¨¦ndose adelantar la consecuci¨®n de sus objetivos de modernizaci¨®n a 2027, permitiendo al gigante asi¨¢tico afrontar en mejores condiciones los retos de defensa y seguridad que ir¨¢ planteando una geopol¨ªtica en transici¨®n hacia el Indo-Pac¨ªfico en la pr¨®xima d¨¦cada. Un horizonte temporal que podr¨ªa coincidir con el final de un tercer mandato de Xi Jinping y una mayor actividad de maniobras en el estrecho de Taiw¨¢n.

Considerando que ¡°China no es nuestro adversario¡±, pero s¨ª un serio desaf¨ªo, como apuntaba Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, la Alianza comienza a enfocarse en el Pac¨ªfico en el giro estrat¨¦gico m¨¢s significativo en sus m¨¢s de 70 a?os de historia. El r¨¢pido cambio en el balance de poder entre Estados Unidos y China va a marcar la pr¨®xima d¨¦cada, y de la construcci¨®n de una coexistencia, aunque sea competitiva, entre ambas potencias depender¨¢ ampliamente que China siga manteniendo para la OTAN su estatus de desaf¨ªo estrat¨¦gico.

La asertividad del gigante asi¨¢tico en el Indo-Pac¨ªfico ir¨¢ en ascenso a medida que vaya materializ¨¢ndose su visi¨®n estrat¨¦gica dise?ada para la pr¨®xima d¨¦cada. De ah¨ª que algunos socios de la OTAN que comparten con Estados Unidos pactos multilaterales como el Quad, del que participan Jap¨®n, Australia e India, y otros como Corea del Sur que todav¨ªa no participan de ninguna asociaci¨®n de diplomacia minilateral, podr¨ªan intensificar su inter¨¦s por una alineaci¨®n m¨¢s cercana a la OTAN que busque contrarrestar el poder de China en la regi¨®n, principalmente su ascenso militar. De que esta geopol¨ªtica en transici¨®n incorpore al discurso una competici¨®n estrat¨¦gica de estabilidad entre China, Estados Unidos y los aliados y socios de la OTAN depender¨¢ que prevalezca un escenario de estabilidad y paz mundial.